Drew McIntyre y la coherencia del villano

Corría el año 2010 y Vince McMahon, acusado en la actualidad de violación y explotación sexual a una trabajadora, presentó al nuevo Choosen One (Elegido). Aquel luchador era un joven Drew McIntyre, aún imberbe, que daba sus primeros pasos en el roster principal. El escocés arribó acompañado de un majestuoso tema producido por Jim Johnston que se convertiría en una premonición de su trayectoria deportiva. La canción se titula 'Broken Dreams' (Sueños rotos).

Y es que la carrera del luchador nacido en las Islas Británicas ha sido una constante de sueños rotos en la WWE. Primero, fue su despido en 2014 tras estar vagando con la agrupación 3MB acompañado de Heath Slater y Jinder Mahal. Tras su retorno en 2017, logró el título de NXT, aunque lo perdería rápidamente contra Andrade, luchador que regresó a la compañía en el último Royal Rumble.

En 2020 saldría como vencedor de la Royal Rumble y se convirtió en uno de los consentidos del público. Todo estaba destinado para un triunfo memorable en la Vitrina de losInmortales, pero una pandemia mundial lo impidió. En su apogeo luchístico, con el main event de Wrestlemania 36 ante Brock Lesnar por el campeonato de WWE, Drew se tuvo que conformar con celebrarlo en una arena vacía.

McIntyre fue el rostro de la empresa durante la pandemia hasta la llegada de Roman Reigns. Un Roman más sádico y despiadado que incluso atacó a su propia familia para reclamar el trono del Jefe Tribal de la familia samoana y reinar durante más de un año con el campeonato Universal y, posteriormente, también con el de WWE. En Clash at the Castle, en Cardiff, el duelo estaba servido: el mayor villano contra el héroe local. Era el momento que Drew McIntyre había soñado toda su carrera, pero 'The Bloodline' se lo arrebató y perdió la oportunidad de su vida.

Un año después, Jey Uso, reformado, aterrizó en Raw con el amparo del gran face de la industria, Cody Rhodes. Absolutamente todo el roster había olvidado todas las fechorías de la mano derecha de Roman. Todos menos uno, Drew McIntyre. Porque el escocés se ha caracterizado en esta nueva etapa por ser un malvado que no olvida, que tiene motivación detrás. Muy pocas veces se ha visto un personaje con tan buenos argumentos para ser una máquina de destrucción.

En ese momento comenzó una meticulosa transformación a un villano motivado por todo lo sufrido a lo largo de los años. Ahora está destrozando a todo el roster de Raw: Sami Zayn, Jey Uso, Seth Rollins… incluso se alió con el Judgement Day para hacerles frente a los primeros en la War Games. Alianza que duraría poco ya que Damian Priest le costó la oportunidad titular ante Rollins por el World Heavyweight Champion.

Hasta tuvo un intercambio de palabras con CM Punk, uno de los reyes del micrófono, donde salió muy bien parado. "Felicidades, Punk. Has durado un mes en la empresa. Habíamos hecho una porra de lo que ibas a durar, de cuánto dinero ibas a costar a la empresa", espetaba al Chicago Made. La semana pasada, continuando con la enemistad entre ambos, lesionó de gravedad el tríceps de CM Punk. Además, se regocijó de ello en sus redes sociales, en las que está muy activo.

En este último Raw hizo gala del magnífico micrófono que atesora. Enfrente de Rollins y Cody Rhodes, que cuenta con un movimiento mayúsculo en redes sociales tras el regreso de The Rock, Drew, con una camiseta conmemorativa de la lesión de Punk, mostró su apoyo a la Pesadilla Americana para finalizar su historia. "Cody, te has ganado el momento. Piensa en todo lo que has hecho este año. No defraudes a la gente, no me defraudes. No defraudes a tu padre".

Una promo de chico bueno que esconde el plan malévolo, a la vez que sensato, de que Rhodes deje la vía del Campeonato Mundial de los Pesos Pesados libre de cara a Wrestlemania. Al acabar su discurso, Drew no dudó en atacar a ambos para demostrar que nadie se interpondrá en su camino hacia el oro y el mayor evento de todos. Lo repitió al final del programa atacando a Cody Rhodes. El escocés es una máquina imparable.

Drew McIntyre se encuentra en uno de los mejores momentos de su carrera. Un personaje con el que está cómodo y puede desarrollarse con plena libertad en el micrófono. Aún así, el contrato que le liga con la compañía expira tras Wrestlemania y los últimos reportes de medios norteamericanos sobre su situación son confusos.

Según varios portales especializados, McIntyre no ha renovado su contrato con la WWE y tras el magno evento podría firmar con cualquier otra empresa. Aunque también afirman que el escocés, lejos de su casa durante un largo tiempo, podría estar valorando tomarse un tiempo sabático para pasar más tiempo con su familia. Habrá que ver que ocurre, pero sería una pena quedarse sin este Drew.