La táctica que ha hecho retroceder siete años a Carlos Alcaraz y que le deja a tiro de Sinner

Carlos Alcaraz llegaba lanzado a Miami. Su victoria en Indian Wells le colocaba como favorito para alzar también el título en Florida y convertirse en el noveno jugador del cuadro masculino en conseguir ganar los dos Masters que se disputan en cemento estadounidense, el conocido 'Double Sunshine'. Una tarea que tendrá que esperar a la temporada que viene, tras sufrir su cuarta derrota de la temporada.

El español se encontró en cuartos de final con un rival intratable. Un Grigor Dimitrov que sacó a relucir su mejor tenis para imponerse 6-2 y 6-4 apenas 40 horas después de haber estado a punto de quedarse fuera del torneo ante Hurkacz. Sin embargo, con el español delante, el búlgaro se transformó y conectó todo tipo de golpes para realizar un partido perfecto. Hasta el punto que el mismo Alcaraz calificó el choque de su rival con "un 10 o un 9,9".

¿Qué hizo Dimitrov para sumar su segundo triunfo en su quinto enfrentamiento ante el murciano? Hacerlo todo bien. Fue mejor en la red (74% frente al 50 del español), fue mejor con golpes ganadores (23-16), cometió menos errores no forzados (5-8) y se mostró más sólido con su servicio. Una suerte en la que ayer Carlos no se encontró cómodo y volvió a caer en errores del pasado.

El plan de Dimitrov salió a la perfección, jugó con Alcaraz hasta que lo tuvo donde quería para rematarle. "A veces, me veo reflejado en él en ciertos momentos, así que podía adivinar lo que podría venir. Es muy explosivo, y siempre tienes que ponerle en una situación incómoda", apuntaba el búlgaro, que desveló la táctica que usó para doblegar al número 2 del mundo.

"A veces, tienes que ponerle potencia a tus golpes para mantenerle a raya. Esto es interesante, especialmente en los puntos delicados. Es como jugar al gato y al ratón para ver quién es el primero que golpea", reconocía el número 12 del mundo, que ahora disputará las semifinales de Miami ante el alemán Zverev.

Una ronda que Alcaraz tendrá que ver por televisión después de sufrir una derrota que le ha provocado "mucha frustración". "Me ha hecho sentir como si tuviera 13 años. Fue una locura. Estuve hablando con mi equipo diciendo que no sabía qué tenía que hacer. No veía su debilidad. Nada. Por eso tengo frustración en este momento, pero, pensando en el tenis, salí de la cancha contento con mi nivel", confesó.

Lo cierto es que el tenista de El Palmar no pudo ocultar en pista esa frustración de la que luego hablaba en sala de prensa. Durante varias fases del partido, el murciano se quejó de las bolas ("No pesa, no hace nada", se lamentaba al no conseguir levantarla y darle el efecto deseado) y también dejó ver su impotencia ante el nivel del búlgaro, mientras hablaba consigo mismo. "Da igual que me queje. No puedo hacer esa mierda. No puedo. Tengo que centrarme de una vez", se escuchaba al español durante ciertas fases de un partido en el que Alcaraz no jugó un mal tenis, pero se encontró con un rival mayúsculo.

Ahora, Carlos tiene que cambiar el chip. Debe ponerse a pensar ya en la temporada de tierra batida, pero tendrá que mantener un ojo puesto en lo que siga sucediendo en Miami porque indirectamente, él sigue en juego. O al menos su ránking, ya que si Jannik Sinner consigue levantar el trofeo el próximo domingo, perderá su puesto como segunda raqueta de la ATP en favor del italiano.

En los próximos días Alcaraz comenzará a preparar la temporada en polvo de ladrillo, sin apenas tiempo para descansar. Su primera parada, si nada cambia en su calendario, será Montecarlo (del 7 al 14 de abril) para disputar el Masters 1.000 del Principado. Luego llegaría el Conde de Godó, que comienza el 13 de abril y en el que Carlitos defiende la doble corona conquistada en 2022 y 2023.