TENIS

La última revolución del US Open pone en pie de guerra al patito feo del tenis: "Piensan que somos basura"

El Grand Slam americano cambia las reglas del dobles mixto para atraer a grandes estrellas como Carlos Alcaraz, Jannik Sinner o Aryna Sabalenka.

Sara Errani y Andrea Vavassori celebran su triunfo en la final del dobles mixto del US Open 2024. /Matthew Stockman/Getty Images
Sara Errani y Andrea Vavassori celebran su triunfo en la final del dobles mixto del US Open 2024. Matthew Stockman/Getty Images
Nacho Encabo

Nacho Encabo

El dobles siempre ha sido el patito feo del tenis. Opacado siempre por las grandes estrellas del formato individual, en las últimas décadas ha sufrido además la desbandada de los singlistas. Si hace unas décadas era habitual ver a algunos de los mejores jugadores del mundo disputando los dobles en los Grand Slam (Roy Emerson, John McEnroe, Martina Navratilova o Billie Jean King tienen multitud de títulos en la modalidad), en la actualidad apenas hay ejemplos.

La modalidad de dobles, que tiene un peso muy importante en formatos como la Copa Davis o la Laver Cup, pasa prácticamente desapercibida durante el resto de la temporada. Ni siquiera en los Grand Slam consigue atraer a una gran cantidad de aficionados a las gradas. Los premios que reciben, en consecuencia, son mucho menores que en los cuadros individuales: por ejemplo, en el último Open de Australia los campeones individuales se llevaron un cheque de 3,5 millones de dólares, mientras que en dobles el premio era de 810.000 dólares a repartir en la pareja.

Ante esta situación, el US Open ha decidido revolucionar el formato del dobles mixto para intentar seducir a los mejores tenistas del circuito con una nueva propuesta más atractiva, que no supone tanto desgaste y que reparte bastante más dinero. Según anunció el miércoles la USTA, la Asociación de Tenis de Estados Unidos, el torneo de dobles mixto de 2025 se disputará en la semana previa al evento individual, durará apenas dos días y tendrá un cheque de un millón de dólares para los ganadores.

El dobles mixto se ha jugado tradicionalmente en la segunda semana de los Grand Slam, coincidiendo con las rondas finales de los cuadros individuales. A eso hay que añadir que los tenistas que pierden en las primeras rondas no se suelen quedar a la segunda semana del torneo. Por esas razones, el dobles mixto lo han jugado siempre los mismos que disputan los dobles masculino y femenino.

Pero con la revolución que ha anunciado el US Open, muchos singlistas se pueden sentir atraídos: la semana previa a un Grand Slam están todos los tenistas entrenándose y jugando alguna exhibición, esos partidos de dobles les pueden ayudar a coger ritmo y a adaptarse a las condiciones, y además no les va a suponer mucho desgaste porque se va a liquidar en dos días (martes y miércoles) y con partidos más cortos de lo normal. Habrá en total 16 parejas -ocho en función del ranking individual y ocho por invitación- y se jugará al con sets reducidos -el primero que llegue a cuatro juegos-, con punto de oro en caso de ventaja y con un supertiebreak en vez de un tercer set.

Las voces en contra: «Es una pseudoexhibición»

La noticia ha provocado un gran debate en el mundo del tenis. Los singlistas que se han pronunciado han recibido el cambio con buena cara, como Taylor Fritz, Jessica Pegula o Holger Rune, mientras que los doblistas se han puesto en pie de guerra ante lo que consideran un ataque hacia sus intereses.

"El torneo será totalmente revolucionado, cancelado y reemplazado por una pseudoexhibición centrada únicamente en el entretenimiento y el espectáculo"

Errani y Vavassori Campeones del mixto en 2024

"Creo que va a ser divertido y habrá mucha gente emocionada con el nuevo formato. Me gusta además el dobles mixto, así que existe la posibilidad de que juegue", señaló Taylor Fritz, número cuatro del ranknig mundial. "Son en fechas mejores para nosotros porque no tengo que compaginar con el singles. Si no, no jugaría. Muchos doblistas se van a enfadar, pero al final el dobles mixto no atraía mucho en los Grand Slam. No entusiasma a los aficionados y no llena estadios. A la gente le gustará ver a dos singlistas jugando juntos". Ejemplo de ello fue el fervor que despertaron Stefanos Tsitsipas y Paula Badosa en el último Roland Garros, cuando anunciaron que disputarían el mixto aunque después se bajaron por la acumulación de partidos.

Los que salen perdiendo con esta revolución del dobles mixto son, precisamente, los doblistas, porque tendrán más difícil acceder al cuadro y a los cheques, en muchos casos de suma importancia, ya que un doblista gana bastante menor que un singlista.

"Tomar decisiones siguiendo únicamente la lógica del beneficio es profundamente erróneo en algunas situaciones", han señalado en un comunicado conjunto los italianos Sara Errani y Andra Vavassori, campeones del último mixto en el US Open. "El torneo será totalmente revolucionado, cancelado y reemplazado por una pseudoexhibición centrada únicamente en el entretenimiento y el espectáculo".

"Lo vemos como una profunda injusticia que falta al respeto a toda una categoría de jugadores. No sabemos en este momento si tendremos la oportunidad de defender nuestro título, pero esperamos que este sea un caso aislado".

La doblista australiana Ellen Perez, novena del ranking mundial, tampoco se ha mordido la lengua. "Di, pero sin decir, que piensas que los doblistas son una basura, que la tradición está sobrevalorada y que las oportunidades laborales son cosa del pasado", ha escrito en un mensaje lleno de ironía y con el emoji de un payaso.