MUTUA MADRID OPEN

Todas las versiones de una sola Paula Badosa: "Todo el mundo sabe que tengo una lesión crónica, pero estoy haciendo buena carrera"

La española arranca el torneo con problemas físicos, pero siendo una tenista distinta y con una manera de afrontar el torneo casi opuesta a la del pasado.

Paula Badosa tratándose la espalda durante un partido ante Gravilova en México./Reuters
Paula Badosa tratándose la espalda durante un partido ante Gravilova en México. Reuters
Gonzalo Cabeza

Gonzalo Cabeza

Paula Badosa llega por el pasillo del vip del Mutua Madrid Open rodeada de su equipo y con una sonrisa en la boca. Hace un año era una persona distinta, contrariada, con pocas ganas de jugar. Si se va más atrás todavía, hace por ejemplo tres años, su recorrido hasta su primer encuentro con la prensa hubiese sido con amargura, según ella misma reconoce. También el ranking va cambiando, hoy está entre las diez mejores del mundo, hace un año caía y caía hasta llegar a estar por encima del 100 y casi tener que plantearse jugar torneos satélite.

Es la misma Paula Badosa, la tenista poderosa, talentosa y carismática, pero en cada escena arroja una imagen distinta. La de 2025 es, por descontado, más madura, más segura de sí misma. Lo explica la gerundense con su relación con la prensa, que no siempre ha sido sencilla: "Me lo preguntas hace tres años, os odiaba a todos. Venía aquí y decía, 'yo no quiero responder a nada'. Pero creo que también me estoy haciendo mayor o madurando con la experiencia. Yo creo que lo he entendido, al final estoy haciendo mi trabajo, tú estás haciendo el tuyo, entiendo cómo funciona esto y lo llevo mucho mejor. Empatizo con vosotros, y vosotros conmigo, supongo. Hay veces que obviamente leo cosas que no me gustan, que lo veo muy exagerado, sobre todo lo mío, pero veo también lo de Carlitos muy exagerado, porque es un atleta increíble y cada dos por tres le están poniendo en duda, pero forma parte de estar expuestos. Desde que lo llevo así, pues obviamente vengo aquí y contesto mucho más tranquila".

Su relación con los medios no deja de ser una cuestión menor, aunque forma parte de su vida también. Ese poso que muestra ahora, sonriente y atreviéndose incluso a hacer algunas pequeñas bromas, no es una actuación sino parte de su personalidad. Se ve también en la pista, ha pasado por demasiadas cosas como para no haber evolucionado, hoy se mira en el espejo y cree que la persona que está viendo es capaz de sobrevivir a un huracán.

Algo así le pasa con la espalda, esa espalda que la lleva a maltraer, que da muchos problemas. Tiene una enfermedad crónica y eso la lleva al dolor y a la duda. Incluso en su vida cotidiana, cuando no está jugando.

Llega a Madrid tocada, forma parte de su día a día. "Engañaría si digo que estoy en plena forma, al 100%. Estoy recuperándome. Ha sido quizá una de las veces más duras la recuperación porque es totalmente distinta la lesión esta vez de lo que he tenido pasado, justamente es en el otro lado y era una cosa que me estaba tocando el nervio. Ha sido totalmente distinto es porque lo pasaba fatal en vida normal, porque era constantemente un dolor, me costaba dormir, me costaba andar, entonces ha sido muy duro, pero bueno, he hecho un par de infiltraciones, la primera no me respondió bien, la segunda de momento parece que muy bien. Obviamente cada mañana que me levanto, me levanto asustada, pero de momento el feedback está siendo muy bueno, está siendo positivo", relata la española.

El dolor físico es incapacitante en ocasiones, pero no es solo un problema mecánico, también se infiltra en el alma, empuja al deportista a la duda. ¿Cómo se lleva eso? "No tengo la respuesta o la solución, pero intento llevarlo lo mejor posible, intento desconectar. Obviamente estoy constantemente con feedback, con los médicos, que les agradezco mucho porque están 24/7 por y para mí. Es difícil gestionarlo emocionalmente para mí, sobre todo porque empiezas el año tan bien, ves con buena dinámica. Yo no quiero engañar, pero me sentía como, creo que este va a ser mi mejor año de mi carrera, es como que lo sentía. Y encima empiezo así el año y dices, 'guau, voy como con confianza, seguimos' De repente te paran y ya no es el parón, que es muy duro, es volver al nivel ese, es muy difícil porque se pierde rápido el nivel, la confianza se pierde. Recuperar eso otra vez es todo un proceso que mucha gente no ve, pero que es largo y duro". Es decir, un poco como puede, con un mejor entorno, con más calma y, también, conociendo ya el camino que la ha llevado hasta allí.

"Desde que me lesioné la primera vez hace dos años he intentado aceptarlo. Todo el mundo sabe que es una lesión crónica, que siempre va a estar ahí, y aun así estoy haciendo una carrera muy buena, con estos parones y estos dolores", explica la novena jugadora del mundo.

La psicología es algo importante para Badosa, en parte porque su vida ha tenido altibajos en ese campo. En el tenis español, en las últimas semanas, Sara Sorribes ha anunciado un parón en su carrera por cuestiones de salud mental. Paula, que conoce a su compañera desde la adolescencia, leyó el escrito y lo sintió de algún modo suyo.

"Yo al final crecí con Sara, desde los 13 o 14 años estuvimos en la misma academia Hemos pasado muchos momentos juntas Y obviamente nos tenemos un aprecio muy grande. Cuando vi la carta, obviamente se me puso la piel de gallina. Me supo muy mal. Creo que hay gente que puede empatizar, pero creo que poca gente puede empatizar tanto como yo, más que nada por todo lo que la conozco y por lo que está pasando que yo he pasado. Para mí en estos momentos lo más importante, y también se lo dije, es lo que está haciendo, que me parece muy bien, es tomar decisiones por y para ti. Al final, en la vida solo hay una y lo más importante es que seamos felices", cuenta Badosa.

Estos días empieza el Mutua Madrid Open y Badosa sabe que no llega en su mejor momento, pero como no es la misma que hace dos años, o tres, o cuatro, su óptica es distinta, también cambia un poco la manera de enfrentarse a la Caja Mágica. "Sinceramente, voy a cada torneo y obviamente lo quieres ganar o jugar los máximos partidos posibles y las rondas finales contra las mejores del mundo y retarte ahí y no ver dónde está tu nivel y tus límites. Yo creo que Madrid en sí, también me lo quiero tomar este año, o los siguientes, para intentar disfrutar de todo. Porque al final yo creo que los últimos años lo pasaba más como una agonía que como disfrutar y al final quiero verlo de una manera de 'mira toda esta gente que está aquí viéndote, esa misma gente es la gente que se despierta a las 3 de la mañana para verte en Australia o para verte en US Open'. Y es como que quiero devolverles todo ese amor o cariño",

Será difícil, porque una recuperación física no deja de ser un proceso, pero el hecho de haber pasado por ahí hace que esa sonrisa con la que llega a la sala de prensa tenga más sentido: "Creo que me ayudó mucho el año pasado el demostrar a mí misma que a pesar de todo puedo volver a estar al nivel donde estoy ahora, que es entre las mejores 10 del mundo. Cuando vuelves de una lesión tan larga, tienes dudas de, 'lo he hecho una vez, ¿seré capaz de volver a demostrar ese nivel? ¿Fue casualidad?'. Nunca lo sabes. Volverl a demostrar eso, hacerlo por segunda vez y tan rápido, en cuestión de seis, siete meses, pues a mí obviamente ahora mismo me da muchísima seguridad en mí misma.