La exigencia de Ferrero con Australia que explica la dimensión de Alcaraz: "Se lo pediremos"
El entrenador del nuevo rey de París no le ve techo.

Si los ojos de Carlos Alcaraz, empañados, reflejaban la carga emocional que suponía la conquista de su primer Roland Garros,la imagen de Juan Carlos Ferrero, su entrenador, era la felicidad hecha carne. La persona que está detrás del nuevo rey de París, como la estela del cometa, disfrutaba en las entrañas de la Philippe Chatrier con el triunfo de su pupilo y el éxito personal: "Muy contento, ha sido un torneo en que ha ido de menos a más. En los dos últimos partidos le han puesto a prueba, ha tenido que sacar su mejor nivel. Con Sinner acabó físicamente muy cansado y tocado, pero se recuperó bien. Hoy ya sabíamos que iba a ser un partido largo el que iba a proponer Zverev. Ha tenido algún up and down, hay que buscar ser un poco más estable para encontrar ese nivel natural más a menudo e intentar terminar antes. Súper contentos porque al final ha encontrado soluciones a un partido que se le había puesto cuesta arriba y en que físicamente se le veía tocado. Otra vez ha demostrado esa madurez que tiene y esas soluciones que solo encuentra él".
Con su triunfo épico ante Zverev, el murciano ha ganado 11 de los 12 partidos de cinco sets que ha jugado. También porta la corona en este aspecto, que mide tanto el fondo físico como la fortaleza mental. Ferrero lo valoró positivamente, aunque incidió en que desde un principio salió a cerrar el partido antes. "Ha ido a buscarlo desde el principio. Se ha soltado, ha sido agresivo con la derecha. No se ha guardado nada", dijo, para apuntar después de que aún hay margen para la progresión: "Hay jugadores que le pueden plantar cara, pero buscamos esa mejora, que a nivel mental busquemos esa estabilidad que nos gustaría para mantener este nivel tan alto, pero es difícil. Vendrá con la madurez. Pero hay que seguir buscando".
Antes del dominio en París de Rafa Nadal, Ferrero supo lo que es levantar la Copa de los Mosqueteros. Fue en 2003. Dos décadas después, ve cómo su alumno más aventajado coge el testigo. El orgullo preside su discurso: "Es un torneo especial, haber ganado aquí, haber podido transmitir la experiencia de haber jugado una final aquí y tener a tu pupilo que también lo ha podido ganar... Cuando nos hemos hecho la foto le he dicho que era muy especial haber ganado aquí los dos y que teníamos que estar muy orgullosos. Cada torneo tiene su carácter especial. Wimbledon ya sabemos la dificultad que tiene y la historia que hay, pero aquí, desde pequeñito él lo está viendo por televisión. Luego también muchos españoles han ganado aquí, yo uno de ellos, con lo cual se hace verdaderamente especial".
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— Roland-Garros (@rolandgarros) June 9, 2024
Con sólo 21 años, Alcaraz únicamente le queda el Open de Australia para cerrar el Grand Slam. Cuando se le traslada a Ferrero este desafío, bromea: "¿Ya estamos pidiendo otro? "Nosotros también se lo pediremos, hay que seguir mejorando. Los Grand Slam son un objetivo. Donde va ya se le tilda de favorito y hay que conseguir esa soltura para que el favoritismo no pese y jugar su tenis, que es maravilloso. Tiene mucho margen, tiene 21 años, muchísimas cosas que mejorar y en ello estamos. ¿Este el top? Ni mucho menos".