La historia del villano número uno del tenis que convierte a Kyrgios en un modelo de conducta y al que Nadal considera único
Max estrena un documental sobre Ilie Nastase, una de las grandes personalidades de la historia del tenis.
![La historia del villano número uno del tenis que convierte a Kyrgios en un modelo de conducta y al que Nadal considera único](http://s1.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202406/06/media/cortadas/ilie%20Nastase-RtiiQNGe15c2R1esb8cEbCJ-1200x648@Relevo.jpg)
Ilie Nastase es el primer número uno de la historia del ranking ATP. Hablamos del año 1973, cuando aparece por primera vez el ranking, y este rumano era mucho más que un jugador de tenis. Capaz de tirarle bolazos a los jueces de silla, tapar el objetivo a los fotógrafos, tumbarse en medio de la pista y al mismo tiempo deslumbrar con una raqueta de madera que componía melodías para gozo de la Rumanía comunista de aquellos años.
'Nasty: mucho más que tenis' es el perfecto nombre escogido para este documental que puede disfrutarse en la plataforma Max y lo es porque así era le llamaban sus compañeros del circuito. El mote de 'sucio' no podía ser más preciso en devolución a los que él mismo repartía a todos y cada uno de los jugadores a los que se enfrentaba. Uno de ellos 'Negroni' se lo dedicaba al mito estadounidense, Arthur Ashe, con quien tantas batallas tuvo en la pista y amistad fuera. Impensable en el mundo de hoy como elucubrar sobre el color del hijo de Serena Williams para un tono "chocolate con leche". Esto ya fue como capitán del equipo rumano de la Davis y le costó una acusación pública de racismo por parte de la campeona estadounidense.
Con todo este curriculum es difícil pensar que la película documental te haga adorar a 'Nasty' al mismo tiempo que lo odias. Se entiende si ves y escuchas, principalmente a sus compañeros del circuito. Desde John McEnroe pasando por Bjorn Borg, Mats Wilander, Billie Jean King y por supuesto su gran amigo Jimmy Connors. Todos coinciden en que nunca hablaba ni actuaba con mala intención, que era su manera de expresarse, de hacer comedia y en la ayuda que otorgó a muchos tenistas, principalmente en cuadro femenino, cuando el tenis no era lo que es ahora. Porque en aquellos años se ganaba el dinero justo y a partir de Nastase, con la ayuda de su mentor Ion Tiriac, el tenis entró en otra dimensión.
![Nadal, en el documental de Nastase. Max](http://s3.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202406/06/media/cortadas/nadal-U05012536135yqX-624x385@Relevo.jpg?cw=780&ch=481)
Así lo cuenta Rafa Nadal, que participa en el formato, y define al rumano en lo deportivo como "un pionero que nos abrió el camino al resto. Hizo lo que le divertía y consiguió ser único". Y tanto que lo fue, hacía lo que le daba la gana y llevó el tenis al "show business". El deporte para élites y con modales de internado pasó su época de 'casa de campo' para entrar en el rock and roll y a veces el metal. Nastase atraía a los que gustaban del tenis a y los que no. Ese magnetismo y ese espectáculo gamberrro le llevó a programas de televisión, espectáculos circenses y a vivir rodeado de mujeres con las que se relacionaba en las élites americanas.
Ilie Nastase era el jugador que "bailaba cuando golpeaba" como explica en el documental Toni Nadal y al mismo tiempo el bandido que se sentaba en la estructura del juez de silla, le movía el gorro al línea, el que le enseñaba el cheque a Artur Ashe después de ganar el US Open del 72 y el que provocó que el mismo Ashe se largara en el Masters del 75 harto de su actitud en la pista. Dicho esto, se fueron a cenar juntos diez minutos después. "Éramos dos bandidos y nos encantaba serlo", son palabras de otro de los grandes protagonistas del documental, Jimmy Connors. Si Ion Tiriac había sido el mentor de 'Nasty', este lo sería de Jimbo.
Todo esto se queda corto si no lo ves. Sus ademanes, sus bailes, sus risas, su cachondeo con el público, sus brazaletes y sus colores que escaparon del blanco imperante en el tenis. Kyrgios, a su lado, es modelo de conducta. Más de 100 títulos, dos majors individuales y otros cinco en dobles, primer número ATP del ranking. Un personaje único con un arco narrativo propio del mayor villano de la ficción estadounidense. "Uno de los genios de nuestro deporte" en palabras de Rafa y el ejemplo del tenis de antes que a Toni Nadal le gustaba más "porque no se golpeaba tan fuerte y daba tiempo a ver la elegancia de los golpes".
Un tipo único capaz de aparecer en primer plano en el momento más crítico para su país, cuando el dictador comunista, Ceaușescu, ordenó disparar contra la población rumana. Por todo esto y mucho más, merece la pena sentarse a ver este documental con un desfile de estrellas del tenis y del deporte en Rumanía. Y para alucinar con lo que un jugador era capaz de hacer en aquel momento, ciencia ficción para nuestros ojos del hoy.