TENIS

Se retira el tenista que retó al 'Big Three' pese a no llegar al 1,70: "El Peque tuvo una vida de gigante"

El argentino Diego Schwartzman anuncia el adiós tras haber alcanzado el top ten en un deporte dominado por gente mucho más alta que él.

Diego Schwartzman saluda a Rafael Nadal tras su duelo en Roland Garros 2021. /Clive Brunskill/Getty Images
Diego Schwartzman saluda a Rafael Nadal tras su duelo en Roland Garros 2021. Clive Brunskill/Getty Images
Nacho Encabo

Nacho Encabo

El 12 de octubre de 2020, justo después de perder ante Rafael Nadal las semifinales del Roland Garros de la pandemia, el argentino Diego Schwartzman irrumpió por primera vez en el top ten del ranking ATP y se situó en el puesto número ocho. Aquel fue su techo en la clasificación del mundo. Estaba rodeado de los mejores y todos, absolutamente todos, le miraban por encima del hombro. Pero hablamos en el sentido figurado.

Novak Djokovic (1,88 metros) lideraba el ranking, seguido de Rafael Nadal (1,85), Dominic Thiem (1,85), Roger Federer (1,85) Stefanos Tsitsipas (1,93), Daniil Medvedev (1,98), Alexander Zverev (1,98), Matteo Berrettini (1,96) y Andrey Rublev (1,98). Ahí, entre esos gigantes, estaba Schwartzman con sus 1,70 metros oficiales. Por algo le apodan El Peque. "Te aseguro que Schwartzman es más bajito, no llega al 1,70", decía hace años un trabajador de la ATP que pasaba cada semana viajando con los jugadores.

Schwartzman atraviesa ahora a sus 31 años una mala racha de resultados -está en el puesto 142 del ranking ATP- que le ha llevado a tomar la decisión de colgar la raqueta. "Cada rincón de la cancha, cada segundo entrenando, cada punto compitiendo, cada momento fui inmensamente feliz. Lo viví con tanta intensidad que hoy me resulta difícil mantener. Todos esos momentos tan lindos se han convertido en algo que hoy lleva peso y me cuesta seguir disfrutando plenamente", ha señalado el argentino en un post que ha colgado en Instagram.

"Tengo problemas peores que ser 10 centímetros más bajo que todos los demás. No pienso en lo alto que soy o cuánto más grande es mi oponente. Sé que hay una diferencia, pero ¿y qué?"

Diego Schwartzman

"Por un lado, dejar una vida que me dio tanto es una decisión demasiado difícil, pero por otro lado, lo feliz que fui jugando al tenis me impulsa a seguir queriendo mantener la sonrisa dentro y fuera de la cancha como siempre lo hice. Sin embargo, hoy esa sonrisa por momentos me cuesta encontrarla. En mi interior, un animal competitivo me impide disfrutar, jugar y viajar como solía hacerlo", ha añadido Schwartzman, que jugará una serie de torneos en este 2024 antes de retirarse definitivamente delante su público durante el Argentina Open de 2025.

"El tenis me ha dado todo lo que tengo y mucho más que llevaré conmigo para siempre. Fue un viaje maravilloso y ustedes fueron una parte vital de él. Por eso quería comunicarlo acá y agradecerles, porque 'El Peque' tuvo una vida de gigante".

El hándicap de la altura

Jugar al tenis moderno midiendo 1,70 metros y estar entre los mejores es un auténtico logro. El deporte, como bien analizaba recientemente Toni Nadal, es de los pegadores. El saque es el golpe más importante y ahí la altura tiene un impacto determinante. Por algo sólo tres de los 28 tenistas que en algún momento han alcanzado el número uno del ranking ATP han medido menos del 1,80: Lleyton Hewitt, Marcelo Ríos y Jimmy Connors.

Schwartzman ha sido prácticamente toda su carrera el jugador más bajito de todo el top 100. Siempre se enfrentaba a tipos más altos y con los brazos más largos. Siempre estaba en desventaja. "En el tenis, para aspirar a ser un supertop, evidentemente que con su estatura está más complicado porque al final tienes un hándicap que es el saque", decía Nadal sobre el tenista argentino en 2018. "Tal y como funciona el tenis, desgraciadamente o no, el servicio tiene demasiado impacto en el juego".

Sin saque, Schwartzman tuvo que construir otras fortalezas: tener una cabeza privilegiada, unas piernas que llegaban a todo y un resto como pocos. Es, de hecho, uno de los mejores restadores de la historia según el ranking matemático que elabora la propia ATP en base a cuatro estadísticas, todas al resto: porcentaje de puntos ganados con primer servicio y segundo servicio, porcentaje de juegos ganados y porcentaje de bolas de break convertidas. Schwartzman es el 14º tenista de la lista histórica y está por delante de muchos exnúmeros uno como Andre Agassi, Carlos Alcaraz, Andy Murray, Lleyton Hewitt, Jimmy Connors, Ivan Lendl o Roger Federer.

Esa eficacia al resto le hizo lograr enormes victorias. Ganó, por ejemplo, a Nadal sobre la tierra batida de Roma. Y lo hizo con contundencia, por 6-2 y 7-5. Atrás deja una carrera con cuatro títulos y otras diez finales perdidas en la que además alcanzó las semifinales de Roland Garros y los cuartos del US Open.

Schwartzman llevó siempre con naturalidad ser el más bajito de la clase. Así de claro se pronunció en un artículo que publicó en 2020 en la web de la ATP. "¿Cómo te afecta medir 1.70m como tenista profesional? ¿Qué crees que podrías haber hecho si fueras más alto? Mi respuesta es siempre la misma: tengo problemas peores que ser 10 centímetros más bajo que todos los demás. Cuando entro a una cancha de tenis, no pienso en lo alto que soy o cuánto más grande es mi oponente. Sé que hay una diferencia, pero ¿y qué?"