La clasificación de Nadal a los octavos de Madrid esconde un peligro: "A ver cómo me levanto"
Tras necesitar tres horas para batir Cachín, Nadal deberá volver a jugar mañana martes. Será un duro examen para su estado físico.

Un día antes de debutar la semana pasada en el Mutua Madrid Open, Rafael Nadal ofreció una rueda de prensa en la Caja Mágica y casi todos los medios coincidieron en el titular. "Si estoy como hoy en París, no salgo a la pista", advirtió el campeón de 22 Grand Slam sobre su presencia en Roland Garros. En esa misma comparecencia, Nadal dejó otra frase que quizás pasó desapercibida pero que ahora, con su clasificación a los octavos de final en el bolsillo, conviene recordar.
"El objetivo es terminar el torneo vivo, en términos de físico", indicó el balear durante las preguntas en inglés. Lo que quería decir Nadal es que no iba a arriesgar lo más mínimo. Aunque Madrid es uno de los torneos más importantes en su carrera, ahora mismo, al borde de los 38 años y tras casi dos años sin competir con regularidad, su único objetivo es no lesionarse y llegar con garantías a Roland Garros, que arranca el 26 de mayo en París.
"Es lo que le intentamos trasladar ahora mismo, que no tiene que jugar sólo un torneo, sino que tiene que jugar una serie de torneos. Por muy lejos que ahora lo vea, París está en el horizonte", decía estos días a Relevo su entrenador, Carlos Moyà, a la hora de analizar la última versión de Nadal. Un Nadal "con el freno de mano puesto".
Sin descanso entre partidos
Nadal ha mejorado notablemente en Madrid respecto a lo que ofreció recientemente en Barcelona, donde reapareció tras cuatro meses sin competir. Sin embargo, su clasificación a los octavos de final con su 6-1, 6-7 (5-7) y 6-3 sobre Pedro Cachín esconde un peligro: tras la batalla de tres horas ante el argentino, Nadal tendrá que volver a salir a la pista mañana martes para enfrentarse al checo Jiri Lehecka (31º de la ATP con 23 años).
El partido será en el segundo turno de la noche, sobre las 22:00 horas, en una decisión que no ha sido nada fácil para Nadal porque se perderá la ida de las semifinales de Champions entre el Bayern y el Real Madrid. Pero ha sido él quien ha pedido al torneo jugar a esa hora para tener más tiempo para recuperarse físicamente. "Desgraciadamente, no es una hora que me hubiera gustado, pero dadas las circunstancias lo más prudente es jugar a esa hora y no a las 16:00", ha señalado Nadal en rueda de prensa.
Hasta el momento, el español ha tenido siempre un día de descanso entre partidos en Madrid y tanto su tenis como su movilidad han ido de menos a más. "Hace tres semanas estaba en la academia sin poder sacar y casi sin poder moverme y perdiendo con los chicos de la academia día sí y día también", ha señalado sobre los avances. La gran duda está en el físico: en Barcelona, tuvo que jugar dos días seguidos -martes con Cobolli y miércoles con De Miñaur- y en la segunda jornada tenía la gasolina justa.
Ahora en Madrid deberá calibrar bien los esfuerzos. "Vamos a ver cómo me levanto mañana, ojalá que bien", ha indicado el propio Nadal a pie de pista nada más deshacerse de Cachín. Luego, en rueda de prensa, ha añadido: "Hasta que mañana vea cómo estoy, esto no se sabe, es mi realidad actual. Vamos a ver si soy capaz de jugar dos días seguidos, de jugar con garantías y poderlo competir. Espero que sí, pero es una incógnita. Hace mucho que no juego asumiendo estas cargas en partido oficial. Si puedo competir mañana, habrá sido una semana muy positiva".
Aunque pueda parecer sorprendente, Nadal no se esperaba estar luchando en Madrid por un puesto en los cuartos de final. Pero la realidad es que el cuadro se le ha abierto al balear con su victoria ante De Miñaur y la temprana derrota de Tsitsipas. Si vence a Lehecka, se mediría en cuartos a Medvedev o Bublik, dos tenistas a los que no se les da especialmente bien la tierra batida. Pero eso es mirar demasiado adelante. Lo primero es lo primero y ya lo ha dicho él mismo: "A ver cómo me levanto mañana".