El dineral que rodea a la Copa América
Barcelona espera un impacto de 1.239 millones de euros, 19.000 puestos de trabajo y 2,5 millones de visitantes.

La Copa América es el trofeo deportivo más antiguo del Mundo: su primera edición se celebró en 1851, medio siglo antes que otras grandes citas como los Juegos Olímpicos modernos. Además, siempre ha estado dominada por las grandes fortunas del planeta, que no han dudado en tirar de sus cuentas personales para intentar llevarse la mítica Jarra de las Cien Guineas.
Este interés de los grandes magnates ha hecho que para intentar ganarla, el presupuesto que debe tener un equipo debe ser prácticamente ilimitado. Hoy en día se calcula que hacen falta unos 100 millones de euros para participar y unos 200 millones para pelear por ganarla, pero las cifras no son oficiales, sino estimaciones aproximadas.
A lo largo de la historia, apellidos como Vanderbilt, Rockefeller, Lipton (el del té), el barón Bich (el de los bolis), Ted Turner o Larry Ellison (Oracle) se han dejado sus fortunas para intentar ganarla, un hecho que sigue en la presente edición. Ernesto Bertarelli, magnate de la bioteconología, es el mecenas del Alinghi Red Bull suizo, Patrizio Bertelli (dueño de Prada) del Luna Rossa italiano, Jim Ratcliffe del Ineos británico y Doug De Vos (Amway, Orlando Magic) del American Magic estadounidense.
El Orient Express francés es el único que no tiene un gran multimillonario detrás, aunque las principales autoridades de su país han contribuido a su hacerlo viable. Incluso el defensor de la Copa América, el New Zealand, tiene la potente figura en la sombra del italiano Matteo de Nora respaldando al equipo desde hace más de dos décadas.
En lo que a la organización se refiere, el mayor ingreso para llevar financiar ACE (America's Cup Event), la empresa dependiente del propio New Zealand que gestiona la Copa es el canon que pagó Barcelona por acoger la competición, que fue de 70 millones de euros. Junto a esta cantidad, ya se ha anunciado el primer patrocinador, que financia de forma conjunta a ACE y al New Zealand, que es Estrella Damm. La relación entre la firma cervecera y los kiwis es extensa, ya que fueron patrocinadores del equipo en la Copa América de Valencia de 2007.
Otra empresa catalana ha entrado también a patrocinar la competición, aunque en este caso ha sido para quedarse con el naming de la Copa América de mujeres. Se trata de Puig, la firma de perfumes, que tiene una extensa relación con la vela; no en vano, fue el principal patrocinador en los años dorados de la Copa del Rey.
Por último, el equipo español (Sail Team BCN), que no competirá en la Copa América grande, pero sí en la de jóvenes y mujeres, ha presentado esta misma semana a su primer patrocinador: una fundación holandesa llamada Foundation Zero que quiere crear el primer velero con cero emisiones tanto a la hora de navegar como en su proceso de diseño y construcción.
También se han encargado diversos estudios para deteminar cuál va a ser el impacto de toda esta lluvia de millones en Barcelona. El más importante de ellos es el encargado por la Fundació Barcelona Capital Nàutica a la Universitat Pompeu Fabra precisamente para estimar el impacto económico de la celebración de la 37a edición de la Copa América en Barcelona.
Según el estudio, los gatos asociados a la regata generan un incremento de la actividad productiva de la economía catalana (del valor añadido bruto, concepto asimilable al PIB) de 1.239 millones de euros, que representan aproximadamente el 0,5% del PIB de Cataluña de 2022
Este incremento de actividad requerirá un total de casi 19.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo. Además, según los organizadores de la Copa América, se esperan más de 2,5 millones de visitas en los casi 2 meses que durará la competición.
El informe contempla que los gastos con impacto asociadas a la celebración de la Copa América ascienden a 1.115 millones de euros. Del total de gastos, se estiman que 195 millones de euros corresponden a inversiones y organización, 231 millones de euros a los gastos de los equipos participantes (entre los cuales se incluyen los 6 equipos de la categoría principal y los equipos femeninos y de jóvenes) y 689 millones de euros son los gastos derivados de las 2,5 millones de visitas previstas por la organización en los 2 meses que dura la competición.
Todo esto supone que por cada euro en inversiones y gastos corrientes con impacto se generarán 6,35 euros de PIB en la economía catalana.