El viacrucis de Del Potro con las lesiones: "Perdí ranking, contratos, plata y salud"
El ex tenista repasa el calvario de sus lesiones en un documental estrenado en Argentina con motivo de su primer año alejado de las pistas.

Desde el año 2005, cuando Rafael Nadal levantó su primer Roland Garros, 71 de los 72 Grand Slam disputados han acabado en manos de tenistas europeos. El único que desafió esa dictadura fue un argentino de derecha indomable al que las lesiones le privaron de ser todavía más grande. Y eso que fue enorme.
Tan grande era Juan Martín del Potro, que en 2009 conquistó el US Open derrotando a Nadal y a Federer camino del título. Tan grande era, 198 centímetros desde el suelo, que le apodaban la Torre de Tandil. Tan grande era, que en su historial lucen 17 victorias ante Nadal, Federer y Djokovic y 22 títulos ATP. Pero su muñeca izquierda primero y su rodilla derecha después dibujaron un final bien diferente al que una vez se había imaginado.
Delpo pasó tres veces por el quirófano entre 2014 y 2015 para operarse la muñeca. Cayó más allá del puesto 1000 del ranking y nunca recuperó su revés plano a dos manos, pero sí regresó a su mejor nivel: de hecho, se colgó una plata olímpica en Río 2016, alcanzó la final del US Open 2018 y ascendió al número tres del ranking mundial.

La vida le sonreía, pero en octubre de 2018 se fracturó la rótula derecha durante una acción fortuita en el Masters 1000 de Shanghai y al año siguiente, en junio de 2019, se la volvió a romper. Empezó otra vez la lucha por seguir siendo tenista. Por mucho que lo intento, su rodilla no tenía solución. Esta vez no ganaría.
"Es un jugador con muchísimo potencial y lamentablemente ha sufrido muchísimo"
Tenista"Perdí ranking, perdí contratos, perdí plata, perdí salud", cuenta el extenista argentino en Del Potro, el último match point, estrenado en la noche del lunes en Argentina y en el que el se cuenta en primera persona su pelea contra las lesiones. El documental ve la luz justo un año después de que Delpo colgara la raqueta en el torneo de Buenos Aires. Aquel encuentro ante su compatriota Federico Delbonis -cuando colgó su cinta de pelo en la red tras el último punto- fue el primero que jugaba en casi tres años y el último de su impresionante trayectoria. Porque su cuerpo no daba para más. Su situación es tan delicada ahora mismo que casi no puede ni subir unas simples escaleras con 34 años.
Durante su lucha para volver a las pistas, Del Potro no solo perdió ranking, contratos, dinero y salud. En enero de 2021 perdió a su padre, Daniel Horacio, el hombre que le formó en sus primeros años. "La gente no tiene ni idea de los momentos que pasamos los tenistas, sobre todo momentos delicados como la lesión o cuando murió mi papá", dice el argentino en el documental. "Mi viejo fue mis espaldas, fue mi papá, mi amigo, mi representante, mi entrenador. Y sin saber de tenis, porque era veterinario y le costó mucho que yo jugara al tenis, sobre todo al principio".
Del Potro, un tenista bastante reservado y celoso de su vida privada, asegura que le costó abrirse y grabar el documental, producido por Bourke Films y rodado principalmente entre Tandil, Miami y Buenos Aires. Sin embargo, asegura que ha hecho un esfuerzo para servir de inspiración a los deportistas jóvenes cuando se enfrenten a momentos de ansiedad, miedos y dudas.
"No podía mostrar mejor lo difícil que es la vida de un deportista cuando está lesionado y tal vez sirva de inspiración para nuevos deportistas y ejemplos de vida", señala. "Si bien tengo mis momentos que muestro que estoy mal, lo que más se ve es la voluntad y la fuerza que puse para recuperarme".