Rafael Nadal confirma una verdad incómoda: los tenistas no quieren que sus hijos cojan una raqueta
El campeón de 22 Grand Slam asegura en La Sexta que preferiría que su hijo no jugase al tenis. Federer, Agassi, Fognini o Carla Suárez también se han pronunciado en ese sentido.

En fútbol están Johan y Jordi Cruyff, Cesare y Paolo Maldini, los Manolo Sanchís, Peter y Kasper Schmeichel, Carles y Sergio Busquets y unos cuantos más. En baloncesto destacan Joe y Kobe Bryant, Dell y Stephen Curry, Arvydas y Domantas Sabonis. En el mundo del motor sobresalen Michael y Mick Schumacher, Keke y Nico Rosberg, los Carlos Sainz o los Kenny Roberts. En boxeo están Muhammad y Laila Ali, mientras que en el balonmano se puede poner el ejemplo de los Dujshebaev. ¿Y en el tenis? ¿Por qué no hay casos de padres e hijos que hayan brillado en el deporte de la raqueta?
Esa herencia familiar tan común en otros deportes no tiene prácticamente ejemplos en el mundo del tenis. Nadie sabe nada de una segunda generación de los Agassi, Sampras, Connors, Lendl, Becker y compañía. Y todo apunta a que tampoco veremos algo similar con los hijos de Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic. Hay casos, sí, como los de Christian y Casper Ruud, Petr y Sebastian Korda o Hana y Elizabeth Mandlik, pero lejos de los focos de las grandes estrellas.
Hay varios factores que explican esta situación tan especial en el tenis. El principal es que es uno de los deportes -si no el que más- en el que mayor meritocracia hay. En el fútbol o en el baloncesto, incluso en el ciclismo, puedes tener un padrino o un buen agente que te mueva entre los mejores clubes. Ser "hijo de", además, te suele abrir puertas: un entrenador que te sube de categoría, un representante que te busca un nuevo equipo en busca de minutos... en el tenis no existe nada de eso. Es cierto que tener un buen apellido te ayuda a conseguir patrocinadores e invitaciones a eventos, pero al final, al ser un deporte individual, no hay banquillo en el que esconderse y tu posición en el ranking y en los torneos depende de ti mismo. Eso es una enorme barrera.
"Preferiría que practicara otro deporte, si te soy sincero. Pero me duele decir eso porque con todo lo que me ha dado el deporte..."
Sobre el futuro de su hijoY después está la dureza del deporte en sí. La gente se suele quedar con el dinero que ganan las grandes estrellas, con los títulos y las fotografías bonitas, pero el día a día de un tenista cualquiera es radicalmente diferente a la de otros deportistas mainstream como futbolistas, jugadores de baloncesto o incluso el golf. Los deportistas de equipo -salvo contadas excepciones como Mundiales o campeonatos continentales- duermen prácticamente todos los días en sus casas. La vida de un tenista es ir de torneo en torneo, de hotel en hotel, de avión en avión, lejos de la familia. Sin saber cuánto vas a cobrar y siendo conscientes de que puedes viajar a la otra punta del mundo y que tu participación dure una o dos horas. Y eso lo más afortunados: porque miles y miles de jugadores que sueñan con ser tenistas profesionales se quedan a las puertas después de una enorme inversión económica.
La visión de @RafaelNadal sobre la paternidad: “No me gustaría ser el típico padre que justifica todo lo que hacen sus hijos”.#ObjetivoNadal pic.twitter.com/BUjU7GzIcK
— El Objetivo (@ObjetivoLaSexta) February 14, 2024
Todo ello hace que muchos tenistas no quieran que sus hijos les emulen. Nadal, que fue padre en octubre de 2022, ha sido el último en pronunciarse en ese sentido. "Preferiría que practicara otro deporte, si te soy sincero. Pero me duele decir eso porque con todo lo que me ha dado el deporte… Si quiere jugar al tenis, le apoyaría al 100 por cien, para nada le vetaría", ha señalado el campeón de 22 Grand Slam en una entrevista con El Objetivo, el programa que presenta Ana Pastor en La Sexta.
Agassi, Graf, Federer...
Andre Agassi y Steffi Graf forman una de las parejas más famosas de la historia del tenis. Entre los dos suman 30 títulos de Grand Slam y sus hijos, Jaz y Jaden, llevan el tenis irremediablemente en el adn. Pero tanto Agassi como Graf no quisieron nunca su vida para ellos. "¿Tenis? Creo que ya hemos tenido suficiente. Lo creo de corazón. ¿En qué otro lugar hablas tanto contigo mismo y te respondes tanto a ti mismo? Es un deporte muy solitario. No hay nadie a con quién hablar, nadie al que pasar la bola", dijo Agassi en una entrevista en 2011.
"Puede que 'duro' sea un adjetivo fuerte, porque duro es levantarse a las cuatro de la mañana para ir a trabajar. Nuestra vida es muy bonita, pero hay mil dificultades. Estás solo, lejos de casa y de los amigos, los viajes, el cansancio, las diferencias horarias"
Ex top-10Roger Federer, padre de dos parejas de gemelos, habló en 2016 sobre el futuro de sus hijos. "Estamos intentando que jueguen un poco, aunque no creo que los veamos aquí algún día. De hecho, yo sería feliz si no terminan en la pista. Cuarenta años en el circuito de tenis no es algo que me entusiasme", dijo el exnúmero uno suizo.
Una de las tenistas que más claro ha hablado del tema ha sido Carla Suárez. La ex top-10 española fue madre de dos niñas en junio de 2023 y, en una reciente entrevista con Relevo, aseguraba que no quiere su vida para sus hijas. "Me gustaría que aprendieran a jugar, pero no me gustaría que se dedicaran a ello porque creo que es un deporte duro. Lo decidirán ellas. Si se dedican, me gustaría que llegasen las dos, que fueran de la mano y que no se quedara una por el camino".
"Estás mucho tiempo sola y aunque tienes alegrías llegas al hotel y estás tú sola. Tienes derrotas duras y momentos difíciles y lo mismo, llegas al hotel y no lo puedes compartir con nadie. No te puedes desahogar. Hay muchas cosas buenas, pero por el camino, durante el proceso, hay momentos difíciles, estás mucho tiempo de viaje, fuera, te pierdes muchos momentos importantes de tu familia y de tus seres queridos", analizaba. "Además, es muy difícil que te salga bien. Sólo unos privilegiados son capaces de llegar a lo más alto para poder disfrutar y vivir del tenis". La pareja de Carla Suárez, la futbolista Olga García, sí quiere sin embargo que sus hijas sean tenistas. "Lo tengo clarísimo. Quiero que sean tenistas", indicaba la jugadora en el programaQuiero ser como.
Desde fuera, todo es muy bonito, pero detrás de los lujos se esconde esa verdad incómoda. "Puede que 'duro' sea un adjetivo fuerte, porque duro es levantarse a las cuatro de la mañana para ir a trabajar. Nuestra vida es muy bonita, pero hay mil dificultades. Estás solo, lejos de casa y de los amigos, los viajes, el cansancio, las diferencias horarias", decía a la revista L'Ultimo Oumo en 2023 el ex top-10 italiano Fabio Fognini, otro que no quiere que ninguno de sus tres hijos cojan una raqueta. "Hay muchos momentos que los aficionados no ven. Los que están cerca de nosotros, los que nos siguen, sí saben lo duro que es. Y a esas cosas te tienes que acostumbrar desde pequeño".