Todo lo que dice una foto y un beso a Feliciano López

En los últimos días, buscando fotos de Feliciano López jugando la Copa Davis, esa competición que le hizo gigante, me encontré esta de Rafael Nadal subido a sus brazos, agarrándole con fuerza la cabeza y besándole en la frente. Aunque no es una final de la Copa Davis y ni siquiera aparece la famosa Ensaladera, resume a la perfección lo que ha sido Feli para el equipo español. Un estandarte, un sostén, un hombre que ha disfrutado como pocos de la competición que ahora dirige.
Recuerdo perfectamente aquella Davis de 2019. Porque era la primera con el 'formato Piqué', en Madrid, en la Caja Mágica, con eliminatorias a tres partidos. La foto fue tomada por el compañero de la agencia EFE Juanjo Martín justo después del partido de dobles entre España y Reino Unido. La victoria le daba el pase a España a la final, en la que acabaría ganando a Canadá para levantar su sexta Ensaladera.
De esas seis, Feli tiene cinco (2004, 2008, 2009, 2011 y 2019), las mismas que Nadal. Ese abrazo y ese beso del balear en la Caja Mágica ya los había recibido antes de muchos otros compañeros y capitanes. Como Fernando Verdasco en aquella final inolvidable en Argentina en 2008. "A Nadal le sacaremos los calzones del orto", había dicho, bravucón, Juan Martín del Potro. Pero a Nadal no le sacaron nada del orto ni de ningún sitio porque su rodilla le impidió jugar. Al resto de españoles, tampoco, porque Feliciano López se puso la capa de héroe: tumbó a Del Potro, entonces top ten, y ganó el dobles junto a Verdasco.
Feliciano López es sinónimo de tenis en hierba, de saque y volea, pero también de Copa Davis. Debutó en 2003 y ha estado presente en 31 series. Ha jugado en dobles, en individuales, en hierba, en tierra, en dura, bajo techo y al aire libre. Ha viajado a Australia, a Eslovaquia, a Perú, a Bielorrusia, a Rumanía y a la India.
Pero, ¿qué tiene la Copa Davis que le gusta tanto a Feli? "La Copa Davis ha sido incomparable. Si cogemos solo las emociones, yo creo que las Copa Davis que hemos ganado y algunos partidos míos concretos me han producido la mayor alegría de mi carrera", decía hace unos meses en una entrevista con Relevo. "Sobre todo por el hecho de poder compartirla con más gente. Cuando juegas el circuito, juegas para ti. Obviamente hay un equipo detrás, pero es un deporte individual y las alegrías o las derrotas al final te las comes tú solo. Cuando juegas para un equipo, para unos compañeros, para un país, es distinto, porque lo compartes. Esas emociones no me las ha producido nada".
He leído en las últimas horas en las redes sociales a algún tuitero que se reía de que Feliciano López es el tenista con más derrotas de la historia. Efectivamente, nadie ha perdido más veces que el toledano: un total de 490 veces. Para el que no entienda de tenis puede ser un dato escandaloso. Pero nada más lejos de la realidad: si ha perdido tanto, es porque ha jugado más de 20 años al máximo nivel. Como bien apuntaba el compañero Fernando M. Carreño, de Marca: "¿Saben quién es el jugador con más tiros fallados en la NBA? Michael Jordan".
No, Feliciano López no es el Michael Jordan del tenis. No va de eso. Es indudable también que lleva varios años alejado de su mejor nivel y que su nombre ha inundado durante muchas épocas las páginas de la prensa rosa por sus líos amorosos. Pero yo me quedo con otros besos: los que le dieron los Nadal, Verdasco y compañía.