TENIS

Así fue el partido de tenis más largo de la historia

En la primera ronda de Wimbledon 2010, John Isner y Nicholas Mahut protagonizaron una anomalía que probablemente nunca pueda ser igualada.

John Isner y Nicholas Mehut durante el partido más largo de la historia del tenis en Wimbledon 2010./AP
John Isner y Nicholas Mehut durante el partido más largo de la historia del tenis en Wimbledon 2010. AP
Javier Mercadal

Javier Mercadal

Los partidos de tenis tienen hora de inicio, pero nunca se sabe cuándo van a acabar. Es uno de los atractivos de este deporte. El tiempo pasa a un segundo plano y el choque no termina hasta que un participante derrota al otro por medio de los puntos. Cuando surge un duelo igualado, este juego se convierte en una delicia para el espectador y un quebradero de cabeza para los programadores de televisión. También para los organizadores de torneos, como se pudo observar en la primera Copa Davis organizada por Kosmos, en la que los partidos se alargaban hasta altas horas de la madrugada día sí día también, haciendo muy complicado mantener las gradas con público. También puede ocurrir que un partido de tenis pueda acabar en menos de media hora como el de Francisco Clavet en Shanghai en 2001, aunque es lo menos frecuente.

Gracias a Rafael Nadal, los españoles hemos podido vivir algunas de estas batallas sentados en la punta del sillón. El español ha jugado algunos de los partidos más largos de la historia del deporte, siendo la final del Open de Australia de 2012 el más icónico de ellos. En esta cita, el tenista balear terminó cediendo aquel partido contra Novak Djokovic por 5-7, 6-4, 6-2, 6-7(5) y 7-5. En total, los dos titanes estuvieron sobre la pista cinco horas y 53 minutos, siendo todavía la final de Grand Slam más duradera jamás jugada.

Sin embargo, esta marca se queda ante el que es el partido más tenis de la historia. Un choque surrealista, que tuvo lugar en la primera ronda de Wimbledon 2010 con John Isner y Nicholas Mahut como protagonistas. En total, los dos tenistas estuvieron jugando 11 horas y 5 minutos repartidos en tres días. Un partido interminable, en el que no pudieron pasar más imprevistos. Casi imposible que vuelva a ocurrir algo similar.

El choque tuvo lugar en la pista 18 del All-England Club, pero nadie esperaba que aquel pasase a ser uno de los partidos más comentados del torneo. Isner era el cabeza de serie número 23 del torneo, mientras que Mahut se había clasificado tras pasar la ronda previa contra Alex Bogdanovic. En la actualidad, una placa recuerda que los dos estuvieron allí jugando al tenis durante 665 interminables minutos. En la primera jornada pudieron disputar cuatro sets de lo que parecía un enfrentamiento disputado pero sin más. El partido, que había comenzado a las 18:13 hora local, se tuvo que suspender por falta de luz natural cuando marchaba empatado 6-4, 3-6, 7-6(7) 6-7(3-7).

Los jugadores regresaron al día siguiente a las 14:05 para disputar un quinto set que quedará para la historia. Ninguno de los dos cedía y el choque tuvo que ser detenido nuevamente por falta de luz natural cuando el marcador señalaba 59 iguales. La expectación ya era tal que incluso la televisión decidió ofrecer lo que estaba pasando en la pista 18, en lugar de retransmitir el partido de Roger Federer programado en la pista central. No solo eso, el marcador dejó de funcionar con el 47-47 al no estar preparado para una puntuación tan alta. No había terminado y ya era el partido de tenis más largo de la historia. Solo en aquella segunda jornada, disputando el último set, los dos contendientes habían pasado más de 7 horas jugando. Se iba a necesitar un tercer día para resolverlo.

Isner y Mahut regresaron a la pista número 18 a las 15:40 del 24 de junio, dos días más tarde de que su partido comenzase. La expectación ya era total. No había un hueco en los alrededores del campo de tenis e incluso la reina Isabel II se pasó por All-England después de tres décadas sin hacerlo, aunque según se informó en la época no pudo saludar a los protagonistas. El partido se reanudó con 59-59 en el quinto set y no finalizó hasta que Isner fue capaz de romper el saque a su rival con el 68-70 final. Se trataba de la quinta bola de partido al resto que había tenido en el choque (las otras fueron con 10-9, dos con 33-32 y otra con 59-58 antes de finalizar la segunda jornada). Esta vez no falló y celebró la victoria como si se tratase del triunfo final.

Isner avanzó de ronda, aunque en la segunda contra Thiemo De Bakker tuvo que retirarse tras dos sets al notar los efectos del mastodóntico esfuerzo físico realizado días antes. Dio igual, pues ya había anotado su nombre en la historia del deporte de la raqueta.

Récords batidos por el Isner-Mahut

  • Partido más largo de la historia (11 horas y 5 minutos).
  • Mayor juegos en un set (138 en el quinto).
  • Más juegos en un partido (183).
  • Mayor cantidad de aces en un partido (215).
  • Mayor cantidad de aces por un solo jugador en un partido (Isner, 112).
  • Mayor duración de un set (el quinto, con 8 horas y 11 minutos).

Curiosamente, al año siguiente los dos jugadores volvieron a ser emparejados en la misma ronda de Wimbledon. Pese a las sospechas de algunos aficionados, lo cierto es que desde el torneo se aseguró siempre que fue pura casualidad. El partido no tuvo mucha historia, e Isner se impuso por la vía rápida (7-6, 6-2, 7-6). En esta ocasión, el partido se disputó en la pista 3 y rodeado de una gran expectación desde el inicio.

El otro partido interminable de John Isner

El propio John Isner tiene en su mochila el tercer partido de individuales más largo de la historia, que también sucedió en Wimbledon. Fue en 2018 y en semifinales, nada menos, aunque en esta ocasión el estadounidense no pudo celebrar la victoria. Isner cayó derrotado por 7-6 (6), 6-7 (5), 6-7 (9), 6-4, 26-24 en un choque que duró 6 horas y 36 minutos.

Se trató de un duelo entre grandes sacadores. No en vano, las estadísticas recogieron 49 servicios directos para el vencedor, por 53 de su rival. La diferencia estuvo no obstante en los errores no forzados, ya que Isner acumuló 59 fallos por solo 24 de Anderson. Por ahí se le escapó al norteamericano la que hubiera sido su primera final de Grand Slam.

Aquel partido, sin embargo, desencadenó cambios en Wimbledon. Hasta entonces, en el torneo británico no había desempates. El quito set se jugaba hasta que uno de los dos contrincantes conseguía vencer por dos juegos de diferencia a sus oponentes. Sin embargo, para 2019 el torneo introdujo el tie-break por primera vez. Lo hicieron, eso sí, si el quinto set llegaba al 12-12.

Super tie-break en todos los Grand Slam

Esta situación ha vuelto ha cambiar. Tras años en los que cada torneo grande decidía cómo querían solucionar sus partidos más largos, los cuatro grandes llegaron a un acuerdo histórico para unificar criterios de desempate. Desde 2022, el Open de Australia, Roland Garros, Wimbledon y el Open de Estados Unidos han implantado el super tie-break como método de dirimir el ganador de partidos ajustados en el set definitivo.

¿Cómo funciona el super tie-break? Cuando el set definitivo (el quinto para los hombres y el tercero para las mujeres) llega a 6-6, el ganador será el que consiga 10 puntos con diferencia de dos respecto al rival. Debido a esta medida, partidos interminables como el Isner-Mahut es imposible que se repitan, por lo que su récord de 11 horas y 5 minutos probablemente no se bata nunca salvo cambio de normas.