TENIS

La 'niña maravilla' del tenis vuela de la mano de Conchita Martínez y ya es una realidad: "Hay presión, pero sé manejarla"

La rusa Mirra Andreeva, número 11 del ranking WTA, entrena bajo las órdenes de la española. Tras cargarse a Iga Swiatek, se medirá en la final de Indian Wells a Aryna Sabalenka.

Mirra Andreeva celebra su triunfo ante Iga Swiatek en las semifinales de Indian Wells./AFP
Mirra Andreeva celebra su triunfo ante Iga Swiatek en las semifinales de Indian Wells. AFP
Daniel Arribas

Daniel Arribas

Ya probó las mieles del éxito en el WTA 1000 de Dubái, fue semifinalista de Roland Garros y el verano pasado se colgó una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de París, pero el viaje de Mirra Andreeva tan solo acaba de comenzar. La jovencísima rusa es, a sus 17 años —serán 18 en abril—, la nueva sensación del tenis mundial.

No solo está batiendo todos los récords de precocidad y está a punto, ahí es nada, de ingresar en el top-10 del ranking mundial. Es que, además, con unos derechazos incontestables que oculta tras ese rostro infantil, Andreeva acaba de avasallar a Iga Swiatek en las semifinales de Indian Wells (7-6[1], 1-6, 6-3).

"Mi entrenadora perdió en la final aquí cuando era jugadora, así que voy a intentar tomarme la revancha", asegura Andreeva, sonrisa tímida, todavía sobre la pista central. Desde el banquillo, Conchita Martínez sonríe, dibuja un corazón con los dedos y, sin perder de vista a su pupila, exclama: "¡Vamos, hazlo!".

En la final espera Aryna Sabalenka, incontestable número uno del circuito. Martínez lo sabe. Andreeva también. Pero no tienen miedo. "Mirra es una chica muy madura para la edad que tiene; de hecho, se puede llegar a tener una conversación adulta con ella", aseguró la española a 'El País'. "En los primeros días juntas [€n primavera de 2024], incidimos en que tenía que ser humilde y trabajadora, y en que debía tener los pies en el suelo de manera constante porque si eso cambiaba, se lo diría".

"Tiene una buena base, pero el margen de progresión es amplio en todos los sentidos", añade Martínez, que como jugadora triunfó en Wimbledon, en el año 1994, alcanzó dos finales de Grand Slam (Open de Australia 1998 y Roland Garros 2000) y se quedó a las puertas de otras tantas, pues llegó a disputar nueve semifinales en la década de los noventa.

"Es una chica muy madura y sumamente perfeccionista"

Conchita Martínez, a 'El País' Entrenadora de Mirra Andreeva

"Cuando empecé con ella nos centramos mucho en trabajar el drive, la movilidad de piernas y en mejorar ciertos aspectos físicos con el objetivo de hacer un tenis potente y agresivo", explica Martínez en El País. No les ha ido mal. Además de los logros mencionados en el primer párrafo, Andreeva ha conseguido hacer de la potencia una de sus principales bazas.

No por nada la joven de Krasnoyarsk registró esta madrugada, ante Swiatek, un servicio a 202 kilómetros por hora, acercándose a la marca de la alemana Sabine Lisicki, que en el US Open de 2014 dejó el listón en 210,8km/h. "No tenía ni idea de que mi saque había sido tan, tan rápido", reconoció la rusa tras la semifinal. "Miré a las pantallas y vi 126 millas por hora, pero es que no tengo ni idea de cómo medir la velocidad en millas [ríe]. Desde luego, es el saque más rápido que he hecho nunca".

Andreeva y Martínez, en el último Open de Australia. Getty
Andreeva y Martínez, en el último Open de Australia. Getty

Perfeccionista y disciplinada, Andreeva sabe que está haciendo historia por su corta edad, pero insiste en mantener los pies en el suelo. Ni ella ni su equipo quieren caer en los errores que ya cortaron la progresión de otras figuras precoces como la de la británica Emma Raducanu. "Hay mucha presión, claro que la hay, pero sé cómo lidiar con ella", sentenció la rusa en una entrevista reciente con 'Clay'.

"En mi segundo año en el circuito [2024], cuando tuve que defender los puntos, fue un poco difícil porque me di cuenta de lo que era la verdadera presión. Antes solo jugaba e intentaba ganar algunos puntos. Fue ahí cuando me enfrenté a esa presión por primera vez", añadió. "He hablado mucho con Conchita [Martínez], con mi familia y con mis amigos sobre esto, y ahora sé mejor cómo manejar esa presión".

El domingo, Andreeva se medirá a Sabalenka, con quien ya se ha enfrentado en cinco ocasiones. Solo pudo ganar una, los cuartos de final del último Roland Garros. Las otras cuatro, cayó con estrépito, sin poder rascar un solo set ante la bielorrusa. "Me siento como una vieja jugando contra una niña... ¡Soy nueve años mayor que ella!", bromeó Sabalenka tras ganar su semifinal. Algo que, para ser ciertos, no trastoca el foco de Andreeva. "Para mí, [la edad] no es importante", advirtió en Clay. "No encuentro dificultad en vivir dentro de un circuito donde casi todas son mayores que yo".