US OPEN

El "vagabundo" Carlos Alcaraz se mete a Nueva York en el bolsillo: "Es increíble verlo jugar en persona"

El murciano baila al ritmo de Sebastián Yatra en la pista central del US Open y sólo borra su sonrisa para criticar a Luis Rubiales.

Carlos Alcaraz, mientras baila la canción de Sebastián Yatra en el US Open. /AFP
Carlos Alcaraz, mientras baila la canción de Sebastián Yatra en el US Open. AFP
Sebastián Fest

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Nueva York.-Sebastián Yatra camina sonriente por las entrañas del estadio Arthur Ashe. No es para menos, su amigo acaba de ganar y a él se le acaba de abrir una inesperada noche libre en Manhattan. Hasta en eso tiene fortuna Carlos Alcaraz, que debutó este martes en el US Open con un triunfo de 6-2, 3-2 y abandono sobre el alemán Dominik Koepfer: a la hora en la que él ya tenía todo resuelto en Flushing Meadows, el lunes Novak Djokovic ni siquiera había ingresado a la pista.

"Tatuarte la Biblia entera no te va a ayudar,a olvidarte de un amor que no se va a acabar.Puedo estar con todo el mundo, na-na-na-na-naDármelas de vagabundo, na-na-na-na-na".

Brad Gilbert, que en sus épocas de jugador tenía mañas que irritaban a sus rivales, mantiene la astucia como entrevistador: logró que Alcaraz cantara y bailara por unos segundos el tema Vagabundo de Yatra, el cantante colombiano del que se ha hecho amigo, al igual que Rafael Nadal. Si el 14 veces campeón de Roland Garros ejerció de "entrenador" del cantante en su academia en Mallorca, el actual número uno del mundo fue su compañero en la noche del jueves en una serie de exhibiciones como previa del US Open.

"Es una canción que escucho mucho y es muy bonito verle apoyar el tenis, verle apoyándome a mí", dijo Alcaraz antes de lanzarse a cantar y bailar la canción en medio de la pista.

Gilbert le hizo un favor a Alcaraz, porque el bailecito fue casi lo mejor que el público se llevó de una noche que pasó demasiado rápido. Koepfer se torció un tobillo cuando se disputaba el primer juego, y aunque luchó un rato más, estaba claro que nada podía hacer. En la hora escasa que estuvo en pista, el alemán dejó un juego audaz y veloz y una camiseta colorida que remitía a la imagen de la señal de ajuste en los viejos tiempos de la televisión.

"Lo hemos intentado, lo hemos intentado… No ha sido lo mejor en el mundo, pero algo los hemos hecho disfrutar", dijo Alcaraz con una sonrisa de oreja a oreja cuando se le preguntó por su interpretación del tema de Yatra.

Alcaraz critica a Rubiales:

El murciano admitió que, aunque a él le gusta competir y luchar, y no ganar por un problema físico del rival, no estaba mal terminar temprano una noche en un torneo en el que los partidos nocturnos suelen extenderse hasta la madrugada. Tuvo, entonces, tiempo para hablar de varios temas. También de Luis Rubiales y el escándalo en la selección femenina de fútbol.

"He seguido el asunto, se ha hablado muchísimo, yo creo que en España mucho más. Nosotros estamos aquí, sabemos lo que se ha formado en España, pero que llegue hasta aquí dice la magnitud que es. Mi opinión es, voy a ser sincero: son actitudes que para un alto cargo no se tienen que mostrar, es mi única opinión que voy a dar al respecto y esperemos que se solucione pronto, ya que el equipo femenino ha hecho un logro histórico, y que no se haya dado tanto crédito por lo que ha pasado es una pena".

El otro tema en el que Alcaraz se extendió fue el de su vestimenta. El defensor del título en el US Open sorprendió con una camiseta sin mangas, al estilo de las que su compatriota Rafael Nadal popularizó en sus primeros años en el circuito. Y dejó una revelación: el plan era jugar el US Open de 2022 sin mangas, pero el modelo que le presentó Nike no le gustó: "No estaba muy de acuerdo…".

"Yo creo que me queda bien, ¿no?", dijo Alcaraz con la sonrisa marca de la casa. El público local, que ya lo adoptó como propio desde su título en 2022, aprobó el nuevo "look" del murciano, que además de Yatra contó con otro amigo-fan en las gradas, el jugador del Miami Heat Jimmy Butler.

El jugador de básquet está emocionado con lo que hace Alcaraz. Incluso le dijo a The Wall Street Journal que siente ganas de gritar todo el tiempo en las gradas, aunque sabe que no se debe, todo un dato en un estadio en el que el público no deja de hablar un solo segundo. En ese sentido, el tenis en Estados Unidos parece tener reglas propias.

"Es increíble verlo jugar en persona", confesó Butler, que el jueves le "ganó" un punto a Alcaraz durante la noche de exhibiciones en el Arthur Ashe. "No da nunca una pelota por perdida, es capaz de lanzarse de cabeza, de hacer algo milagroso solo para pasar la pelota por encima de la red y ganar el punto".