Un crowdfunding para dar la vuelta al mundo en un minivelero
Pilar Pasanau zarpa en la Mini Globe Race a bordo del Peter Punk, de 5,80 metros de eslora, poco mayor que un coche.

Una flota de quince navegantes/aventureros zarpó el pasado domingo desde Antigua con la idea de completar uno de los retos más singulares de los últimos años: dar la vuelta al mundo en solitario a bordo de veleros de la clase mini, de apenas 5,80 metros de eslora, poco más grandes que un coche.
Entre ellos figura una española, Pilar Pasanau, una marina mercante que se ha embarcado en la aventura de su vida a bordo del Peter Punk, en un periplo que le va a tener ocupada durante más de un año, ya que la regata está previsto que finalice en marzo de 2026.
Pilar, además, ha conseguido el presupuesto justo para tomar la salida con la ayuda de Espai Vida Prànica, una cadena de centros de yoga, pero ha abierto un crowdfunding para conseguir los recursos necesarios con los que finalizar la regata y afrontar los posibles contratiempos que seguro que le surgirán durante la travesía. "Un simple euro es importantísimo para mi", reconocía la navegante ante de soltar las amarras en la isla caribeña.
Dado que circunnavegar el planeta en estas condiciones es prácticamente imposible, la singladura está dividida en cinco etapas. La primera va desde Antigua a Panamá, donde tomarán la salida de la segunda el 23 de marzo hacia Fidji. La tercera saldrá el 25 de julio hacia Ciudad del Cabo; la cuarta irá hasta Recife con salida el 22 de diciembre, mientras que la quinta y última zarpará el 26 de febrero de 2026 para regresar a Antigua.
La Mini Globe Race, como se denomina oficialmente este desafío náutico, es una regata de muy bajo coste teniendo en cuenta la larga travesía que van a realizar. Cada barco cuesta unos 60.000 euros para construirlo, y luego ya depende de la optimización que cada patrón quiera hacer. Muchos de ellos los han construido los navegantes con sus propias manos, con lo que la sensación de aventura se torna más grande.
Además, esta es la primera edición de la prueba, con lo que nadie sabe hasta qué punto es un reto realizable o el producto de la ilusión de los organizadores y los participantes. Aunque viendo la calidad de los patrones que participan, la apuesta parece segura. La propia Pilar es una de las navegantes españolas con más millas a sus espaldas, con lo que el éxito pasará más por el éxito de su crowdfunding que por sus habilidades marineras.