VELA

Igualdad brutal en la Vendée Globe a altura del Punto Nemo

Dalin, Richomme y Simon navegan en menos de 70 millas con los astronautas como seres humanos más cercanos.

Una impresionante ola persigue la popa del DMG MORI Global One. /KOJIRO SHIRAISHI
Una impresionante ola persigue la popa del DMG MORI Global One. KOJIRO SHIRAISHI
Nacho Gómez

Nacho Gómez

El Punto Nemo es una de las ubicaciones geográficas más curiosas del planeta. Situado en pleno Océano Indico (48°52.6 Sur, 123°23.6 Oeste son sus coordenadas), entre Australia y América, es el lugar del mar más alejado de cualquier superficie terrestre (concretamente, a 2.688 millas de las islas Pitcairn).

Los veleros que lideran la Vendée Globe están a punto de pasar por este Punto Nemo, en una de las zonas más complicadas de toda la vuelta al Mundo. Si sufren algún percance, están en manos de sus compañeros/rivales para ser rescatados, ya que los seres humanos que tienen más cerca son los astronautas de la Estación Espacial Internacional que orbita a unos 400 kilómetros sobre sus cabezas. Un barco de rescate tardaría unos quince días en llegar desde la costa más cercana.

Es sorprendente la enorme igualdad que hay en la cabeza de la flota cuando ya llevan recorrida más de la mitad de la vuelta al planeta. El líder, Charlie Dalin, está ya a menos de 10.000 millas (9.237 exactamente) de regresar a Les Sables D'Olonne, donde fue la salida y estará la meta de la Vendée, y le lleva únicamente 39 millas de ventaja al segundo clasificado, Yoann Richomme, cuando ambos ya han dejado por la popa más de 14.500 millas (unos 26.800 kilómetros).

El tercero en discordia, Sebastian Simon, está ahora a unas 70 millas de Dalin, aunque fue el líder provisional hace tan solo unas horas. La separación lateral que llevan los tres primeros hacen que las alternativas en el liderato sean una constante, y un ligero role en la dirección o la intensidad del viento les hace intercambiar sus posiciones en cuestión de horas.

El cuarto clasificado, Thomas Ruyant, ya está a 763 millas del terceto de cabeza, con lo que salvo sorpresas o averías la victoria en esta décima edición de la Vendée Globe se la van a jugare entre Dalin, Richomme y Simon. Por delante aún les queda un mundo: tienen que llegar a Cabo de Hornos y doblarlo, subir todo el Atlántico entre las costas americanas y las africanas y culminar el regreso a Europa.

Por detrás, la flota ha sufrido una nueva retirada, la de Pip Hare, que rompió el mástil al sur de Australia y se ha visto obligada a emplear un aparejo de fortuna para subir hacia las costas australianas, ya que es imposible reparar el palo sin pisar tierra firme.