Canadá hace historia y levanta su primera Copa Davis tras superar a Australia
El combinado norteamericano, liderado por Félix Auger-Aliassime, barre al cuadro oceánico y alcanza la cima del tenis pese a los esfuerzos de Álex De Miñaur.

About time! ¡Por fin, Canadá! 110 ediciones de Copa Davis han tenido que pasar para que un país sin gran tradición tenística, carente de campeones de Grand Slams en el circuito masculino, haya levantado este domingo en Málaga su primera Ensaladera. Doblete de excepción de un combinado que ya venció en la ATP Cup a comienzos de año. Premio merecido para un grupo de jugadores que, desde 2019, cuando se quedaron a un solo paso ante España, lleva buscando las mieles del éxito con insistencia. Les ha llegado el momento. Por madurez, por química y, sobre todo, por tenis.
La noche del sábado, a 16 horas para que arrancara la gran final ante Australia, el equipo canadiense acababa de imponerse a Italia en el dobles definitivo de la semifinal. Sin pasar por la ducha, como con prisa, todavía sudados, Auger-Aliassime y Pospisil atendieron a la prensa junto al resto de sus compañeros. Acababan de clasificarse para su segunda final de Copa Davis. Pero nadie festejaba. Los rostros eran serios. "Mañana es el último paso. Estamos preparados para darlo todo".
Con la misma prisa, al menos en apariencia, Shapovalov abrió la veda este domingo ante las 9.500 personas que acudieron al Martín Carpena. 6-2 y 6-4 contra Kokkinankis y a otra cosa. El australiano, desdibujado, parecía no estar en el partido. Lento, sin correr todas las bolas y frustrado en el banquillo, el número 95 del ranking mostró una inconsistencia con la que se empeña en ocultar un talento innegable. Victoria para Shapovalov, por fin, la primera de esta Davis como solista, y primer punto para Canadá. 1-0.
Pocos minutos después, Félix Auger-Aliassime y Álex de Miñaur, primeras espadas de ambos contendientes, daban pequeños saltitos junto a la red, mirándose con las pulsaciones aceleradas. Ayudaba, claro, el ambiente tenso del Carpena. En el circuito profesional, solo un precedente entre ambos: victoria para el canadiense este verano en Cincinnati (6-3, 6-2). Había llegado el momento. Moneda al aire. Primer saque para Auger-Aliassime.
Juego aquí, juego allá, todo transcurría normal. Hasta que llegó el break para Canadá. Auger-Aliassime tomó ventaja y no la soltó hasta el final de la primera manga. De poco sirvieron las inagotables piernas de De Miñaur. Enfrente, de rojo, el pupilo de Toni Nadal se mostraba superior. No por nada es la sexta mejor raqueta del planeta.
En la segunda manga, la ruptura llegó antes, en el tercer juego, con 1-1. Ahí, con De Miñaur dubitativo al servicio, Auger-Aliassime sacó el martillo. Un lado, otro, vuelta al anterior y winner al contrario. Fácil para el mejor jugador del torneo, ganador esta temporada de los ATP 500 de Rotterdam y Basilea, así como los ATP 250 de Amberes y Florencia.
Con todo, De Miñaur tuvo tres bolas de break en el ecuador del segundo set. Desaprovechó todas. Juego para Auger-Aliassime y victoria moral, anticipando incluso a la deportiva. Tres juegos más tardaría en inclinarse la balanza del lado canadiense. Con el saque, como si no hubiera jugado dos partidos seguidos hace menos de 24 horas, Auger-Aliassime movió a su rival de lado a lado y sentenció la final (6-3, 6-4; 2-0 para Canadá).
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— Copa Davis (@CopaDavis) November 27, 2022
Después de 109 años, Canadá festeja su primera conquista en la Davis 👏🤩@felixtennis venció a De Miñaur por 6-3 y 6-4 en el segundo punto. #CopaDavis #byRakuten | @TennisCanada pic.twitter.com/2hRdx9CCew
"Todavía me queda mucho por mejorar, pero ahora mismo quiero celebrar este título con mis compañeros", confesó el número 6 del mundo a Relevo tras la conclusión, feliz, ya con la réplica del trofeo a su vera. Junto a él, ya sin la gorra, Frank Dancevic, capitán de los canadienses, tenista de segunda fila a comienzos de siglo cuyo mejor resultado fue un 65º puesto en el ranking, allá por 2007, se mostró emocionado antes de levantar el trofeo: "Es increíble, no puedo estar más orgulloso de estos jugadores y de cómo han representado al país. Es una sensación indescriptible".