El día que España descubrió al Rafa Nadal futbolista: "No fallo un penalti aposta en el Bernabéu ni de broma"
En 2007 el tenista dejó a todos boquiabiertos en un partido solidario contra Iker Casillas.

Santiago Bernabéu. 30 de noviembre de 2007. Rafa Nadal e Iker Casillas se citan en el estadio del Real Madrid para presentar un partido solidario para luchar contra la malaria. En los vestuarios, instantes antes de saltar al césped, el tenista manacorí suelta una frase que refleja ese gen ganador que le han llevado a convertirse en uno de los tenistas más laureados de la historia. "No fallo un penalti aposta en el Bernabéu ni de broma".
"Se nos ocurrió citar a los medios en el Bernabéu. Rafa tenía que hacerle a Casillas el mayor número de aces posibles y después tirarle cinco penaltis. Recuerdo que antes de saltar al césped le expliqué a Rafa todo el proceso y que tenían que quedar en empate para que luego dijesen que tendrían que desempatar el partido dentro de un mes. Rafa me contestó: A ver, que lo entienda bien. Me estás diciendo que si le meto dos aces a Casillas, luego le meto dos penaltis y me queda uno por tirar, ¿tengo que fallar el último lanzamiento para que quedemos en empate? Tú no conoces a Rafa Nadal. No fallo un penalti aposta en el Bernabéu ni de broma'". La anécdota, recordada a Relevo por Jesús Rodríguez, organizador de aquel evento solidario Amigos de Casillas vs. Amigos de Nadal, es sólo un adelanto de lo que el 20 de diciembre de 2007 se vivió en el Pabellón Arena de Madrid.
"Me llamó Nadal personalmente para invitarme a aquel encuentro benéfico. Me sorprendió mucho que me llamara él ", cuenta a Relevo el expiloto de F1 Pedro de la Rosa. Ahora comentarista de carreras en DAZN, De la Rosa fue junto a Carlos Moyá, Raúl González, Miguel Ángel Nadal, Alberto Contador, Frédéric Kanouté, Sergio García, 'El Pato' Abbondanzieri y Andy y Lucas, integrante de aquel equipo capitaneado por el tenista balear. Primero tocó coger las raquetas y después, partidillo de fútbol.
«Todo el mundo le buscaba para darle un pase»
"Rafa Nadal no sabe no competir. Da igual a lo que juegue. Al fútbol, a los trompos... Es competitivo a más no poder. Yo creo que no puede ser de carne y hueso", apunta al otro del teléfono el excolegiado Rafa Guerrero. Con más de 400 partidos a sus espaldas, el leonés fue el encargado de dirigir aquel 'partidillo' solidario en el que Nadal fue un espectáculo y anotó seis goles a Casillas.
When Rafael Nadal ran rings around everyone and scored a goal against Iker Casillas 😮💨
— Olly 🎾🇬🇧 (@Olly_Tennis_) September 27, 2023
Tennis, golf, AND football 👏
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"Fíjate. He arbitrado 315 partidos en Primera División y a 174 internacionales y me sorprendió mucho la calidad futbolística que tenía Rafa. Sabe jugar. No es que ese día le saliera bien, no. Es que dominaba el balón, dominaba el tiempo, físicamente era una bestia. Le acompañaba todo", señala el exárbitro.
"Pese a que era un evento solidario, él quería ganar. El gen competitivo que tiene es brutal. Es cierto que los futbolistas estaban un poco en desventaja cuando tocaba jugar al tenis y por eso ahí Rafa no se lo tomó muy en serio, porque si no habría sido un abuso. Pero en lo demás se dejó la piel", apunta el creador y organizador del evento Jesús Rodríguez. "Era nuestro líder. Todo el mundo le buscaba para darle un pase", apunta Pedro de la Rosa.

La arenga en los vestuarios y unas zapatillas para el recuerdo
Pero Rafa Nadal no sólo deslumbró a compañeros y a los presentes en las gradas del Pabellón Arena de Madrid cuando el balón echó a rodar. Antes de saltar a la pista, algunos ya se quedaron boquiabiertos con la capacidad de liderazgo del tenista. "Recuerdo que en los vestuarios era el que decía dónde nos teníamos que colocar cada uno. Era muy ordenado con todo", confiesa el expiloto de F1. "Rafa no sólo ejerció de capitán por conveniencia. Pese a que era un acto solidario, él quería ganar y estuvo arengando a los suyos. Todo el mundo flipó con él", añade Jesús Rodríguez.
"Lo ordenaba todo. Era entrenador, jugador y no fue árbitro porque no le dejé. Fui a sacarle una amarilla y se puso de rodillas para que no se la mostrara", dice Guerrero. "Me acuerdo que Sergio Ramos le hizo un caño y que Nadal se tiró al suelo avergonzado tapándose la cara. Por mucho futbolista que sea, Ramos le había hecho un túnel y a él le jodía", cuenta Rodríguez entre risas. "En uno de los golazos que metió, Cannavaro, que era del equipo de Iker, le hizo el gesto de limpiarle la bota".

El resultado fue lo de menos. Aquella tarde se lograron recaudar 100.000 euros contra la malaria. Todos se sienten superorgullosos de haber contribuido a ello y algunos, como Pedro de la Rosa, incluso, se llevaron a casa algún obsequio que no olvidarán jamás. "Lo que pasó es que Rafa no me informó de que también íbamos a jugar al tenis y no me llevé ningunas zapatillas. Se lo comenté, se quitó las suyas y me las dio. ¡Las que llevaba puestas! Tienen sus plantillas y ponen Rafa por detrás. Todavía las tengo y cuando voy a jugar un partido de tenis, que suele ser uno cada 10 años, me las pongo. Puedo chulear de que Rafa Nadal me dio sus zapatillas".
Pese a que han pasado ya dieciséis años de aquel encuentro, nadie olvida la exhibición que Rafa dio aquella tarde sobre las pistas del Madrid Arena. Porque, como coinciden todos, "si no hubiese sido tenista hubiese sido futbolista o golfista".