La llamada de emergencia llega desde el vestuario: "El tenis es un producto moribundo"
Borna Gojo, una de las sensaciones del US Open, cree que el tenis necesita un lavado de cara: "Es muy rígido, si digo cualquier cosa enseguida llaman a la policía".

Quitando los Grand Slam, donde es raro ver butacas vacías durante las semanas de competición, cada vez es más habitual que los grandes estadios del tenis tengan un aspecto cercano a lo fantasmal cuando no están las grandes estrellas en la pista.
Llenar los miles de butacas de una grada no es tarea sencilla si es un lunes o un martes cualquiera y en el cartel no están los Rafael Nadal, Novak Djokovic, Roger Federer o ahora Carlos Alcaraz. Además, se dan otras dos circunstancias que hacen que el tenis esté lejos ahora mismo de una situación ideal desde el punto de vista de marketing: la falta de espectadores jóvenes y la carencia, en el circuito femenino, de grandes estrellas mediáticas.
El cóctel es peligroso para un deporte que está en un momento crucial para su futuro. Entregado ya en parte a los millones de Arabia Saudí -la ATP anunció que las Next Gen Finals se disputarán en Yeddah entre 2023 y 2027, mientras que la WTA negocia llevar la Copa de Maestras-, el tenis está cada vez más presionado. La Copa Davis lleva muchos años en crisis, Novak Djokovic ha creado un sindicato al margen de la ATP junto a muchos otros tenistas y cada vez más voces piden más cambios. La última llamada de emergencia ha llegado desde el vestuario del US Open.
"Dejemos que la gente ande por las gradas, que los jóvenes beban cerveza y que me dejen a mí tener una conversación con alguien del público"
Borna Gojo, una de las sensaciones del torneo tras alcanzar los octavos de final -ronda en la que cayó con Nole-, ha sido el que ha alzado la voz reclamando un lavado de cara: que haya más espectáculo, que el público sea más partícipe del show y que las reglas no sean tan estrictas.
"Me gusta cuando el ambiente se vuelve un poco tenso porque el tenis es un deporte extremadamente aburrido. Como espectador tienes que mantenerse callado... Yo cambiaría eso. Mira otros deportes. ¿Tengo que estar en silencio si voy a ver al Hadjuk Split (su equipo de fútbol)? Venga, hombre", se despachó Gojo en unas declaraciones en croata durante el US Open publicadas en la web Tennismajors. "Yo nunca he tenido incidentes con los aficionados, pero hubo muchos momentos de tensión en la Universidad, con gente tirándote objetos, por ejemplo. Una vez un compañero mío se quiso pelear y tuvo que intervenir la policía para que la cosa no fuera a mayores".
"El tenis es un producto moribundo y necesitamos más de todo eso", abundó el tenista croata, que la semana que viene entrará por primera vez en el top 100 del ranking ATP. Hace tiempo que en el tenis se viene barruntando ese choque generacional: por un lado, jugadores jóvenes, rebeldes, que han crecido con las redes sociales; por el otro, un deporte clásico, de modales casi siempre correctos y con unas reglas muy rígidas.

El debate sobre los aficionados
El desenlace todavía se desconoce, pero de lo que no hay duda es de que los jóvenes están presionando para que haya cambios. "Dejemos que la gente ande por las gradas, que los jóvenes beban cerveza y que me dejen a mí tener una conversación con alguien del público", reclamaba hace unos meses el estadounidense Tommy Paul. Lo mismo piensa su compatriota Frances Tiafoe: "Creo que los aficionados al tenis deberían poder entrar y salir, moverse y hablar durante los partidos".
Gojo, que no se muerde la lengua, va incluso un paso más allá. "Algunos jugadores ven un problema en que alguien se esté moviendo en la fila 77 de los estadios más grandes. En las pistas de fuera todo el mundo está andando y no ocurre nada. Yo permitiría a la gente que entrara y saliera cuando quisieran, que no tengan que esperar cada dos juegos. Y tampoco veo ninguna razón por la que la gente no pueda animar durante los puntos", indicó durante el US Open.

Permitir los insultos, la última barrera
Es posible que dentro de unos años veamos al público moverse, hablar y animar durante los puntos, pero lo que cuesta un poco más es imaginarse al tenis perdiendo sus buenos modales. Y ahí hay otra batalla librándose: muchas voces en el circuito abogan por permitir los insultos en la pista.
"Podría haber más, siempre y cuando no lo tomes como algo personal. En el baloncesto lo ves, los chicos se pelean y luego salen a tomarse una copa", decía recientemente la tenista estadounidense Coco Gauff. "Creo que haría más interesante el deporte y que atraería a más aficionados. En casi todos los deportes se hace".
Gojo, claro, es de esa cuerda. "Me gustaría que a los tenistas se les permitiera hablar mal y provocar un poco. No hace falta que nos peleemos, pero me gustaría poder decirle algo a mi rival. Tal y como están las cosas ahora, si digo algo llaman a la policía al instante. Es muy rígido", decía el croata en Nueva York. Y puso el ejemplo del fútbol y el ídolo de su país. "Creo que es ridículo lo que hacen ustedes los periodistas. Hagamos entonces un artículo sobre todo lo que se dijo durante un partido de fútbol o baloncesto. ¿Qué clase de mierda sería esa? ¿Es realmente noticia cuando Luka Modric dice tacos?".