ROLAND GARROS

Las dudas de Nadal y Djokovic avivan una pregunta que nadie se hace desde 2005

La salud del español y el mal momento del serbio, a lo que se suma la delicada situación de Sinner y Alcaraz, anticipan un Roland Garros de lo más extraño.

Novak Djokovic se lamenta tras perder en la tercera ronda de Roma frente a Alejandro Tabilo. /FE/EPA/FABIO FRUSTACI
Novak Djokovic se lamenta tras perder en la tercera ronda de Roma frente a Alejandro Tabilo. FE/EPA/FABIO FRUSTACI
Nacho Encabo

Nacho Encabo

Hay un termómetro que nunca falla para calibrar el estado de ánimo de Novak Djokovic: el tiempo que duran sus ruedas de prensa. Cuando gana, cuando está de buen humor, responde en todos los idiomas, da respuestas largas y sosegadas y regala sonrisas por aquí y por allá. Pero cuando pierde, su tiempo delante de los micrófonos se reduce drásticamente. Responde frases cortas, evita los análisis largos y no ve el tiempo de abandonar la sala.

Hace un mes, en Montecarlo, fueron cuatro minutos los que dedicó a los periodistas después de perder en semis. En Indian Wells, unas semanas antes, el cronómetro se paró a los cinco minutos. Y el domingo, tras sufrir ante Alejandro Tabilo la peor derrota de su carrera en Roma (6-2 y 6-3 en tercera ronda), despachó a los periodistas en poco más de seis minutos. Casi un hola y adiós.

Un día antes, el sábado, la rueda de prensa de Rafael Nadal en Roma tras su derrota ante Hurkacz (6-1 y 6-3) duró 13 minutos. El balear dedicó 20 minutos a los periodistas en Madrid tras su eliminación y también estuvo un tiempo similar en Barcelona después de caer en segunda ronda. En el caso de Nadal, su termómetro no es el tiempo, sino las palabras.

Tanto los minutos de Djokovic como las palabras de Nadal revelan que algo no va bien. Es algo normal y comprensible, con los dos tenistas más cerca de los 40 que de los 30, pero han acostumbrado a tal nivel de regularidad que ver a los dos simultáneamente de capa caída es algo totalmente inusual. Y menos en un mes como mayo y en un torneo como Roma, donde entre los dos han ganado 16 de las últimas 19 ediciones. Entre los dos sumaron nueve juegos el fin de semana.

Resumen del Djokovic-Tabilo. ATPTOUR

¿Quién es el favorito para Roland Garros?

Las dudas actuales de Nadal y Djokovic avivan una pregunta que nadie se hace desde 2005: ¿Quién es el favorito para Roland Garros? Desde aquel año, cuando el balear conquistó por primera vez la Philippe Chatrier, nadie se preguntaba algo así porque la respuesta siempre ha sido obvia: Nadal o, en su defecto, Djokovic.

Pero ahora estamos ante el Roland Garros más incierto desde que comenzó la dictadura 'nadaliana'. El español todavía no ha decidido siquiera si jugará o no en París. "Hoy parece imposible pensar en ir a Roland Garros a competir por algo", dijo el sábado en Roma tras una dolorosa derrota ante Hurkacz. El polaco, que no es para nada un especialista en tierra, descosió a Nadal y le demostró que todavía tiene mucho trabajo por delante si quiere llegar a París con opciones de hacer algo. Y el tiempo apremia: quedan dos semanas.

Rafael Nadal se despide del público de Roma tras caer con Hurkacz.  Filippo MONTEFORTE / AFP
Rafael Nadal se despide del público de Roma tras caer con Hurkacz. Filippo MONTEFORTE / AFP

Algo similar se puede decir de Djokovic. El serbio acabó la temporada 2023 a todo trapo, conquistando las ATP Finals y cerrando un curso en el que ganó Australia, Roland Garros y US Open, pero desde que comenzó el nuevo curso su llama se ha apagado. Son 12 victorias y cinco derrotas a estas alturas del año, con cero títulos al bolsillo y sensaciones extrañas. Tanto, que ha revolucionado su equipo en busca de nuevos estímulos.

"Todo tiene que mejorar si tengo que tener al menos la oportunidad de ganar en Roland Garros", ha señalado Djokovic en Roma, donde para colmo recibió el viernes un botellazo fortuito en la cabeza mientras firmaba autógrafos. "Recibí atención médica y pasé como media hora o una hora con náuseas, mareos, sangre, muchas cosas diferentes".

Muchas, demasiadas cosas están pasando. Porque si el Roland Garros que viene va a ser el más incierto no es sólo por el delicado estado de Nadal y Djokovic. Los que deberían estar frotándose las manos, Jannik Sinner y Carlos Alcaraz, están ahora mismo entre algodones.

El italiano, campeón de Australia, arrastra una lesión de cadera que le hizo retirarse de Madrid y que no le ha permitido jugar en Roma. Alcaraz, por su parte, lleva más de un mes con una lesión en el brazo que no termina de cicatrizar. Todo es tan extraño que se puede dar la situación de que Sinner ascienda por primera vez al número uno justo después de Roland Garros y sin necesidad de jugarlo: si Djokovic, que defiende título, pierde antes de la final, Sinner será el próximo líder de la clasificación mundial.

Con esta situación, cualquier cosa puede suceder en Roland Garros. ¿Se recuperará Nadal a tiempo? ¿Se está guardando Djokovic? ¿Llegarán Sinner y Alcaraz? ¿O será el momento de un 'outsider'? ¿Tsitsipas, Ruud, Medvedev, Rublev?