TENIS

La derecha viral de Carlos Alcaraz a 181 km/h esconde un problema del que ya alertó Toni Nadal

El golpe del español en Indian Wells ha dado la vuelta al mundo. Las nuevas generaciones golpean con una potencia nunca antes vista.

Carlos Alcaraz golpea una derecha durante su partido de tercera ronda en Indian Wells. /Tristan Lapierre / Zuma Press
Carlos Alcaraz golpea una derecha durante su partido de tercera ronda en Indian Wells. Tristan Lapierre / Zuma Press
Nacho Encabo

Nacho Encabo

Carlos Alcaraz está ganando cómodamente a Denis Shapovalov en la tercera ronda de Indian Wells. Manda 3-0 en el primer set cuando, a los 17 minutos de partido, las miles de personas que colman las gradas del estadio central sueltan al unísono un "¡Ohhh!" que se alarga varios segundos. La explicación es un golpe de Carlitos, cómo no, una derecha invertida descomunal, un zambombazo que alcanza los 181 kilómetros por hora. Lo único que puede hacer Shapovalov es agachar la cabeza y resignarse. Cuando entra un escopetazo así, no hay mucho que hacer al otro lado de la red.

El vídeo del winner ha corrido como la pólvora en redes sociales, dejando boquiabierto a todo el que lo ha visto. En el tenis es habitual ver golpes a más de 200 kilómetros por hora, pero siempre es con el saque. Durante los intercambios, es bastante complicado que los tenistas peguen a esas velocidades, y que encima les entre la bola. Porque el aumento de la potencia conlleva siempre una pérdida de control. En ese balance lleva trabajando precisamente Carlos Alcaraz desde la pretemporada, cuando le pidió a Babolat, su marca de raquetas, que le enviara nuevos prototipos de su Pure Aero 98 con distinto peso.

La casa francesa colocó varios gramos extra en distintas partes del marco de la raqueta y, después de varios días probando, Alcaraz escogió una raqueta que tenía cinco gramos más. El objetivo estaba claro: generar más potencia con sus golpes sin perder control. "Buscaba mejorar en momentos específicos de los partidos. Me sentí muy bien jugando con esos cinco gramos más. Sentía que la pelota volaba con más fuerza. Así que empecé a jugar con ella y creo que fue un gran cambio", explicaba Carlitos el lunes después de su triunfo sobre Shapovalov.

"Cuando veo partidos antiguos me parece que están a cámara lenta. Es triste, pero es que la velocidad del juego es el cambio más grande que ha habido"

John McEnroe

Antes de subir el peso de su raqueta, Alcaraz ya era de los que más fuerte sacudían la pelota en el circuito. Es algo innato de las nuevas generaciones de deportistas, no ya solo de tenistas: la tecnología, la alimentación y las mejoras en los entrenamientos han elevado el estándar. En el último Open de Australia, hubo una estadística que llamó mucho la atención: durante los primeros días, los organizadores mostraron un rótulo con las derechas más potentes del torneo. Eran las de Joao Fonseca (181 km/h) Giovanni Mpetshi-Perricard (180 km/h) y Alcaraz (178 km/h). ¿Qué tienen en común? Pues que Carlitos y Mpetshi-Perricard nacieron en 2003 y Fonseca, en 2006. Son el futuro.

La advertencia de Toni Nadal: «No debería haber este maltrato físico»

"Ahora hay muchos jugadores de dos metros o que los rozan. Y encima cuentan con una tecnología de raquetas con la que pueden darle un 40% más de potencia que antes. Y las cuerdas también han evolucionado para dar efectos que nosotros ni habíamos escuchado", señalaba en este sentido John McEnroe hace unas semanas, durante una entrevista con el podcast Served, de Andy Roddick. "Golpean a la pelota de una manera totalmente diferente. A mí me encanta ver el tenis y cuando veo partidos antiguos me parece que están a cámara lenta. Es triste, pero es que la velocidad del juego es probablemente el cambio más grande que ha habido en el tenis".

Esta tendencia a golpear cada vez más fuerte tiene una cara oculta: las lesiones. Un estudio realizado hace unos años por la Clínica del Tenis de Mapfre concluía que la velocidad y la fuerza del golpeo son los motivos de que las lesiones hayan aumentado en el tenis, sobre todo en el hombro, la espalda y la cadera.

"El desgaste y el maltrato físico son inevitables en nuestro deporte y esto, a mi entender, no debería ser así. El problema se viene evidenciando desde hace tiempo"

Toni Nadal

Toni Nadal, que siempre ha sido un defensor de la estrategia frente a la fuerza, lleva mucho tiempo advirtiendo de que el tenis se equivoca en buscar un deporte en el que golpear a semejantes velocidades sea la norma. "Hoy voy a lamentar, una vez más, que los dirigentes del tenis lleven tanto tiempo sin hacer nada por proteger un poco a los jugadores de una disciplina que, paulatinamente, se ha vuelto demasiado agresiva", escribía el tío y exentrenador de Rafael Nadal en una columna publicada en 2023 en El País y titulada "Salvemos al tenista".

"Parece que nadie está dispuesto a frenar la velocidad de la bola, dificultando, además, la vistosidad de la ejecución y de la táctica, y a rebajar la brusquedad a la que se somete el cuerpo de los tenistas para devolverla y para mantener, a su vez, la rapidez requerida. Se ha ido optando, en cambio, por alargar mucho más los circuitos en pista dura en detrimento de los escasos meses en tierra batida", añadía. "El desgaste y el maltrato físico son inevitables en nuestro deporte y esto, a mi entender, no debería ser así. El problema se viene evidenciando desde hace tiempo y, ni así, se ha tomado ninguna medida para aminorar la intensidad de los peloteos".

El tenis lleva tiempo evolucionando hacia un deporte más rápido en todos los sentidos y los dirigentes han introducido cambios con el único objetivo de acortar los partidos. Ya no hay finales de Masters 1000 a cinco sets, se instaló el tie break en el set decisivo de los Grand Slam, se colocó un reloj en pista para que los jugadores no pierdan tiempo, se eliminaron muchos torneos en tierra batida y de tanto en tanto se escuchan nuevas ideas como el punto de oro en el deuce.