El partidazo Alcaraz-Sinner hace aflorar un problema en la industria del tenis: "Que la AMA no lo arruine"
El espectáculo de Pekín refuerza la idea de que van a ser la rivalidad de una era. Pero el caso de dopaje que acecha al italiano es una seria amenaza.

El tenis lleva un par de años frotándose los ojos. Ni el más optimista de todos se hubiera imaginado que inmediatamente después de la mejor generación de la historia fueran a aparecer dos jugadores capaces de recoger su testigo e ilusionar con una rivalidad que pueda compararse algún día con las que han tenido -y tienen todavía- Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic.
Hace años había mucho temor en la industria de la raqueta por el futuro después del Big Three. Pero ese futuro está más que asegurado con Carlos Alcaraz y Jannik Sinner como abanderados de la nueva generación. Suyo es el presente y suyo es el futuro, por lo menos hasta que aparezca alguien o algo que diga lo contrario.
"Están siguiendo los pasos del Big Three en cuanto a nivel. Espero que Roger, Novak y Rafa no estén escuchando, pero en términos de nivel, cuando Sinner y Alcaraz están en su prime, no creo que nadie haya jugado mejor al tenis", se ha atrevido a decir una leyenda en esto de la raqueta como Mats Wilander.
Su última batalla, una final del ATP 500 de Pekín que acabó con un 6-7 (6-8), 6-4 y 7-6 (7-3) para Alcaraz después de tres horas y 21 minutos, confirma que son ellos los elegidos. Con apenas 23 y 21 años, Sinner y Alcaraz ya se han enfrentado en diez ocasiones, con un balance de 5-5, y han regalado varios partidos que están en la hemeroteca.
El tenis necesita una rivalidad así para mantener al público actual y enganchar a las nuevas generaciones, cada vez más reacias a sentarse a ver un partido durante dos o tres horas. En la era de la inmediatez y los highlights, Sinner y Alcaraz son los capitanes generales. Y el partidazo de Pekín fue una demostración más.
"Cuando Jannik y yo nos enfrentamos, creo que es algo muy bueno para el tenis. Jugamos partidos muy intensos, muy igualados, con grandes puntos y buenos intercambios", ha señalado Alcaraz en Pekín, donde horas después de la final cogió un vuelo privado junto a Sinner hacia Shanghái. "Probablemente, la gente que no ve tenis empiece a verlo o incluso a practicarlo gracias a este tipo de partidos. Creo que es algo bastante bueno para el deporte".
🤝 Rivales, pero ante todo compañeros.
— Relevo (@relevo) October 2, 2024
▪️ Sinner y Alcaraz han volado juntos de Pekín a Shanghai, del ATP500 al Masters 1000. pic.twitter.com/4YGJ7NxHLc
Mejor todavía sería que aparecieran más actores en la escena, al igual que al binomio formado por Federer y Nadal le surgió la figura de Djokovic. De momento, no hay nadie nacido en los 2000 que se atreva a sostener la mirada a Alcaraz y Sinner. Holger Rune y Lorenzo Musetti son quizás los que más se acercan, pero están a años luz.
Sin ese alguien que pueda frenarlos, solo puede ser algo. ¿Un bajón en el rendimiento? Podría ser. ¿Lesiones? Este enemigo siempre acaba apareciendo. Pero ahora mismo la principal amenaza para la rivalidad es la sombra de dopaje que pende sobre la melena pelirroja del italiano.
"Después de 20 años de partidos increíbles entre el Big Three, no pensé que fuera posible tener tan pronto otra rivalidad tan increíble. El Alcaraz-Sinner es oro para el tenis. En los próximos diez años veremos muchísimos grandes partidos con estos dos. Con suerte. Que la AMA no lo arruine", escribía en su cuenta de Twitter este miércoles Brad Gilbert, exentrenador de leyendas como Andre Agassi, Andy Roddick o Andy Murray.
after 20 years of amazing matches from the big 3 didn’t think 💭 it was possible this soon to have another amazing rivalry, Escape from Alcaraz vs Sin City 🌆 is the gold standard in tennis 🎾 here’s to the next 10 years of these 2 with tons of great 👍 matches, hopefully 🙏…
— Brad Gilbert (@bgtennisnation) October 2, 2024
Ese "que la AMA no lo arruine" resume perfectamente el aprieto en el que está metida la industria del tenis y permite vislumbrar todo lo que se pondrá en juego cuando empiecen las audiencias del caso en el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS). Y es que aunque en la ATP respiraron aliviados a finales de agosto, cuando la Agencia Internacional de Integridad del Tenis dejó sin sanción a Sinner tras sus dos positivos en marzo por clostebol, el caso sigue todavía sin cerrarse.
La ITIA aceptó la coartada del número uno, que dijo que la sustancia prohibida había llegado a su organismo por una contaminación en la que él no cometió ningún tipo de negligencia: su fisio sufrió un corte en un dedo, se puso una crema cicatrizante con clostebol y después le dio un masaje sin guantes al jugador.
Toda la documentación fue después analizada por la Agencia Mundial Antidopaje, la AMA, que ejerció su derecho de presentar una apelación ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo de Lausana. La AMA reclama una sanción de entre uno y dos años para el número uno, algo que sería un puñal no solo para Sinner, sino también para el tenis y para esa rivalidad llamada a marcar una era. La pelota está en el tejado del TAS. De su decisión depende parte del futuro del tenis.