La nueva y desenfrenada vida de Roger Federer entre Goofy, hamburguesas y Fórmula 1
El extenista suizo mantiene una agenda muy ajetreada en sus primeros diez meses después de colgar la raqueta. Ha rechazado una oferta de la BBC para comentar Wimbledon.

El mundo del tenis ya tiene sus ojos sobre la hierba de Wimbledon y a muchos aficionados se les revuelve algo el estómago cuando ven que la de 2023 es la primera edición con Roger Federer siendo ya un extenista.
El suizo escribió las mejores páginas de su historia particular en la catedral del tenis. En el All England Club no sólo ganó ocho de sus 20 títulos de Grand Slam, sino que alzó también el primero de todos, en 2003. "Nunca pensé que fuera posible ganar un Grand Slam", dijo hace ahora 20 años el hombre que elevó el tenis a una nueva dimensión con su estilo y con su legendaria rivalidad con Rafael Nadal.
Pero sus días de gloria ya terminaron y desde septiembre de 2022 su vida ya no gira en torno al tenis. Aquejado de problemas en la rodilla, colgó la raqueta en la Rod Laver Cup con un partido de dobles junto a Nadal. Inolvidable aquella imagen de los dos llorando en el banquillo y dándose la mano.

La gira mundial de Roger Federer
Aquel 23 de septiembre, Federer colgó la raqueta para siempre. Llevaba ya más de un año sin competir, intentando por todos los medios evitar lo inevitable. Y comenzó su nueva vida: la del Federer como exdeportista, como tenista jubilado. "Roger viaja ahora más que cuando jugaba", ha señalado recientemente Ivan Ljubicic, el que fuera su entrenador durante su última etapa. "Hacemos un esfuerzo por vernos algunas veces al año. Su nueva vida no es aburrida, ni mucho menos".
Federer y Ljubicic se juntaron por última vez mientras que se estaba jugando Roland Garros. Vieron juntos, de hecho, la semifinal entre Alcaraz y Djokovic. "Aunque la mayoría del tiempo estuvimos en la playa, nos vas a disculpar", añadía Ljubicic durante su entrevista con el medio serbio Sportklub.

Desde luego que Ljubicic tiene razón. Aburrirse, lo que es aburrirse, no es un verbo que esté en el vocabulario de Federer. Según su Instagram, desde septiembre ha estado en algunas de las principales metrópolis del mundo como Tokio, París, Nueva York, Londres o Miami. También se ha dejado ver por Suiza, Alemania y también en Lesoto con su fundación.

Ha estado en un Gran Premio de Fórmula 1, ha visitado Disneyworld, se ha fotografiado con Goofy, Mickey y Minnie, ha pisado la alfombra de la Met Gala, ha asistido al Madison Square Garden para ver a los Knicks de la NBA, ha esquiado y también ha paseado por la calle que lleva su nombre en Halle, la ciudad alemana en la que ha ganado diez veces el torneo. Incluso ha presentado una escultura suya semidesnudo y ha subido fotos comiéndose una hamburguesa, esos placeres que el deporte de élite normalmente prohíbe.

Rogando para poder entrar a Wimbledon
Una de las principales anécdotas de estos meses de Federer se produjo precisamente en Wimbledon. Fue a finales de noviembre, cuando el suizo viajó a la capital británica para ver a un doctor que le evaluara el estado de la rodilla. Cuando salió de la consulta, tenía todavía un par de horas hasta que saliera el avión hacia Suiza, así que decidió visitar Wimbledon junto a su entrenador de siempre, Severin Lüthi. ¡Pero no le dejaban entrar!
"Fui a la puerta por donde normalmente entran los invitados", relató el suizo durante el programa The Daily Show. Se bajó del coche y fue a hablar con la mujer de seguridad que custodiaba la entrada. Y Federer desarrolló punto por punto la conversación que mantuvo:
- Estaba pensando cómo podía entrar en Wimbledon. ¿Dónde está la puerta?
- ¿Tienes el carnet de socio?
Federer se quedó pensando. "No sé, ¿tenemos carnet? Cuando ganas Wimbledon te hacen socio de forma automática, pero yo no sé nada del carnet de socio, igual lo tenía en casa", comentó entre risas a Trevor Noah, el presentador de The Daily Show. La conversación continuó.
- No, no tengo el carnet, pero soy socio y me preguntaba por dónde puedo entrar.
- Sí, pero tienes que ser socio.
- Soy socio. Normalmente cuando estoy aquí es porque estoy jugando, pero como hay mucha gente entro por otro sitio. Es la primera primera vez que vengo sin que se esté jugando el torneo. ¿Por dónde puedo entrar?
- Es por el otro lado, pero tienes que ser socio.
- He ganado este torneo ocho veces, por favor, créeme, soy socio.
Federer volvió a subirse al coche y junto a su entrenador dieron la vuelta a las instalaciones e intentaron entrar por otra puerta. Ahí ya reconocieron al campeón de 20 Grand Slam y Federer pudo entrar al club. "Se me pasó por la cabeza ir a la otra puerta a saludar a la vigilante", señaló.
¿Será entrenador en el futuro?
Federer siempre ha dicho que en el futuro quiere seguir ligado al tenis. "Amo este deporte y quiero seguir involucrado de alguna manera. No voy a ser un fantasma o un extraño que desaparece", avanzó ya durante la Laver Cup de 2022, cuando puso el ejemplo de Björn Borg, ausente de Wimbledon durante 25 años. "Eso duele a cualquier aficionado. Yo no voy a ser ese tipo de persona. Siento que el tenis me ha dado mucho. He estado en el circuito mucho tiempo y me he enamorado de muchas cosas".
No es nada descartable verle como director de un torneo o como capitán en alguna competición por equipos. Ofertas seguro no le van a faltar… La BBC incluso le hizo una para que trabajara durante la quincena de Wimbledon como comentarista, pero el suizo la rechazó. "Primero pensé que sería genial comentar los partidos de tenistas de mi generación contra los que jugué, pero no quería hacerlo en el año siguiente a retirarme", dijo hace unos días. Tal vez comente algún día o tal vez nunca.