Nadal vuelve a la tierra 682 días después para encarar su despedida: "La sensación es que es mi último Godó"
El tenista manacorí confirma las "buenas sensaciones" y participará en el torneo barcelonés aunque note que se acerca el final.
La última imagen de Rafa Nadal sobre tierra es icónica, seguramente la que mejor define una carrera de leyenda que roza su final por edad (37) y por el castigo de décadas de tenis salvaje, de victorias épicas y derrotas para el recuerdo, de rivalidades por el mundo en distintos idiomas. La imagen se tomó hace 682 días, sobre la arcilla de la Philippe Chatrier, con la Copa de los Mosqueteros, en su 14º Roland Garros. Este martes, 682 días después, retomará su carrera en la tierra que le hizo grande en su casa, en el Real Club Tenis de Barcelona, ante el italiano Flavio Cobolli (nº63 ATP).
Desde entonces, el manacorí no pudo jugar la temporada de tierra de 2023, un año que pasó en blanco después de su lesión en el Open de Australia. Y este 2024 fue baja en Montecarlo por una lesión abdominal que le ha lastrado y le ha mantenido en duda hasta el último momento. Pero ahora reaparecerá. "Las sensaciones fueron buenas, así que mañana (por este martes) jugaré", explicó el ganador en 12 ocasiones del Open Banc Sabadell-Trofeo Conde de Godó, en una sala de prensa que se quedó pequeña ante la expectación generada.
[Nadal - Cobolli en directo: sigue el resultado del partido del Conde de Godó]
Momentos antes, junto a la zona de prensa, en una de las pistas más alejadas de los curiosos, Rafa Nadal practicó por última vez en una mañana nublosa en Barcelona, con menos calor que las jornadas casi veraniegas del fin de semana. "Mi sensación es que es mi último Godó. Saldré a por todas", dijo el manacorí, sin tapujos, mensaje que repitió en más de una ocasión y que nace de los problemas que le han ido lastrando el último año y medio: "He tenido malos momentos y otros que han compensado".
El saque: “Tengo que asumir las cargas progresivamente”
Nadal no quiso hurgar en sus lesiones ("sabemos lo que hay, de los problemas no me apetece hablar, ni de la abdominal. Me canso de contar mis penurias cuando no tengo motivo"). La última, como advierte, fue abdominal y le perjudica el saque, eso sí que lo ha reconocido el exnúmero 1 mundial: "He sacado muy poco, tengo que asumir las cargas de forma progresiva. Es lo que hay. Hay que convivir con la incertidumbre y ver las cosas de manera positiva. Quiero disfrutar de estar en casa, aquí estoy, eso es mucho", comentó Nadal, que no quiso hacer pronósticos para el futuro después de no poder estar la semana anterior en Montecarlo (´"me dolió", comentó): "El futuro no puedo encararlo de ninguna manera. Mañana es mi segundo torneo. Será difícil planificar estas cosas", dijo.
Con un mensaje reflexivo y claro, Nadal puso palabras a las sensaciones que fue desprendiendo desde su llegada al Godó el miércoles, cuando piso la pista central que lleva su nombre nada más aterrizar y ya intuyó que participaría: "Es especial, pero no sé si es el que más ilusión tengo, he venido aquí muchas veces a ganar y también estaba ilusionado".
Con la baja de Carlos Alcaraz, a quien Nadal desea una rápida repercusión, todas las miradas se centran en el manacorí, que podrá despedirse de su casa, en Barcelona, y espera hacerlo de la manera más competitiva posible. Este martes empezará un camino repleto de homenajes, como los que ha ido recibiendo desde que pisó el RCTB.