OPEN DE AUSTRALIA

El cabreo de Djokovic con su equipo en pleno partido: "Es un error capital"

Durante su partido de cuartos se puso a gritar y a gesticular hacia su banquillo porque no encontraba algo en su bolsa y nadie le mirada.

Novak Djokovic, en el momento que grita a su equipo durante los cuartos de final del Open de Australia. /AFP
Novak Djokovic, en el momento que grita a su equipo durante los cuartos de final del Open de Australia. AFP
Nacho Encabo

Nacho Encabo

Melbourne.-Novak Djokovic se agarró este martes un buen cabreo con su equipo durante el primer set de su partido de cuartos de final ante Taylor Fritz. Tras desaprovechar ocho pelotas de break en los tres primeros juegos del partido, el serbio se sentó en la silla y se puso a gritar hacia su palco al ver que no le hacían ni caso.

Los tres primeros juegos habían sido larguísimos -el primero solo duró más de 16 minutos- y hacía un calor insoportable en la Rod Laver Arena. Aunque normalmente suele esperar unos juegos más para reponer energías, el desgaste había sido tal que Nole se puso a buscar algo en su bolsa. Sacó un tupper, pero no encontraba lo que quería. Hizo un gesto como que quería un gel, pero nadie de su palco le estaba mirando.

Así que el campeón de 24 Grand Slam levantó el brazo para llamar su atención. Estuvo haciendo aspavientos varios segundos. Pero ni por esas. Fue entonces cuando Djokovic, ya cabreado, pegó un grito que se escuchó en toda la pista. Ahí ya sí: el técnico Goran Ivanisevic, el agente Charly Gómez-Herrera, el fisio Miljan Amanovic y el preparador físico Marco Panichi posaron su mirada en el tenista. En ese momento, Djokovic les echó una bronca a la distancia y a base de gestos. "Me tenéis que estar mirando", parecía decir el número uno.

Djokovic es un jugador que rara vez esconde sus emociones. Se le ha visto muchas veces discutir con su equipo y en alguna ocasión, incluso, ha llegado a echar a algún compañero de su banquillo. La última vez que ocurrio fue hace justo un año, en el torneo de Adelaida, donde expulsó a su hermano Marko y a los que eran sus agentes en aquel entonces. Fue un papelón.

Esta vez, en Melbourne, tenía bastante razón. Al menos así lo ve una de las personas que mejor le conoce y que ha estado durante muchos sentado en su palco. Boris Becker, que entrenó a Djokovic entre 2014 y 2016, cree que el equipo tiene que estar siempre pendiente del jugador, incluso en los cambios de lado.

"Ha sido como un gol en propia meta. Si tienes cuatro personas en el palco, una o dos tienen que mirar. Es un error capital no estar pendiente de Djokovic", ha señalado Becker, que está comentando el Open de Australia en Eurosport.

"Novak quiere tener la sensación de que el equipo está ahí en cada punto, que lo anima y que sufre con él. Si ese no es el caso, pues ocurren estas cosas", ha añadido el extenista alemán, que durante sus tres temporadas con Djokovic el serbio conquistó seis Grand Slam, entre ellos los primeros de su palmarés en Roland Garros y US Open.