Jornada loca de los españoles en Roland Garros: Badosa gana con épica, Carreño revive su pesadilla…

Se jugaba en París la tarde más española de Roland Garros tras lo vivido este lunes con Rafael Nadal en la Philippe Chatrier. Hasta tres partidos al mismo tiempo —lluvia mediante— implicaba el devenir de los nuestros en el segundo Grand Slam de la temporada.

Por un lado, Pablo Carreño, bronce olímpico en Río 2016, volvía a la alta competición tras un año y medio en el dique seco por una tendinitis en el codo. El asturiano, cuyos mejores registros en París son, todavía hoy, los cuartos de final alcanzados en 2017 y 2020, se enfrentaba a Mariano Navone, 31º mejor tenista de la ATP.

Le costó lo suyo al gijonés, que pese a todo, se adjudicó el primer set por 7-5 con un nivel ciertamente inesperado tras su larga ausencia. El tiempo, sin embargo, declinó el choque hacia el lado del tenista argentino, más rodado, que acabó certificando la victoria con tres mangas consecutivas (6-1, 6-3, 6-0).

Cerca de allí, llegaban mejores noticias. Alejandro Davidovich Fokina, segundo español por ranking (32º) tras Carlos Alcaraz, gritaba eufórico tras imponerse al monegasco Valentin Vacherot, número 116 del mundo, en algo más de dos horas y 40 minutos (4-6, 6-2, 6-2, 7-6).

El malagueño, cuyo mejor resultado en la arcilla parisina son los cuartos de final de 2021, cuando cayó en tres sets ante Alexander Zverev, se enfrentará ahora en segunda ronda a Casper Ruud, finalista de las dos últimas ediciones y séptimo del ranking mundial.

En otra de las pistas, Roberto Bautista y Jaume Munar se enfrentaban en uno de los duelos con plena representación española. El mallorquín golpeó primero, Bautista igualó el partido y cuando Munar volvió a inclinar la balanza a su favor, el castellonense levantó las alarmas solicitando atención médica.

Se recuperó Bautista, aunque no su tenis, pues Munar apretó el acelerador y no dejó opciones a la remontada. El balear, pupilo de Rafael Nadal en su academia, tomó el billete para la segunda ronda tras vencer por 6-1, 4-6, 6-4 y 6-1.

Al concluir su partido, comenzó el de Roberto Carballés. El tinerfeño, número 63 del mundo, se medía en primera ronda al francés Constant Lestienne, 91º del ranking.

En una tarde marcada por los constantes parones a causa de la lluvia, Paula Badosa aguardó su esperado debut en el cuadro individual hasta las nueve de la noche. La española, de 26 años, y número 139 del ranking WTA, se estrenó ante la británica Katie Boulter, tenista que nunca había ganado un partido de élite en tierra batida.

Badosa, que tomó ventaja en el primer set, llegando a gozar de un 4-2 a su favor, entró en crisis y permitió a la de Leicester —curiosamente con la misma indumentaria que ella— adjudicarse seis juegos de manera consecutiva. Uno detrás de otro.

Con la primera manga perdida, la española trató de resetear la mente, y en cierta forma lo consiguió. Remando en todo momento a contracorriente, Badosa consiguió llevar el segundo set al cinco iguales. Ahí, Boulter flaqueó y cedió ante la española, que se adjudicó el segundo set con aires renovados.

El tercer parcial arrancó, sin embargo, con break de la inglesa. Badosa respondió con idéntico resultado y avivó a las decenas de españoles presentes en las gradas. Los cánticos —¡Sí se puede, sí se puede!— auparon a la española, que en algo más de dos horas de encuentro consumó la remontada y el grito de liberación (4-6, 7-5, 6-4).

Badosa, que se enfrentará en segunda ronda a la kazaja Yúliya Putíntseva, compaginará su actuación en solitario con la participación en el cuadro de dobles mixtos, donde debutará junto a Stefanos Tsitsipas ante la dupla formada por la japonesa Ena Shibahara y el estadounidense Nathaniel Lammons.