Carlos Alcaraz es baja en Acapulco por una distensión en el isquiotibial: "Me duele no competir"

Carlos Alcaraz se perderá el torneo de Acapulco por una lesión en los isquiotibiales del muslo derecho. El tenista murciano confirmó su baja con el siguiente mensaje: "Lamentablemente no podré estar en el Abierto Mexicano Telcet. Tengo una distensión de grado 1 en el isquiotibial de mi pierna derecha que me llevará a estar de baja varios días, según las pruebas que me he realizado esta mañana. Me duele mucho no competir aquí, pero ahora toca pensar en recuperarme para intentar estar listo lo antes posible. ¡Espero que nos veamos pronto!". Llegará justo a Indian Wells, que arranca el 13 de marzo.

El murciano se lesionó el domingo durante la final del ATP 500 de Río de Janeiro cuando iba mandando claramente en el marcador (llegó a estar 7-5 y 3-0 arriba antes de lesionarse). Aunque terminó el partido, el número dos del ranking acabó sucumbiendo por 5-7, 6-4 y 7-5 sin poder casi correr y medio cojo ante el británico Cameron Norrie.

"Hay que ver la gravedad de la lesión y ver qué tengo en el isquio y, a partir de ahí, evaluar si puedo ir a jugar a Acapulco sin tener mucho riesgo", había advertido el domingo por la noche antes de subirse a un avión rumbo a México. Ya en Acapulco, se sometió durante la jornada del lunes a una resonancia magnética acompañado de su médico, Juanjo López, y su fisio, Juanjo Moreno. Los resultados de la prueba arrojaron una distensión de grado 1 en el isquiotibial de la pierna derecha.

 Es la tercera lesión muscular que padece Alcaraz en menos de cuatro meses. El murciano, que en su etapa de júnior nunca había tenido lesiones de gravedad, sufrió una rotura abdominal en noviembre durante el Masters 1000 de Paris-Bercy que le obligó a perderse la Copa Davis y las ATP Finals. Y a comienzos de enero, cuando ya estaba a punto de viajar a Melbourne para el Open de Australia, sufrió una rotura fibrilar en el semimembranoso de la pierna derecha.

Tras ese contratiempo, cambió el calendario que tenía previsto y reapareció el 15 de febrero en el Argentina Open, donde acabó levantando el título. Sin descanso, viajó a Río de Janeiro y se plantó en la final, donde los isquiotibiales dijeron basta después de nueve partidos en doce días.