Djokovic, hasta el infinito y más allá

Novak Djokovic ha entrado este domingo en una nueva dimensión. Por resumirlo en una sola frase y sin adjetivos rimbombantes: el serbio ha ganado su Grand Slam número 22, su décimo Open de Australia y este lunes recuperará el número uno del ranking.

Todo ello al borde de los 36 años y con el alma herida tras su deportación de hace un año. Su rugido llega a Basilea, a Manacor y a todo rincón del mundo: quiere ser el mejor tenista de todos los tiempos y no va a parar hasta conseguirlo.

Su 6-3, 7-6 (7-4) y 7-6 (7-5) sobre el griego Stefanos Tsitsipas en la final del Open de Australia supone un nuevo bocado del serbio en esa carrera de fondo que mantienen con Roger Federer y Rafael Nadal por el GOAT. Razones no le faltan para reclamar ya el trono y el Roland Garros de dentro de unos meses, con Djokovic y Nadal empatados a 22 Grand Slam, será la batalla de las batallas.

Si la tierra batida parisina es territorio Nadal, la Rod Laver Arena de Melbourne es territorio Nole. Son diez finales jugadas y diez ganadas. Incontestable, indomable, inabordable y todos los in- que se les ocurran. Porque este tenista no parece de este planeta. Hasta el infinito y más allá, que diría otro hombre del espacio exterior.

Hace diez años, allá por el 2013, Rafael Nadal iba recortando poco a poco la distancia con Roger Federer en la carrera de los Grand Slam. El suizo tenía ya 17 en la mochila y Nadal acabaría esa temporada con 13 en su casillero, por lo que el debate era más que lícito. Muy pocos pensaban en aquel momento que Djokovic podría llegar a discutir cara a cara con Federer y Nadal. El serbio había ganado ya seis grandes, pero estaba todavía a una distancia sideral. Una década después, Nole tiene ya en sus vitrinas 22 Grand Slam, dos más que Federer y los mismos que Nadal. Con el suizo retirado y el español en la enfermería cada dos por tres, parece cuestión de tiempo que Nole les acabe mirando por encima del hombro.

Si no siguen en Twitter a @tenista_quemado, háganlo ya mismo. Fan incondicional de Djokovic, al que apoda El Psicópata, suele desgranar con fina ironía los títulos y las victorias del balcánico. Este domingo dio en el clavo con su análisis al término del segundo set: cuando mejor estaba Tsitsipas, cuando más estaba sufriendo Nole, el griego desaprovechó un set point y acabó entregando el parcial en el tie break.

Nuestro querido amigo Tenista Quemado se acordó de Tsitsipas y de esa generación de jugadores que sí pero no. Que quieren y no pueden. Tampoco es raro: hoy Tsitsipas, ayer Medvedev, están jugando ante los mejores tenistas de la historia. Pero sí: "les tiemblan hasta los ojos".

Djokovic empezó el torneo con una lesión en los isquiotibilaes, cancelando entrenamientos y con el muslo vendado. Lo ha terminado jugando un tenis sublime, sin limitación física aparente y sin la venda. Una recuperación milagrosa. A mediados del torneo, Toni Nadal, entrenador durante dos décadas de Rafael Nadal, escribió un artículo en El País en el que aseguraba que no dudaba de la lesión pero que entendía las dudas. Al decir eso, claro, lo único que hizo fue elevar los interrogantes sobre el muslo del balcánico.

"Confío en la magia de Miljan", dijo Djokovic en Australia sobre el hombre al que se encomendó para que su muslo izquierdo no le impidiera levantar su vigésimo segundo Grand Slam. Dicho y hecho: la magia de Miljan Amanovic, el fisio que resucitó cuatro veces, surtió efecto.

Carlos Alcaraz perderá mañana el número uno del mundo, que volverá a estar en manos de Djokovic. Pero estate tranquilo, Carlitos, que tu tiempo volverá. En algún momento los Djokovic y Nadal colgarán la raqueta y os dejaran a ti y a tu generación vía libre.

Has estado 20 semanas en lo más alto, igualando a una leyenda como Wilander, y dejando atrás a jugadores como Boris Becker o Andy Roddick. Ahora te toca recuperarte de la lesión, volver como un toro en Buenos Aires y empezar a construir tu regreso al número uno. Pero no lo vas a tener fácil: Nole va a empezar este lunes su semana número 374 en el nº1, dentro de un mes superará el récord absoluto de Steffi Graf y a saber cuándo lo deja libre.