Jessica Bouzas, la promesa del tenis de "mirada asesina" que apuesta por el físico de Llorente

"¡Estás más fuerte que el vinagre!", grita desde la otra punta del gimnasio Amaya Valdemoro, leyenda del baloncesto, mientras Jessica Bouzas suda la gota gorda con una mancuerna en cada mano. Le cuesta seguir el ritmo de su preparador físico, pero esta gallega de 20 años inunda los pulmones de aire, exhala y completa el ejercicio. Lo tiene claro: sabe que tiene que sufrir si quiere dar el salto.

El salto, ¿a dónde? "A mi máximo. No pienso en un ranking, sino que cuando acabe mi carrera no me quede ni una pizca de pena de decir que no lo di todo", responde Bouzas, una de las grandes promesas del tenis español, que confía en que 2023 suponga un antes y un después.

Para ello, ha dado un giro de 180 grados a su vida: ha dejado la Academia de tenis de David Ferrer en Jávea, donde vivía desde los 13 años, para instalarse en Madrid y rodearse de un equipo nuevo. Se ha puesto a las órdenes de Javier Martí, ex entrenador de Paula Badosa; ha fichado por la agencia de representación All In Sports; y tiene como preparador físico a Adolfo Madrid, que trabaja con varias estrellas de LaLiga. Es una apuesta por un sueño.

Nacida en Villagarcía de Arosa el 24 de septiembre de 2002, Jessica Bouzas estaba hace un año en el puesto 358 del ranking de la WTA y ahora arranca el 2023 siendo la 193. Todavía tiene que quemar muchas etapas, pero en este inicio de temporada la vida le sonríe. Además del nuevo equipo, ha viajado por primera vez a Australia y ha compartido equipo con Rafael Nadal y compañía en la United Cup. Ahora está en la fase previa del Abierto de Australia, (debuta este martes sobre las 06:00 de España ante la holandesa Arantxa Rus) donde busca su primera participación en un Grand Slam. Ese torneo al que hace unos años tuvo desgraciadamente que renunciar. "Para mí fue bastante duro no poder venir a Australia cuando era júnior por el tema económico. No pude costearme el viaje. Pero casualidades de la vida, la recompensa al 2022 va a estar allí". A 16.000 kilómetros de casa. Muy lejos, aunque ella está acostumbrada a vivir lejos de su hogar.

Porque ella, gallega, tenía un hándicap enorme: el clima lluvioso y frío. Las grandes academias de España están a orillas del Mediterráneo y no en Galicia, donde sus padres le apuntaron a unas clases de tenis cuando era una niña. "Empecé a jugar y me enamoré", dice.

Se enamoró tanto, que con 13 años hizo la maleta y se fue a vivir con su madre a Jávea, un pequeño pueblo de la costa alicantina donde Ferrer, el actual capitán de la Copa Davis, vive y tiene su academia. Allí creció y se formó, pero en 2022 se dio cuenta de que necesitaba nuevos retos. "Sentí que necesitaba cambiar y justo se dio la casualidad de que poco antes Javi Martí lo dejó con su jugador y al final fue pura casualidad y coincidencia. Le escribí y empecé con él".

Javi Martí, técnico de Badosa entre 2020 y 2021, estaba negociando con un tenista estadounidense, pero esas conversaciones no fructificaron y le llegó la llamada de Jessica. "Tiene potencial para pelear con las mejores", asegura el entrenador, que llegó a ser 170 del ranking ATP en 2012. "Es una chica muy humilde, con ganas de trabajar y que escucha bien".

Jessica y Javier ya se conocían de antes a través de la hermana pequeña de éste. De hecho, en julio de 2022 trabajaron juntos en un par de torneos y en uno de ellos ganaron el título. "Estoy súper agradecida de que Javi pueda darme esta oportunidad, de que pueda enseñarme los conocimientos que él tiene", comenta Jessica. "Ha estado arriba y sabe ver a las jugadoras. Le pregunto muchas cosas (sobre Paula Badosa) que espero poder vivirlas".

La otra gran novedad para este 2023 ha sido poner su cuerpo en las manos de Adolfo Madrid. Conocido por moldear el espectacular físico de futbolistas como Marcos Llorente o Borja Iglesias, Adolfo Madrid es ahora el encargado de pulir la complexión de esta joven tenista.

"Tiene muy buenas capacidades físicas y habilidades a la hora de moverse. Es una chica coordinada. Lo que hay que conseguir ahora es darle un poco de estabilidad a nivel articular, mejorar el core y perfeccionar ciertos puntos", resume el preparador físico.

Con una llamada telefónica. Así empezó a construirse la unión entre Jessica Bouzas y Adolfo Madrid. Javier de Carlos, el nuevo mánager de la tenista, pensó que Adolfo era la persona idónea para el proyecto y el preparador, que nunca antes había trabajado con tenistas, no se lo pensó dos veces y aceptó la propuesta. "Esto es un reto para mí. He trabajado con jugadores de pádel, pero nunca lo había hecho con tenistas", apunta.

Adolfo ha diseñado un plan de preparación física, de fisioterapia y también de alimentación. En las primeras semanas trabajando juntos, de la dieta de Jessica han desaparecido los lácteos, el gluten, el trigo y los cereales. "La excelencia está en los pequeños detalles", comenta, y destaca una cosa por encima de todas en Jessica. "Tiene un talento que no es tan fácil de encontrar: el trabajo. Pone cuerpo y alma en lo que hace".

"Adolfo me da caña, pero la regula. Sabe lo que necesito", responde la gallega después de acabar exhausta una sesión matutina con su preparador. Un rato después está sobre la pista de la Ciudad de la Raqueta escuchando los consejos de Javier Martí. No hay descanso. "Cuando la he visto jugar me he dado cuenta que tiene ese gesto que acompaña a la gente que tiene ese gen competidor ganador", dice Adolfo Madrid. "Tiene mirada asesina".