TENIS

La revancha de Casper Ruud ante Tsitsipas en la casa de su 'maestro' Rafa Nadal como remedio a su estigma

El noruego venció a Etcheverry (7-6 y 6-4) e intentará ganar su primer torneo ATP 500 en Barcelona ante el tenista griego.

Quim Bilbeny
Marc Mosull

Quim Bilbeny y Marc Mosull

Casper Ruud es un tipo sobrio, nórdico como él solo. Sin aderezos en la vestimenta ni hipérboles gestuales. Frío como un témpano, no se puso nervioso cuando le tocó levantar una bola de set ante el argentino Tomás Etcheverry en el tie-brek de la primera manga bajo el sol primaveral barcelonés. Y apenas apretó el puño cuando confirmó su pase a la final del Conde de Godó, en el que fue su "mejor partido en el torneo", según él mismo aseguró. Y con esa templanza, el escandinavo, que es el tenista con más victorias en lo que va de año (28), buscará mañana en la arcilla de Barcelona revancha ante Tsitsipas, contra el que cayó hace siete días en la final del Masters 1000 de Montecarlo.

La semana en Barcelona arrancó con la posibilidad -y el deseo de muchos- de ver a Rafa Nadal y a Carlos Alcaraz enfrentarse en las semifinales. La ilusión de ver a los dos grandes tenistas españoles pronto se esfumó con la renuncia del murciano por lesión y la eliminación del manacorí el miércoles en segunda ronda. Sin ningún representante nacional en las rondas decisivas, la expectación en la capital catalana se trasladó por ver en la final a dos tenistas del top-10. Y así será.

Si Casper Ruud, que no ha perdido ningún set en todo el campeonato, sudó la gota gorda para tumbar al gigantón Etcheverry (7-6 y 6-4), Stefanos Tsitsipas, liberado tras "el mayor thriller" de su carrera en tierra batida, tuvo que tirar de casta para remontar ante Dusan Lajovic (5-7, 6-4 y 6-2). El serbio, número 59 del ranking ATP, ha sido la gran sorpresa del Godó.

La maldición de Casper Ruud con los torneos de entidad

Será la segunda final consecutiva de Casper Ruud y la cuarta de la temporada. Nadie ha disputado más que él este año, pero las ha perdido todas -Acapulco, Los Cabos y Montecarlo-. Y es que la maldición del actual número 6 del ranking ATP en la ronda definitiva es digna de estudio. Cuando llega el gran día, cuando más cerca tiene el título, se apaga.

En toda su carrera, el escandinavo ha perdido once finales y ha ganado diez. Los números, fríos, no son tan alarmantes. El problema radica en la entidad de los metales. Ha sido doble finalista de Roland Garros y finalista del US Open, Montecarlo, Miami y las ATP Finals, pero solo ha ganado torneos ATP 250. El Conde de Godó de Barcelona es 500.

"Mañana saldré a la pista a disfrutar. Si pienso mucho en el partido, en sus consecuencias y en el título, pueden aparecer los nervios, y podría afectar a mi rendimiento. Creo que es lo que me pasó en Montecarlo", se sinceró el Ruud más humano, que mañana intentará rebelarse contra sus fantasmas y su estigma.

Lo hará en la pista que lleva el nombre de su amigo y 'maestro' Rafa Nadal, del que se acordó en rueda de prensa tras clasificarse para la final del Godó: "Esta semana seguro que ha sido un buen test para él después de un tiempo fuera y dos años sin jugar en tierra batida. Creo que su objetivo es llegar en forma a Roland Garros. Ojalá allí podamos ver al mayor Rafa Nadal".

Y es que Casper Ruud, cuando tenía 19 años y ocupaba el número 143 del ranking ATP, ingresó en 2018 en la Rafa Nadal Academy en busca de estímulos y nuevos retos. Desde entonces, su progresión ha sido fulgurante. Instalado en la élite del tenis mundial desde hace ya muchos meses, solo le falta rematar en las citas de relumbrón, los días grandes. Y Barcelona lo es. Mañana será su primera final en un Conde de Godó, y buscará revancha ante Tsitsipas y quitarse de encima por una vez por todas el estigma que le persigue.