TENIS

'¡Hola!' no fue la primera ni tampoco la última: Paula Badosa encuentra refugio para hablar de deporte… y de su vida

La tenista protagoniza la última portada y es frecuente ver cómo en las revistas de estilo de vida, por su amor por la moda, se abre tanto en términos deportivos como personales.

Paula Badosa presencia en París un partido de Stefanos Tsitsipas. /EFE
Paula Badosa presencia en París un partido de Stefanos Tsitsipas. EFE
Gonzalo Cabeza

Gonzalo Cabeza

Paula Badosa ha terminado la temporada de de la WTA. Ha sido un año complicado, pero con un despegue final que deja buen sabor de boca y con la posibilidad de poder cerrar el curso con una alegría en la Billie Jean King Cup. Ha demostrado que puede competir, algo que hace solo unos meses estaba más que en duda. Badosa acaba como número 12 del mundo, una buena posición que, en su caso, podría ser incluso mejor. Nadie duda que su talento la puede permitir competir con cualquiera. Hacerlo con consistencia es otra cosa.

Badosa está entre las mejores tenistas, pero su relación con la fama no se resume en el rato en el que tiene una raqueta en la mano. Ella trasciende de la pista, es una de esas deportistas capaz de vender su imagen más allá de su estricta labor. Es algo que pasa en ocasiones en el tenis femenino, sin duda el deporte con más opciones de convertir a sus deportistas en iconos. Es algo muy lucrativo tanto para el circuito como para las propias jugadoras, que muchas veces ganan lo mismo jugando que como imagen de distintas marcas.

Muchas de ellas, sin duda también Badosa, disfrutan de esa vida fuera de la pista. La moda es un tema de conversación común en el circuito, hay un interés bastante extendido por las tendencias y no es difícil que en alguna entrevista de esas que se salen del guion, de las que no son las típicas postpartido, expliquen muchos detalles de su manera de ver el mundo que no aparecen ni de lejos en entrevistas más apegadas a su oficio.

El último caso es una portada de ¡Hola!, en la que sale con su novio, el también tenista Stefanos Tsitsipas, pero no es ni mucho menos el único en el que la española aparece fuera del circuito habitual del tenis. Vogue, Glamour, Elle, Vanity Fair, Esquire... revistas de estilo de vida, algunas eminentemente femeninas, la han tenido como portada en algún momento en estos años. En ocasiones, algunos de esos reportajes han estado ligados a marcas que patrocinan a la tenista, con frecuencia de moda o cosméticos.

El formato suele ser siempre el mismo, uno en el que la tenista se encuentra claramente muy cómoda. Incluye una entrevista con ciertos rasgos de su vida personal, aunque siempre con un tono amable, nada de casquería, y también un editorial de moda relevante, es decir, una sesión de fotos en la que la tenista posa con algún cuidado estilismo.

Es, habitualmente, el formato en el que más se conoce a la tenista, quizá porque para este tipo de producciones se necesita un tiempo y una paciencia que normalmente no existe en sus entrevistas del día a día. El redactor o redactora acompaña durante todo el proceso a la protagonista, lo que genera una conversación más larga que luego se sustancia en un texto más personal y detallado.

En el caso de la entrevista de ¡Hola! hay un paso más personal, pues no deja de ser un reportaje en el que sale con su pareja y, además, la revista es más del corazón que otras muchas revistas de tendencias. En ella explican un poco cómo se conocieron, cuál ha sido su desarrollo como pareja, cómo es la vida de novios para dos personas que se pasan la vida viajando por el mundo y solo coinciden en un puñado de torneos a lo largo de la temporada. La curiosidad es indudable, desde que están juntos en las redes sociales se han publicado cientos de fotos juntos y se han comentado extensamente por los usuarios. Ellos tampoco rehúyen ni esconden su relación, más bien al contrario, han asumido ese interés y forma parte de sus publicaciones cotidianas en Instagram.

'¡Hola!' no fue la primera ni tampoco la última: Paula Badosa  encuentra refugio para hablar de deporte… y de su vida

Hablar, y mucho, de tenis

Que las entrevistas tengan un contexto lejano al tenis no quiere decir que el deporte no forme parte de ellas. El ejemplo último es el de la entrevista del corazón, en la que es portada esta semana, lo cual es en sí mismo un hito, son pocos los deportistas capaces de abrir una de las revistas más vendidas de España, aunque con el tenis la variedad es mayor —Feliciano, Verdasco o Muguruza han sido portada recientemente—, en la entrevista se habla mucho de tenis y cuenta cosas importantes de su temporada.

Aquí va, por ejemplo, la explicación de los cambios que hizo durante su temporada que hicieron que Badosa fuese una tenista distinta en el segundo semestre: "Siempre he sido una chica independiente, con mucho carácter, con personalidad y, en ese momento crítico de este año, decidí hacer cambios en el equipo que me ayudaron muchísimo. Añadí a dos personas en las áreas de preparación física y mental, que, en su momento, me habían ayudado a tocar la cima, manteniendo a mi entrenador, Pol Toledo, que para mí era intocable. Mediante estos cambios, buscaba recuperar la fe en mí misma, para que me ayudaran a empezar casi desde cero. Pasito a pasito, las cosas iban respondiendo".

También ofrece el detalle de los problemas que la llevaron a estar más allá del 100 del mundo, una sima peligrosa de la que muchos tenistas no llegan a salir. "He nacido siendo tenista y creo que ese talento siempre ha estado ahí. Necesitaba que me respondiera el físico para tranquilizarme mentalmente. Cuando llegó la gira de hierba, conseguí jugar sin dolor por primera vez en mucho tiempo", cuenta en la revista. A veces el discurso de un deportista se entiende mucho mejor cuando se contrasta con lo que se ha visto en su juego. En el caso de Badosa hubo meses en los que el físico flaqueó, y no solo por las lesiones, sino también por el tono general. Es normal, las lesiones no solo son un problema por lo obvio, sino también porque gravan el entrenamiento, hacen muy difícil la semana y, finalmente, ponerse a la altura física que exige la alta competición.

Esos comentarios, estrictamente deportivos, se mezclan en estas entrevistas con comentarios de personalidad, rutinas, la vida lejos de las canchas. Badosa, por ejemplo, ha respondido en varias ocasiones sobre una de las costumbres que la acompaña en su vida, la escritura: "Tengo siempre mi libreta a mano y plasmo en ella todo lo que siento y lo que me pasa, porque soy una persona muy introspectiva. Me cuesta relajar mi mente, pero cuando lo consigo me funciona. Cada mañana, al despertarme, hago una meditación con visualizaciones e intento repetir la fórmula al acostarme".

Paula Badosa es una estrella mundial, una jugadora de las que consigue suscitar mucha atención cuando entra a la pista. Probablemente un poco más de lo que dicta su historial, aunque este sea bastante notable. Como le ocurría a Garbiñe Muguruza, tener un pie en el tenis y otro en el mundo del glamour le permite una imagen con más matices, más alcance. Una dimensión que puede terminar en una portada de ¡Hola!