Lo del otro día no fue un espejismo: Rafael Nadal se exhibe y ya está en cuartos de Brisbane

Treinta y cinco minutos en pista necesita Jason Kubler para sonreír. Está siendo arrasado, no encuentra soluciones. Por fin se apunta un juego y recibe el aplauso de la grada de Brisbane. Al otro lado de la red, un señor de casi 38 años empeñado en demostrar que su 2024 no va a ser de comparsa. Para nada. Menuda exhibición de Rafael Nadal para confirmar que su ilusionante regreso del martes no fue un espejismo.

Aquejado por problemas en el brazo derecho -recibe la asistencia médica en tres ocasiones-, Kubler termina cediendo por 6-1 y 6-2 ante un Nadal que sigue dando pasitos en busca de ese nivel que le permita soñar en grande. Todavía es pronto, muy pronto, para aventurarse, pero este arranque de temporada de Nadal no cabía en ningún análisis hace unos meses, cuando ni el mismo sabía si iba a poder competir de nuevo.

"Ha jugado mejor de lo que esperábamos", decía Carlos Moyà a L'Equipe  tras el partido ante Thiem. El objetivo, insistía Moyà en el diario francés, es que Nadal alcance su pico de forma en la primavera, con la vista puesta en Roland Garros. Sin embargo, viendo los fogonazos de Nadal en este arranque de 2024 cabe preguntarse si no llegará antes. ¿Y si es en Australia? A estas alturas de la carrera de Nadal, poco o nada sorprendería ya del campeón de 22 Grand Slam.

Es cierto que sus dos rivales hasta el momento han sido el número 98 (Thiem) y el número 102 (Kubler) del ranking ATP. El de mañana en cuartos de final (11:00 horas, en Movistar+) será el número 55, el también australiano Jordan Thomspon, y después empezarían las curvas con Grigor Dimitrov (14º) y Holger Rune (8º) en el horizonte. "Para ver el nivel de Rafael hay que esperar y verle con los mejores", advertía esta semana su tío y mentor, Toni Nadal, en declaraciones a Relevo.

De momento, lo que está claro es que Nadal está de vuelta en unos cuartos de final un año y medio después. La última vez que pisó la ronda de los ocho mejores en un torneo fue en Wimbledon 2022, en un partido en el que justamente sufrió una rotura abdominal que le obligó a retirarse antes de las semifinales. Desde entonces, ha vivido un calvario: primero con el abdomen y después con el psoas. Pero Nadal está viendo la luz al final del túnel.

Nadal se ha mostrado muy feliz de nuevo con el tenis que ha desplegado en la Pat Rafter Arena de Brisbane. "Creo que he empezado el partido jugando muy bien, con buena determinación. Había visto vídeos de Jason antes de partido y he intentado ser agresivo. Ha funcionado bien y ha sido un partido muy positivo. Estoy muy feliz de tener otra vez la oportunidad de jugar mañana", ha indicado el exnúmero uno del ranking mundial.

"Sumar dos victorias después de tanto tiempo fuera hace que me sienta feliz. Necesito partidos, necesito salud y seguir entrenando bien. Por supuesto los dos partidos aquí ayudan, incluso el dobles. Las victorias y pasar tiempo en pista ayudan. Para mí jugar es una gran noticia. Me siento competitivo, es todo lo que quiero".