Davidovich encuentra el antídoto a sus fantasmas e impresiona en Mónaco: "He mejorado como persona, he madurado"
El semifinalista de Montecarlo da las claves: "Cuando puedes controlas las cosas de fuera es más fácil controlar las emociones dentro".

Alejandro Davidovich ha inyectado de esperanza al tenis español tras una semana descomunal en Montecarlo. De momento, está ya en las semifinales tras derrotar sin piedad a Popyrin por 6-3 y 6-2 y parece haber dejado atrás por completo, aunque solo sea por unos días, esa losa que siempre le ha acompañado. El malagueño ha ofrecido con frecuencia una imagen de inestabilidad, de inconsistencia en el juego, de lanzar una moneda al aire cada vez que está sobre la pista. Las dudas siempre han sido parte de él, lo que le ha llevado a perder finales y contar con nefastas rachas de resultados. Ahora, él mismo asegura haber dado un paso fundamental para su reconstrucción.
"Como dije el jueves en el partido contra Jack Draper fue una montaña rusa y tenía que cambiar a nivel mental si quería sacar adelante el partido. He demostrado que he podido hacerlo tal y como he estado haciendo esta temporada", aseguró tras imponerse a Popyrin. Se refería en concreto a ese duelo de cuartos contra el inglés, en el que se impuso por 6-3 en la primera manga, cayó 7-6 en el segundo y consiguió cerrar con 4-6 en el tercero. Un baile de emociones en el que supo mantenerse en pie, firme, sin dudar.
Una evolución de su progreso, que también mostró con un gran resultado ante Etcheverry y doblegando a Ben Shelton tras caer en el primer set. Tres años después, Davidovich está en semifinales de Mónaco y se verá las caras con Carlos Alcaraz. Pero, ante todo, ya ha ganado. "Me da fuerzas para competir en semifinales y estar a gran nivel". Y hasta habla de su hipotético rival en la final, una muestra de que desde fuera se le ve entre los mejores: "Me da igual quién gane. Al final va a ser un partido muy bueno y complicado con cualquiera de los dos".
See you in the semis! 👋
— Rolex Monte-Carlo Masters (@ROLEXMCMASTERS) April 11, 2025
Alejandro Davidovich Fokina takes out Popyrin 6-3 6-2 to advance into a third career Masters 1000 semi-final#RolexMonteCarloMasters pic.twitter.com/vZJLqmyr6x
Pero la clave de todo este asunto es su capacidad de superación y su espíritu. Su testimonio habla por sí solo: "He mejorado como persona, he madurado. Cuando puedes controlas las cosas de fuera de la cancha es más fácil controlar las emociones dentro de ella. Ha quedado demostrado el progreso que estoy logrando este año".
Razón no le falta. Tras forjarse en Adelaide, cayó en octavos en Australia, arrasado por Paul. Antes, sacó adelante dos complejísimos encuentros, remontada mediante, ante Auger-Aliassime y Mensik. Otra gran semana en Delray Beach acabó con final dramático, en la final ante Kecmanovic. El primer paso es llegar, perfilar será el siguiente reto. Lo mismo le ocurrió en Acapulco: remar, remar, remar y perder en el duelo decisivo ante Machac.
Aquel capítulo sin duda influyó en la temprana caída ante McDonald en Indian Wells. Tampoco pudo ante la fortaleza de Tiafoe en Miami. Ahora llega Montecarlo, la tierra batida, su escenario. Ya van cuatro victorias seguidas, ninguna de ellas asequible a priori. Y un billete en las semifinales, que no es poco. Un mensaje de esperanza para el tenis nacional, mucho más que un Carlos Alcaraz contra el mundo. Un mensaje de esperanza que parte de encontrarse consigo mismo: "He mejorado como persona, he madurado".