El gesto de grandeza en los vestuarios que cierra para siempre los Nadal-Djokovic: "No te retires, Rafa"

Cuando la pelota se quedó en la red y se acabó el partido, el último de todos, Rafael Nadal y Novak Djokovic caminaron hacia el centro de la pista y se fundieron en un caluroso abrazo. Se susurraron incluso al oído, una escena que choca claramente con el frío saludo que protagonizaron hace apenas dos meses en los Juegos Olímpicos de París.

En aquel momento había mucho en juego y se trataba de la pista Philippe Chatrier, el escenario de muchas de sus batallas, pero esta vez era una exhibición y ya sí que sí la última vez que se iban a enfrentar en una pista de tenis. La rivalidad más grande de todos los tiempos tuvo su epílogo en un partido amistoso en Riad, algo impropio, y las muestras de respeto y admiración se sucedieron en los minutos posteriores.

Todavía en la pista, Djokovic ofreció un discurso para quitarse el sombrero que muestra el máximo respeto que se tienen entre ambos a pesar de la brutal rivalidad que han mantenido durante casi dos décadas. "No sé por dónde empezar. En 2005 jugamos nuestro primer partido... Quién iba a decir que íbamos a estar 20 años después habiendo jugado 60 partidos en los escenarios más grandes de este deporte. Tengo el máximo respeto para ti, eres un atleta y una persona increíble. La rivalidad ha sido increíble, muy intensa, espero que en un futuro tengamos la oportunidad de sentarnos en una playa y bebernos algo reflexionando sobre la vida y hablando de cualquier cosa", señaló el campeón de 24 Grand Slam.

"Me gustaría felicitar a tu equipo y tu familia por la increíble carrera que has tenido. También es un éxito vuestro", añadió dirigiendo la mirada al banquillo. "Sé todo el sacrificio que habéis tenido que poner en la carrera profesional. Me puedo imaginar los altibajos que habéis pasado con él, así que os merecéis esto tanto como él. Enhorabuena por esta carrera tan increíble".

"Podría hablar toda la noche... Ha sido un honor increíble, como te he dicho en la pista. Ha sido un honor haber compartido contigo la pista. Es un día muy emocionante, hemos jugado muchos partidos durante tantos años... No dejes el tenis, Rafa, quédate con nosotros un poco más. Quiero acabar con un gracias de todo el mundo del tenis a ti por todo lo que has hecho. Dejas un legado increíble".

Después fue el turno de Nadal, que fue algo más comedido. "Gracias por todos los momentos que hemos compartido en nuestras carreras. Ha sido una rivalidad increíble. Me has ayudado a superar mis límites durante más de 15 años. Sin eso, seguramente no sería el jugador que soy ahora mismo", le dijo el balear.

La muestras de respeto y cariño continuaron después en los vestuarios del Six Kings Slam. Lejos de las cámaras de televisión, Nadal y Djokovic se volvieron a juntar y se intercambiaron unas raquetas firmadas. Un gesto de enorme grandeza, como también lo fue la fotografía que hicieron ambos equipos y que subió el serbio a sus redes sociales.

En ella están, de izquierda a derecha y de arriba a abajo: Rafael Maymó, fisioterapeuta de Nadal; Charly Gómez-Herrera, team mánager de Djokovic; Djokovic; Nadal; Carlos Moyà, entrenador de Nadal; Benito Pérez-Barbadillo, su jefe de prensa; Marc López, su segundo entrenador; Miljan Amanovic, fisio de Djokovic; Mark Madden, agente del serbio; y Carlos Costa, agente de Nadal.