El emotivo discurso de Nadal ante sus alumnos que resume su filosofía de vida: "Fracasar sólo es malo si no sabéis levantaros"

A lo largo de su carrera, Rafael Nadal se ha puesto miles de veces delante de los micrófonos, en ruedas de prensa, en zonas mixtas, en actos, en entrevistas... y rara es la vez que sus palabras han pasado desapercibidas. A diferencia de otras estrellas del mundo del deporte, el balear no tiene un discurso plano. Podrás estar de acuerdo o no con él, con lo que dice y lo que defiende, pero de lo que no hay duda es de que Nadal desarrolla y justifica sus explicaciones.

Muchas veces, el campeón de 22 Grand Slam se sentaba delante de los periodistas tras una dura derrota y podía estar hablando y reflexionando durante 20 minutos, dando respuestas con sustancia y sosegadas, lejos del calentón del momento.

Lógicamente, todo ha tenido una evolución. Al principio apenas sabía inglés y se defendía cómo podía ante las preguntas de los medios internacionales. Y con el paso del tiempo tuvo también que aprender a dar discursos, a subir a un atril y hablar delante de la gente con naturalidad.

Y es precisamente uno de esos discursos, el que pronunció en la graduación de su Academia en 2022, una de las mejores muestras de la filosofía y los valores que ha estado acompañando al balear a lo largo de su vida.

"Me gustaría incidir en que los grandes objetivos en la vida no se consiguen de un día para otro. Se consiguen normalmente luchando, peleando y aprendiendo de las caídas", dijo Nadal aquel 8 de junio delante de los 33 alumnos del colegio internacional que hay dentro de las instalaciones de la Academia.

"Estoy convencido de que todos vosotros vais a ser grandes profesionales y lo más importante, buenas personas. Pero también os digo por experiencia que en el camino vais a encontrar con momentos que quizás no esperabais y con decepciones que os harán dudar probablemente de todo. Son estos los momentos en los que debéis apoyaros en vuestra familia, vuestros amigos y las personas de confianza que os recordarán cuáles eran vuestros sueños y vuestros objetivos para volver a soñar con ellos", añadió Nadal, al que le han asediado los problemas físicos desde que era un juvenil.

"Fracasar solo es malo si no sabéis cómo levantaros y volver a pelear. A veces caeréis una vez y otra vez y otra vez. Pero es entonces cuando tenéis que ser humildes y aceptar que a veces las cosas no salen como queremos. Por eso, en una sociedad que demasiadas veces creo que se inclina por las cosas a corto plazo, yo prefiero reivindicar dos virtudes que parecen estar un poquito pasadas de moda, la humildad y la perseverancia", continuó Nadal ante los alumnos, sus familiares y el profesorado del colegio.

"Si sois pacientes y tenéis la persistencia y el optimismo necesario para no rendiros, tendréis mucho ganado en esta vida, no lo dudéis. Pero también os digo que las virtudes no llegan de inmediato, también hay que trabajarlas en el día a día, en vuestra actividad cotidiana, siendo puntuales, entrenando lo que toca, estudiando cada día, teniendo respeto y obediencia a vuestros padres, siendo generosos con vuestros amigos, siendo tolerantes con los que os rodean. Son esas pequeñas cosas las que al final marcan la diferencia y las que os harán mejores profesionales y grandes personas para la sociedad".