La confesión de Alcaraz que le confirma como un tenista excepcional: "No sabía si iba a poder jugar"
El murciano llegó a Indian Wells entre algodones por un esguince de tobillo y ha terminado ganando el torneo. "Tenía muchísimas dudas".

Carlos Alcaraz abandonó el ATP 500 de Río de Janeiro el 20 de febrero con el tobillo como un bote. En uno de los primeros puntos de su debut en Brasil se le quedó enganchado el pie derecho y las sensaciones fueron tan malas que no pudo ni seguir. Dos días más tarde, el diagnóstico no era malo del todo: un esguince lateral de grado II. Podría estar en Indian Wells. Otra cosa era cómo. Las sensaciones no eran como para estar lanzando cohetes.
Una semana antes de que empezara en California el primer Masters 1000 de la temporada, Alcaraz se movió aparentemente sin problemas en la exhibición que disputó contra Rafael Nadal en Las Vegas. Pero una exhibición no deja de ser eso, un show, un juego. Quedó demostrado cuando Nadal se bajó de Indian Wells tres días después del Slam de Netflix.
Al mismo tiempo que Nadal se retiraba del bautizado como el quinto Grand Slam, a Alcaraz le invadían las dudas. Su tobillo se estaba recuperando, sí, pero a un ritmo menor del esperado. No podía entrenarse a tope y faltaban pocas horas para su debut en el torneo ante el italiano Matteo Arnaldi.
"No sabía si iba a poder jugar, si iba a poder mostrar mi mejor nivel. Tenía muchas dudas en mi cabeza"
Campeón de Indian Wells"El día antes de que empezara el torneo tenía muchas dudas sobre mi tobillo. Mi primer entrenamiento aquí fueron sólo 30 minutos y sin moverme", ha confesado Alcaraz este domingo con la copa entre sus brazos. Porque sí, Alcaraz ha ganado un torneo que ni él mismo esperaba.
"El primer entrenamiento que hice con un tenista top no pude jugar a mi mejor nivel y no sentí bien el tobillo. Eran entrenamientos de una exigencia muy alta y no me encontraba nada bien", ha añadido tras su 7-6 (7-5) y 6-1 sobre Daniil Medvedev en la final de Indian Wells. "No sabía si iba a poder jugar, si iba a poder mostrar mi mejor nivel. Tenía muchísimas dudas en mi cabeza, así que estoy muy contento de haberme sobrepuesto a esos problemas y de haberlos solucionado".
Ocho meses sin títulos
Llegar a un torneo de la magnitud de Indian Wells con el tobillo entre algodones, sin poder entrenar a un ritmo de competición y terminar alzando el trofeo tras superar en días consecutivos a dos top ten como Jannik Sinner (¡Que no había perdido en todo el año!) y Medvedev está al alcance de muy, muy pocos tenistas. Sólo al alcance de los grandes, de los excepcionales.
Y Alcaraz está hecho de esa pasta. Es de esos jugadores que no necesitan ritmo ni partidos para alcanzar su mejor nivel. De los que pasan de cero a cien en pocos segundos. De los que un día están abandonando una pista de entrenamiento con el gesto torcido porque el dolor del tobillo no se va y a la semana y media ganan uno de los torneos más difíciles y prestigiosos del mundo. Esos tenistas son especiales y son peligrosos. Y tiene 20 años.
🏆 Más títulos de Masters 1000 antes de cumplir 21 años (desde que se inició el ATP Tour en 1990):
— Relevo (@relevo) March 17, 2024
🇪🇸 Nadal: nueve.
🇪🇸 Alcaraz: cinco.
🇷🇸 Djokovic: cuatro.
🇺🇸 Chang: tres.
🇺🇦 Andrei Medvedev: tres. pic.twitter.com/ZyyC6qOvWV
Alcaraz se ha demostrado a sí mismo en Indian Wells que hay muy pocos jugadores que le puedan hacer frente cuando está inspirado. Que se lo digan a Sinner o Medvedev. "Ganar este torneo significa mucho para mí. Estoy muy feliz porque ganar un Masters 1000 te da una motivación extra para seguir, para Miami y para lo que viene. Estoy muy contento de haberme sobrepuesto a los problemas y de haberlos solucionado", decía el domingo en el desierto californiano.
Cuando hablaba de esos problemas, se refería al tobillo, pero bien podría ser por la sequía que arrastraba. El número dos de la ATP llevaba ocho meses sin ganar un título, desde Wimbledon 2023, y los meses finales del año pasado fueron especialmente duros mentalmente para él. Se le hizo larga la temporada y desde el US Open sufrió un bajón importante que acabó incluso con un toque de atención público de su entrenador, Juan Carlos Ferrero, durante las ATP Finals. Todo eso está olvidado ahora mismo: Alcaraz se ha reencontrado a sí mismo en Indian Wells y ha dado a sus rivales la peor noticia posible. Está de vuelta.