Un holograma, espaguetis con caviar y un "mindundi": 22 años (y los que quedan) de la relación Nadal-Gasol

Zinedine Zidane acababa de fichar por el Real Madrid, las Torres Gemelas seguían en pie, faltaban seis años para que el primer iPhone viera la luz y Carlos Alcaraz y Victor Wembanyama ni siquiera habían nacido. Año 2001. Barcelona. Pau Gasol, que estaba haciendo las maletas para mudarse a la NBA, asiste a un acto de Nike en el Mercado de las Flores de la Ciudad Condal. "Pau, este chico es Rafa y será el próximo crack del tenis", le dijeron al pívot.

"Vale, vale, pues muy bien", respondió Gasol. Ese Rafa, lógicamente, era Rafael Nadal, un prometedor tenista que acababa de firmar su primer contrato con Nike. El acto acabó, los años pasaron y sus caminos se separaron: pero como Gasol empezó a triunfar en la NBA y Nadal explotó en el tenis, era cuestión de tiempo que volvieran a cruzarse.

Y cuando se juntaron de nuevo, ya nunca se separaron: ni en lo deportivo ni en lo personal. Leyendas absolutas del deporte, campeones de todo y más, Gasol y Nadal estrecharon lazos, grabaron anuncios, compartieron momentos íntimos de gloria, fundaron negocios juntos y hasta pusieron de acuerdo al Partidazo de la Cadena Cope y al Transistor de Onda Cero para realizar un programa conjunto de radio durante la pandemia. Son ya 22 años (y los que quedan) de relación. Y todo comenzó con un personaje poco popular para la mayoría: Jordi Robert.

Conocido en el mundo del deporte como Tuts, Jordi Robert era el creativo de Nike que juntó por primera vez a Gasol y Nadal en aquel lejano 2001 y que todavía hoy sigue siendo el enlace entre la multinacional de Oregón y ambos deportistas. "Hicimos de jurado en un taller de creatividad. Tú debías de tener unos 15 años, eras una promesa", le recordó Gasol a Nadal durante una charla pública que mantuvieron por Instagram durante la pandemia. "Recuerdo aquel momento con mucho cariño. Eras muy joven, un adolescente y me dijiste hola y poco más".

"Sí, yo entonces era muy tímido y era el peque. Vosotros ya erais superestrellas y yo era un mindundi", respondió Nadal en aquella grabación. Tardaron años en volverse a ver y lo que recuerdan ambas partes como el siguiente capítulo de su relación es Roland Garros 2005. El pívot de los Grizzlies acudió a la semifinal en la que Nadal derrotó a Roger Federer camino de su primer título en París. Le gustó tanto la experiencia que terminó siendo un fijo en las celebraciones parisinas de Nadal. Al final era prácticamente el único gran torneo que por calendario -coincide con el final de la NBA- podía acudir con asiduidad.

"Creo que he estado probablemente en ocho o nueve finales ahí en París. Una o dos de ellas fueron ante Roger y fue una oportunidad fantástica para ver a estos dos tíos enfrentándose como lo hacen contra Novak. Son unos clásicos de nuestra generación", recordó Gasol en una entrevista en 2020 con el canal de la NBA. "Quizás sea aburrido que gane siempre, pero cuando le conoces personalmente y eres una persona cercana a su familia, sigue siendo emocionante verle ganar, verle dominar como domina esa superficie y ese torneo durante casi toda su carrera".

Nadal, en cambio, no ha tenido tantas oportunidades de ver a Pau competir en directo. Ambos coincidieron en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, donde el tenista se colgó el oro y el pívot la plata. Nadal iba a ser después el abanderado en Londres 2012, pero una lesión de rodilla le impidió estar en la cita y el destino quiso que fuera Gasol el portador de la bandera en la ceremonia inaugural. Volvieron a coincidir en la Villa Olímpica de Río de Janeiro 2016, cuando Nadal fue el abanderado, y justo un año antes el tenista había viajado a Lille para disfrutar en primera persona del oro de Gasol en el Eurobasket 2015 ante Lituania.

Rebobinemos un tiempo atrás. Porque para entender esos viajes de Gasol a París y de Nadal al Eurobasket hay que retroceder unos años, cuando los dos protagonistas de esta historia empezaron a grabar anuncios juntos. Siendo las dos grandes estrellas del deporte español a mediados de los 2000 -junto con Alonso-, el enlace de Nike propició nuevos encuentros y al final compartieron también otro patrocinador como Time Force, una marca de relojes. De hecho, su primer anuncio juntos fue para la relojera suiza y Nadal y Gasol perdían una carrera con un perro y acababan poniendo copas en un bar en la playa.

Después llegaron más anuncios. Para Iberia, para marca España y, cómo no, para Nike. La multinacional deportiva realizó en 2010 una promo bautizada como Brilla. Ilumina tu país muy aplaudida por la crítica en la que también aparecía Andrés Iniesta. 

Siempre que a uno le preguntan por el otro, lo único que dicen son alabanzas. Se quieren, se respetan y siempre ensalzan los valores del otro y su forma de haber llegado a lo más alto. Sin ruido, sin estridencias, sin polémicas. Nadal fue el último en hablar largo y tendido de su relación. Fue hace un año, cuando los Lakers anunciaron que retiraban la camiseta de Pau.

"Pau es uno de los máximos referentes de nuestro deporte y para mí hay algo que le hace muy especial: es un pionero en conseguir cosas que nunca antes se habían conseguido. Es un buen amigo y es un muy buen ejemplo, por todos los valores que tiene como deportista", señaló el campeón de 22 Grand Slam. "A nivel personal he tenido la suerte de poder vivir algunos de sus momentos inolvidables en directo, de poder compartirlo con él y sus compañeros. He vivido la carrera de Pau de una manera muy cercana".

Esas palabras fueron difundidas en vídeo por el equipo de comunicación del tenista y las imágenes fueron grabadas en un sitio muy especial: justo delante de un holograma que hay de Gasol en el museo de la Academia. El pívot, además, donó una zapatilla y una camiseta para la exposición permanente del complejo, un lugar al que acudió en 2018 para la graduación y al que regresa de vez en cuando para pasar un rato con su amigo Rafa. Su última visita fue hace unas semanas.

Gasol y Nadal comparten también más asuntos. En 2015, de hecho, se unieron junto a otros inversores y famosos como Enrique Iglesias para lanzar una cadena de restaurantes llamada Tatel. Con un plato estrella que son los espaguetis con caviar, Tatel se ha expandido y tiene ya locales en Madrid, Miami, Los Angeles, Doha, Ciudad de México, Riad o Valencia. En los últimos años incluso se unió Cristiano Ronaldo como inversor.

Y también les une su pasión por el golf. Nadal es un auténtico loco de este deporte y Gasol también se ha aficionado con el paso de los años. En septiembre disputaron juntos un torneo solidario en Madrid y ahora siempre que pueden van al campo para echarse unos hoyos y picarse. "Somos amigos, pero también competidores", dice Gasol.