TENIS

Djokovic se monta en el dólar y culmina su última transformación... esta vez fuera del tenis

El serbio cambia de agente y busca explotar su imagen de marketing.

Novak Djokovic, en su llegada a Málaga para disputar las finales de la Copa Davis./EFE
Novak Djokovic, en su llegada a Málaga para disputar las finales de la Copa Davis. EFE
José M. Amorós

José M. Amorós

Novak Djokovic acaba de cerrar el círculo para llegar a lo más alto en la lucha por ser el mejor de la historia, al menos en las estadísticas. Tras superar a Federer en títulos de ATP Finals la semana pasada, el serbio ya es el jugador con más Grand Slam, Masters 1000, más semanas como número 1, supera en los duelos directos al suizo y a Nadal y ahora también es el maestro de los maestros tras su triunfo en Turín. La ambición del serbio dentro de la pista parece inagotable, pero desde hace unas semanas se ha lanzado al éxito también fuera de ella.

Djokovic, tras ganar, de nuevo, el ATP Finals. ATP MEDIA

La presencia del número 1 del mundo en la Gala del Balón de Oro, en uno de los palcos del Saint Dennis durante la final del Mundial de rugby entre Sudáfrica y Nueva Zelanda o siendo uno de los famosos invitados al torneo de celebridades en la Ryder Cup junto a nombres como Carlos Sainz y Gareth Bale empezaba a confirmar que algo estaba cambiando en torno a la figura de Nole. Casualmente, coincide con el final de su etapa con su agente hasta el momento, el italiano Edoardo Artaldi, y el inicio de su relación profesional — todavía no oficial — con el estadounidense Mark Madden.

Estas imágenes llaman la atención en un deportista que, a pesar de su fama y su recorrido, no ha ocupado las grandes portadas, ni los grandes espacios publicitarios y su repercusión fuera de Serbia y el 'mundillo' del tenis. Su marca de ropa, la reconocida Lacoste, incluso ha utilizado a Medvedev igual o más que a su gran estrella deportiva. Con un carácter familiar, reservado e incluso desconfiado con un núcleo bastante cerrado y silencioso a su alrededor, el campeón de tres de los cuatro Grand Slam de este 2023 parecía no estar abierto a cruzar la línea roja de la explotación de su imagen... hasta este otoño.

Djokovic, en la alfombra roja de la Gala del Balón de Oro. REUTERS
Djokovic, en la alfombra roja de la Gala del Balón de Oro. REUTERS

"Asistí a muchos eventos que significan mucho para mi marca y mi presencia", ha explicado el tenista balcánico en una entrevista en el medio especializado Tennis Majors antes de su debut en la Copa Davis, donde ya quiere ha empezado a explicar cuál es el plan de negocio del nuevo Djokovic "en un sentido de marketing empresarial": "Hay muchas cosas que tenemos que tomar en consideración para que mi marca siga creciendo como cuál es mi lugar actual en el tenis, en los deportes y en el mundo en general. Necesito algo de tiempo para ver las cosas desde una perspectiva más amplia".

Además de su presencia pública en grandes citas, los negocios darán un impulso a partir del próximo año con el lanzamiento de productos bajo su paraguas. La presentación será en un lugar más que peculiar donde hace dos años tuvo un duro conflicto migratorio siendo internado tras llegar al país sin vacuna contra el COVID: "La noticia que puedo daros ahora mismo es que durante mi estancia en Australia promocionaré un nuevo negocio. Es una nueva bebida hidratante deportiva; ese será el comienzo, pero esa marca consistirá en muchos productos de bienestar, así que estoy deseando que llegue".

Siguiendo el ejemplo de Nadal y Federer

Después de ganar casi 180 millones de dólares en premios, el objetivo de esta nueva línea de negocios es aprovechar su tirón mediático , como ya hicieron mucho antes sus compañeros de generación Roger Federer y Rafa Nadal.

El suizo ya es imagen de firmas de máximo prestigio y potencial económico como Rolex o la marca de ropa china Uniqlo, por la que dejó Nike. Sin duda, la presencia de Federer es un bien de los más preciados para cualquier organizador que se precie por todo lo que rodea a su personalidad. En inversiones, se aventuró como gran inversor en la marca On Running con la que ya viste a la número 1 femenina Swiatek o las promesas Ben Shelton y el número 1 junior Joao Fonseca, y que tiene además su propio equipo de entrenamiento de élite en atletismo con el español Mario García Romo.

Por su parte, Rafa Nadal lleva varios años siendo imagen de algunas de las grandes empresas españolas como Telefónica y Santander, que une con su larga unión con la automovilística surcoreana Kia. No cabe duda que el balear se ha convertido en una institución a nivel internacional y algo todavía mayor en los países hispanohablantes, por lo que contar con su imagen se cotiza muy alto. En los negocios, apostó desde hace años por fuertes inversiones inmobiliarias, turismo, ocio e incluso las energías renovables. Es conocida su participación como socio en la cadena de restaurantes Tatel junto a Cristiano Ronaldo y la familia Matutes. A través de su participación en la sociedad Mabel Capital, también han invertido en documentales de Netflix como Yo soy Georgina o el de Tamara Falcó. En su relación con el tenis, su proyecto estrella desde hace casi una década es su academia de tenis que se encuentra en pleno proceso de internacionalización con sedes en varios puntos del mundo.

Djokovic tiene en sus dos grandes rivales a su gran espejo donde mirarse a corto plazo. Con 36 años, su carrera deportiva se acaba y la imagen mediática es lo que terminará prevaleciendo para seguir haciendo crecer un imperio que ya cuenta con 24 Grand Slam y muchos millones de euros ganados, mayoritariamente, al otro lado de la red. Ahora se suma a dar la batalla fuera de la pista.