Djokovic se la pega y no descarta que haya sido por el botellazo: "Sentí náuseas, mareos, sangre..."

El tenis vive momentos extraños. Con Carlos Alcaraz y Jannik Sinner lesionados y ausentes en Roma, todos los focos de Masters 1000 italiano apuntaban a dos viejos rockeros: Rafael Nadal y Novak Djokovic. El primero se despidió el sábado y el segundo ha seguido ese mismo camino este domingo. Pero mientras lo de Nadal era en cierta manera más comprensible, lo de Djokovic es un bombazo.

El número uno del ranking ATP ha caído por un inapelable 6-2 y 6-3 frente al chileno Alejandro Tabilo, 32º de la clasificación mundial, y se ha despedido de Roma en la tercera ronda. Desde que debutó en el torneo en el año 2007, Djokovic había alcanzado siempre los cuartos de final. 

La derrota acrecienta las dudas de Djokovic justo a las puertas de Roland Garros, donde defenderá el título a partir del 26 de mayo. El serbio llegará al segundo Grand Slam con apenas 12 victorias en todo el curso y ningún título en el bolsillo.

La última vez que Djokovic se presentó en Roland Garros sin un título fue en 2018. El serbio perdió en aquella edición en cuartos de final ante el italiano Marco Cecchinato, aunque meses después ganaría Wimbledon y US Open y acabaría el año como número uno.

Desde luego que no han sido los mejores días de Djokovic en Roma. El viernes, mientras firmaba autógrafos, le golpeó una botella metálica en la cabeza de forma fortuita y tuvo que ser atendido por los médicos.

"No sé si eso me ha afectado. Tengo que comprobarlo. El entrenamiento ha sido diferente. No sentí nada especial, pero tampoco tuve las sensaciones de siempre", ha señalado después del campeón de 24 Grand Slam.

"Hoy lo sentía bastante mal, no en términos de dolor, sino en términos de equilibrio. Simplemente no tenía coordinación. He sido un jugador totalmente diferente que hace dos días. Puede ser que haya influido. No lo sé, tengo que hacerme chequeos y ver qué pasa".

"Fue una situación muy desafortunada para mí. Fue un accidente. El chico se inclinó en la valla, la botella se le cayó de la mochila y me cayó directamente en mi cabeza. Fue algo inesperado", ha añadido el número uno. "Sentí un golpe muy fuerte en mi cabeza. Después de eso, recibí atención médica y pasé como media hora o una hora con náuseas, mareos, sangre, muchas cosas diferentes. Logré dormir bien, pero tuve dolores de cabeza".

"El día de ayer lo pasé bastante bien, así que pensé que estaba bien. Y quizás esté bien. O quizás no. Quiero decir, hoy me sentí en la pista como si un jugador diferente se hubiera puesto mis zapatos. Simplemente no tenía ritmo, tempo ni equilibrio. Es un poco preocupante".