El ataque de Tiafoe para salir de su infierno: "Perdía contra payasos, sentía lástima de mí mismo"
El estadounidense ha desvelado sus meses más oscuros: "Siempre hay luz al final del túnel. Eso o que sigas haciéndote la víctima. Ahí todo se vuelve cada vez más oscuro".

Frances Tiafoe sale poco a poco del infierno que le ha tocado vivir en los últimos meses. El estadounidense, de 26 años de edad, se postulaba a ojos del mundo como uno de los más destacados en esa generación intermedia entre los Sinner y Alcaraz y los veteranos, pero un hundimiento inesperado en su juego le ha pasado factura. Son 15 torneos los que ha disputado en 2024 y solo en dos de ellos ha logrado ganar dos partidos seguidos. Unos números tétricos para un jugador que venía de ser semifinalista en Estados Unidos y de alcanzar el top-10 del ranking ATP. Él mismo no ha tenido reparo en reconocer que ha pasado por un infierno, aunque sus métodos de relatarlo no han sido los soñados.
El ahora 29 del mundo ha logrado por primera vez en su carrera remontar un partido en el que partía con dos sets de desventaja. Fue ante Matteo Arnaldi, en primera ronda de Wimbledon en un día ideal para recuperar sensaciones. Un triunfo que le ha inyectado de moral a Tiafoe: "Es brutal. Piensa en dónde estoy. Literalmente esta semana el año pasado era el diez del mundo y ahora apenas soy cabeza de serie. Perdía contra payasos, odio decirlo, pero voy a ser honesto. Daba por sentado el juego, me acomodé. Dejé de divertirme con él y me quedé en una posición extraña. ¿Me olvidaba de lo que estaba haciendo para ganar?".
Esas derrotas afectaron de lleno a la mentalidad de Tiafoe, que, además de hacer autocrítica, minusvalora a aquellos que le tumbaron. Ese "payasos" desvela un jugador frustrado con su propio juego, un viaje fatal del que ahora resurge. "Empiezas a dudar de ti mismo. Pero así es el juego. Se trata de cómo de rápido puedes salir de eso", prosigue. Su infierno es más profundo que ese simple mensaje superficial, es un día a día que hace mella en la confianza y en las expectativas.
Frances Tiafoe has fought back from two sets down against Matteo Arnaldi to force a fifth 😵#Wimbledon | @FTiafoe pic.twitter.com/iq4b9jeRsE
— Wimbledon (@Wimbledon) July 1, 2024
"Siempre hay luz al final del túnel, aunque sea intentando encontrarla con pequeñas victorias. Eso o que sigas sintiendo lástima de ti mismo y sigas haciéndote la víctima. Ahí es donde todo se vuelve cada vez más oscuro", cierra. Esa profundidad en su oscuridad le ha ido metiendo en un escenario difícil de explorar para un tenista. Caer, volver a caer, ganar y volver a caer de nuevo. Un bucle infinito, sin espacio para la réplica. Una vida de viajes, de ir de lado a lado, noches en hoteles, lejos de casa y torneos que se cierran de la misma manera: otro batacazo.
En Australia, cayó contra Coric en segunda ronda. En Indian Wells, barrido frente a Tsitsipas. Unos días después, también falló en Miami, esta vez en primera ronda, contra O'Connell. En Madrid, viajó para ceder de inmediato ante Cachín. Otro Masters 1.000, otro fracaso: esta vez en Roma contra Koepfer. Roland Garros podía ser una inyección de moral. Ganó tras remontar un 2-1 abajo a Bellucci, pero Shapovalov le tumbó.
Un carrusel de malos resultados y una esperanza en el horizonte. Remontar dos sets de desventaja es de lo más extraño en el tenis, pero más todavía con un jugador en horas bajas. Poca adrenalina mayor que sacar adelante un partido con tal renacer. ¿Cómo ha salido adelante? "Dios me ha ayudado mucho. Pero mis amigos y mi familia me decían: 'Amigo, tienes que empezar a divertirte. Tu vida está bien desde el principio. Lo que estás haciendo te consume demasiado. Simplemente, diviértete".
Una lección ¿aprendida? Solo el tiempo dirá. Hasta entonces, las palabras de Frances Tiafoe son un bomba de sensaciones. Desde la sinceridad de hablar de sus meses más oscuros hasta la frustración de descalificar a los adversarios que le han vencido en este proceso. El correoso Coric es la siguiente piedra en su camino y en tercera ronda... ¡puede llegar Alcaraz!