24 horas con Feliciano López en el Mutua Madrid Open: "Mi mente no está acostumbrada a este ritmo"
El teléfono móvil del director del torneo echa humo estos días. Tiene reuniones, encuentros con políticos y comidas. "Con tantos jugadores, surgen problemas de todo tipo", dice a Relevo.

Atravesando el gimnasio donde calientan los tenistas antes de salir a pista y dejando después a mano derecha el vestuario donde se cambian los cabezas de serie, se llega a las oficinas centrales del Mutua Madrid Open. Es viernes por la tarde, la segunda semifinal masculina ha durado apenas media hora y el ambiente está raro. "Es como si nos hubiera mirado un tuerto", dice un trabajador sobre la sucesión de abandonos en los últimos días. Unos pasos más adelante, con vistas a las pistas exteriores, Feliciano López se sienta en su despacho.
Es un despacho pequeño, apenas unos metros cuadrados, nada grandilocuente para un puesto como el de director del Mutua Madrid. "Il Capo", se lee en una bufanda que está encima del escritorio con el rostro de Carlo Ancelotti con gafas de sol y fumándose un puro. "Fui el otro día al partido del Manchester City y me la compré", dice el extenista.
Il Capo del Mutua se sienta y charla con Relevo sobre su día a día en el Mutua. Tiene reuniones, recibe a políticos, al rey Felipe VI, atiende los invitados VIP, ve algo de tenis -"Cuando puedo, sobre todo me gusta ver a los españoles, pero a veces no tengo tiempo"- y está atento a lo que puedan necesitar los tenistas. Y no son precisamente pocos: son 192 sólo de los cuadros individuales, 96 del masculino y 96 del femenino.
"Con tantos jugadores surgen problemas de todo tipo. Por ejemplo, hay días en los que Madrid tiene mucho tráfico y a un jugador no se le ha recogido. Entonces te llaman y te toca solucionarlo. En un torneo de tanta gente pasan muchas cosas y tienes que estar pendiente todo el rato", comenta el hombre que llegó a ser número 12 del ranking ATP en 2015.
La primera reunión, a las 8:30
Las dos semanas que dura el torneo son un no parar para Feliciano López y su equipo, sobre todo los primeros días, cuando hay partidos a todas horas y en todas las pistas. "La primera semana tiene muchas cosas. Estás atendiendo una cosa y te llaman para que vayas a otro sitio. Y así todo el rato. La segunda ya se va relajando todo". En la primera semana, Feliciano llega a la Caja Mágica sobre las ocho de la mañana porque a las 8:30 hay una reunión diaria con los jefes de departamentos.
"Ahí tratamos lo que ha pasado el día anterior y cosas importantes que vayan a venir. El homenaje a Rafa, por ejemplo, se empezó a tratar en esas reuniones. Se invierte mucho tiempo, hay que pensar, compartir, uno dice una idea, otro dice otra... Está todo muy estudiado para que salgan las cosas bien", prosigue. Esa reunión diaria desaparece durante la segunda semana, cuando se celebra cada dos días y en un horario más benévolo.
Durante la primera semana de esta edición, Feliciano López fue el anfitrión también de una importante reunión con los máximos dirigentes de la ATP, la WTA, los Grand Slam y los Masters 1000 en la que se debatió sobre el futuro del tenis y la entrada de Arabia Saudí. "El último día les invitamos a comer a todos", dice.
Una cita que es diaria llega a las 13:00 horas y es en las oficinas. Es la reunión para trazar los horarios del día siguiente, en la que participan Feliciano López, la ATP, la WTA y representantes de las televisiones con derechos. Ahí se decide qué partidos se disputan en las pistas principales y a qué horas. Después atiende compromisos con patrocinadores, marcas, invitados y también atiende a los medios de comunicación. "En la primera semana siempre vamos a las radios", añade.
Un ritmo frenético
Padre de dos niños, Feliciano López apenas pasa tiempo en casa durante el torneo. Va a dormir y poco más. "Me voy de aquí cuando acaba el último partido, que suele ser sobre las doce de la noche, aunque a veces es más tarde. El día que más tarde salí fue el de la despedida de Rafa, que me quedé un rato después del homenaje, estuve con él, con su familia... Cuando llego a casa los dos niños están dormidos y cuando me levanto les doy un beso y poco más".
Feliciano López asumió la dirección de Mutua Madrid Open en 2018, cuando Manolo Santana decidió dar un paso al costado. Durante los últimos años compaginó su cargo de director con su carrera tenística, un viaje que puso fin a mediados del año pasado en Mallorca. Y aunque lleva ya siete años al frente, todavía no se acostumbra al ritmo.
"Cuando juegas al tenis no estás acostumbrado a estas cosas. Eres tenista y estás pensando a qué hora entreno, a qué hora como, cuándo duermo, cuándo descanso... Pero mi mente ahora tiene que estar a muchas cosas y no estoy acostumbrado. Es duro porque tienes que tener la mente muy fresca y cuando estás a mil historias, tu mente al final desconecta de alguna", dice. "Son dos semanas muy intensas. Esto no es como cuando yo empecé. Ahora somos casi un Grand Slam".