El niño que reclamó información al FBI y ahora busca ser el rey de WWE
Drew McIntyre vivirá este sábado uno de sus días más especiales en WWE, ya que la empresa organiza un Premium Live Event en Glasgow. Disputará el World Heavyweight Championship ante Damian Priest.

Con 10 años, Drew McIntyre era una apasionado de las preguntas sin respuesta. Asegura que había visto fantasmas y todo lo paranormal le fascinaba. Leía la revista Factor X, en donde descubrió el inicio de la Ley de Libertad de Información (FOIA por sus siglas en inglés) en la que el FBI debía mandar información sobre sucesos paranormales. El pequeño Andrew, su nombre real, no dudó en utilizar el modelo de carta de la revista para contactar con el FBI.
A las pocas semanas, una pila de documentos llegó a su casa y puso nervioso a su padre. No entendía el motivo por el que el FBI enviaba todos esos papeles a su hijo. "Era un niño extraño", ha asegurado el luchador con el paso de los años. La petición venía por una teoría de la conspiración, con fantasmas por el medio, que el escocés tenía. No ha revelado si resolvió sus dudas o no, pero la historia fue fascinante para alguien de esa edad.
Por aquel entonces, Drew soñaba con ser futbolista, pero no llegó a ello. Era fanático de la lucha libre desde niño y con 15 años empezó a practicarla después de que su familia se mudase a Portsmouth (Inglaterra). Sus padres le apoyaron con la única condición de que pusiese tanto empeño en el deporte como en sus estudios. Sabían que vivir de la lucha libre no es sencillo y querían que tuviese un futuro. Con sus antecedentes, parecía obvio lo que luego estudió. Se graduó en criminología a la vez que daba sus primeros pasos en la lucha libre, ya que con 18 años (2003) disputó su primer combate. Fue creciendo en el circuito independiente hasta que en 2007 recibió la llamada de WWE, la mayor empresa del sector.
Su debut fue en octubre de 2007. Fue alternando show en los principales programas de WWE con su desarrollo. Necesitaba rodarse, por ello la empresa le envió a una de sus compañías de desarrollo en ese momento, Florida Wrestling. Allí mejoró de manera exponencial y en agosto de 2009 redebutó en SmackDonw. McIntyre fue apodado como "el elegido" por el mandamás de WWE, Vince McMahon. Le definió como "un futuro campeón mundial". Llegó a ser campeón Intercontinental y aunque estuvo en WrestleMania y fue parte del grupo 3MB su personaje no acabó de cuajar. Esa falta de feeling provocó que la WWE le despidiese a inicios del verano de 2014. Hasta el año 2017 pasó por diferentes empresas y por el circuito independiente, destacando su labor en TNA, donde llegó a ser campeón.

WWE lo repescó en abril de 2017 para su marca de desarrollo, NXT. McIntyre era un luchador renovado y mucho más maduro. Lo que le faltó en su etapa lo pareció tener en su regreso. Eso le valió ganar el Campeonato de NXT en verano de 2017. Ahora sí, era el futuro campeón que la WWE buscaba. Su aspecto imponente, su fortaleza y no guardarse nada en cada combate le valió para ir ascendiendo en la empresa. Su momento de máximo esplendor fue durante la pandemia. Fue el gran triunfador de WrestleMania 36 al ganar el Campeonato de la WWE. La profecía de McMahon se hizo realidad, pero con años de retraso. El escocés, con el carisma adquirido desde su regreso logró ser la cara de la empresa durante los meses más complicados de la situación sanitaria. Todo el mundo veía los shows, ya que era lo único que se mantenía, lo que le hizo ganar mucha popularidad.
Perdió su corona en octubre de 2020 ante Randy Orton, pero un mes después recuperó su corona y la mantuvo hasta febrero de 2021 cuando The Miz canjeó el maletín de Money in the Bank. En total ha sido campeón de la WWE durante 300 días. De ser todo pasó una etapa en un semiostracismo. Le daban pocas oportunidades y con el reinado unificado de Roman Reigns todo se complicó más. La situación cambió de cara a WrestleMania 40. Tomó un papel heel que volvió a engancharle con el público. Pasó a ser implacable y al fin cumplió su sueño. Cuando fue campeón no pudo disfrutar del público y en Philadelphia lo logró, aunque el título le duró dos minutos. CM Punk le atacó y Damian Priest canjeó su maletín de Money in the Bank.
En medio de ese clima se estaba forjando una renovación. McIntyre seguirá en WWE tras tres años y lo hace con una rivalidad creciendo con CM Punk, aunque ante su público el objetivo será otro. Damian Priest le quitó el World Heavyweight Championship en WrestleMania y busca venganza. No es campeón, pero el escocés es favorito desde que se anunció, durante King & Queen of the Ring, que se daría este combate. Sus paisanos le están esperando para cerrar la noche con el oro.