Alcaraz, con prisa y con frío hacia los octavos de Roland Garros

París.- El sol se ha puesto en la capital francesa y el frío aprieta. Noche de sudadera y de manta en las piernas para ver a Carlos Alcaraz en la pista central. Es su primera vez en la sesión nocturna de la Philippe Chatrier y le da igual si hay que jugar con luz artificial o con el termómetro por debajo de los 15 grados. Carlitos está con el piloto automático en este Roland Garros.

En otro ejercicio de supremacía, el número uno pasa por encima del canadiense Denis Shapovalov por 6-1, 6-4 y 6-2 en poco más de dos horas para plantarse en los octavos de final del Grand Slam parisino. Llega el español a la segunda semana sin ningún rasguño y con la grada a sus pies. Un rato antes, sobre la misma pista, Novak Djokovic se las ha tenido tiesas con el público durante su batalla contra Davidovich.

"Me he sentido bien y he jugado a un buen nivel todo el partido. En el segundo set he tenido algún problema y he cometido más errores, pero tenía que estar ahí todo el rato y fuerte mentalmente porque sabía que iba a tener mis oportunidades", ha comentado Alcaraz nada más acabar el duelo. "Estoy muy feliz y espero mantener este nivel en lo que queda de torneo".

En el horizonte, en semifinales, todos esperan que llegue ese Alcaraz-Djokovic, esa final anticipada que sirvió en bandeja el sorteo del cuadro, pero los dos máximos favoritos deberán superar dos rondas más.

El murciano chocará el domingo con el italiano Lorenzo Musetti, que sólo se ha dejado siete juegos en su partido ante el 14º cabeza de serie, el británico Cameron Norrie, al que ha derrotado 6-1, 6-2 y 6-4 en poco más de dos horas. Décimo octavo del ranking con 21 años, Musetti se llevó el único duelo previo con Alcaraz: fue en la final de Hamburgo 2022, también en tierra, y el transalpino se impuso por 6-4, 6-7 (6-8) y 6-4.

"Nos conocemos mucho y hemos jugado muchos torneos de niños. El año pasado me ganó y ahora espero tomarme la revancha. La gente va a disfrutar con el partido", ha dicho Alcaraz sobre Musetti, un jugador que este año derrotó a Djokovic en Montecarlo.

Tras echarse una siesta a media tarde, como dicta su rutina establecida, Alcaraz saltó a la pista enchufadísimo. En un abrir y cerrar de ojos, estaba ya 5-0 arriba en el primer set y Shapovalov no sabía ni por dónde le venían. Estaba siendo tan insultantemente superior, que cuando el canadiense maquilló el parcial ganando un juego abrió los brazos y miró a la grada como diciendo y qué quieren que haga.

La realidad es que cuando Alcaraz está en modo avión lo mejor es rezar. Shapovalov despertó en el inicio de la segunda manga y llegó a estar 4-1 arriba. Ahí vino el vendaval Alcaraz: cinco juegos consecutivos, set al bolsillo y el partido en bandeja. Sólo quedaba rematarlo y lo hizo sin bajar un ápice la concentración.