La desesperación de Alcaraz en las semis del US Open: "¡¿Para qué seguir así?!"

Cuando el reloj marcaba la hora y 19 de partido, Carlos Alcaraz ya estaba contra las cuerdas en las semifinales del US Open ante Daniil Medvedev. Había perdido el primer set en el tie break y el ruso le había roto el saque en el segundo. Y lo peor no era eso: lo peor es que Carlitos no estaba encontrando armas para frenar a su rival, algo que pocas veces le ocurre.

Y menos ante Medvedev, un rival al que aplastó en su dos últimos precedentes en 2023, la final de Indian Wells y las semis de Wimbledon. "Los últimos partidos que jugué con Daniil usé una táctica de juego perfecta. Hice bastante bien todas las cosas que tenía que hacer contra él, así que creo que mi juego es bastante bueno para medirme a rivales como Daniil", había dicho el propio Alcaraz en la previa del duelo. "Intentaré hacer las mismas cosas que hice en Indian Wells y Wimbledon, y espero ganar y jugar al mismo nivel con el que lo hice en esos partidos".

Pero lo que ocurrió es que Medvedev salió en tromba, al ataque. El ruso es de esperar y esperar, de meter bola tras bola, pero este viernes sabía que tenía que cambiar de táctica si quería hacerle cosquillas al murciano. Y así lo hizo: sorprendió desde el primer set y terminó muy cerca en número de winners (38 del ruso frente a 45 de Alcaraz).

El peor momento del partido para el número uno fue el segundo set, cuando ganar un punto le costaba un mundo. Desesperado y apabullado, con 3-1 y 15-0 abajo en el segundo parcial, se acercó a coger la toalla a la esquina en la que estaba su equipo y soltó: "¡¿Para qué seguir así?! Llevo un set y medio que se las estoy dejando a huevo".

Los micrófonos de la pista captaron las palabras del murciano en ese momento de calentón. Alcaraz había tenido dos pelotas de break en el inicio del primer set, pero no las aprovechó y en el tie break, en el momento decisivo, Medvedev se arrancó con cuatro winners.

"¡Vamos, Charly!", le respondió desde la grada su médico, Juanjo López. Pero los ánimos no sirvieron de mucho porque el ruso tuvo un segundo set casi perfecto: ganó tres de sus cuatro turnos de saque en blanco y rompió en dos ocasiones a Alcaraz. Aunque el murciano reaccionó llevándose el tercer set, Medvedev volvió a imponer su ley en el cuarto y definitivo.