WRESTLING

"Si la lucha libre fuese mentira, no estaría lesionado en mis rodillas, nariz, hombros…"

Cinta de Oro desvela en Relevo los secretos que no se conocen de la lucha libre profesional. El luchador ha estado diez años en la mayor empresa a nivel mundial, la WWE.

Álvaro Carrera
Salvador Fenoll

Álvaro Carrera y Salvador Fenoll

La lucha libre profesional vive su gran semana. Quien conoce la industria tiene claro el reparto del negocio en occidente. Primero está la WWE y después, a mucha distancia, el resto. Por ello, que la World Wrestling Entertainment organice su mayor evento anual, WrestleMania, este sábado y domingo hace que toda la industria se paralice. Son muchas las pequeñas compañías que estarán en Philadelphia con modestos shows intentando arrastrrs público que acuda al mayor show que se puede organizar. Los datos son demoledores, WrestleMania 39 (abril 2023) generó para WWE unos ingresos superiores a los 20 millones de dólares.

El wrestling engancha a muchos aficionados. Los fans son muy fieles, pero a veces cuesta que personas que no conocen la disciplina den el paso. Para ese grupo la principal pregunta que se repite siempre, es: '¿Se pegan de verdad o es todo fake?'. "Toda mi carrera me lo han preguntado. No me molesta, porque soy consciente que todo el mundo no comprende bien lo que haces. Lo primero que hago es invitarlos a ver un show o a entrenar lucha un día. Si después tiene una opinión diferente, la respeto, pero se suele utilizar una palabra equivocada. El wrestling no es mentira. Si lo fuese no tendría lesiones en mi rodilla, mano, nariz u hombro. Obviamente contamos la historia como una novela, pero todo lo que hacemos en el ring es físico y tiene un riesgo. Cada vez que subimos a luchar no sabemos cómo vamos a bajar", admite Cinta de Oro (luchador conocido como Sin Cara en WWE) a Relevo.

El contacto es real. Hay movimientos que los luchadores aprenden a ejecutar para hacerlo con menos riesgo, pero "hay cosas que no se pueden entrenar". "Obviamente no le vas a decir a tu compañero entrenando que te pegue cada día. La experiencia la vas tomando con los combates. Además, hay que tener en cuenta que con el movimiento más sencillo te puedes lesionar. Te das cuenta, si ves un entrenamiento, que corremos un gran riesgo", añade el luchador, quien en 2024 celebrará 25 años siendo profesional.

Otro de los puntos que generan gran interés para el aficionado más casual es la preparación de los combates. Cinta de Oro reconoce que todo depende del lugar en el que pelees. "En una gran empresa hay guionistas. Dependiendo el peso que tengas, lo normal es que un escritor se encarga de trabajar las ideas que quieren para tu personaje. Aunque en mi experiencia en la mayor compañía del mundo también sabía que eso no valía para nada, ya que después había un jefe absoluto que modificaba todo a su antojo cuando quería. No obstante, en base a lo comentado con el guionista tratas de poner con tu compañero puntos clave de la lucha, aunque la improvisación es la clave entre medias. Si peleas con televisión o sin ella cambia y tienes que ir adaptándote a todo. En televisión debes cumplir los tiempos de manera estricta, hacer los movimientos en un buen punto para las cámaras… Mucha gente se piensa que es subirte al ring y ya. Es muy complicado", revela el enmascarado.

La experiencia es un punto clave, ya que en cualquier momento "una lesión" puede cambiar los planes. El luchador debe estar abierto a cualquier modificación y estar en contacto con el árbitro, quien tiene línea directa con los jefes creativos (empresas grandes). En el caso de compañías pequeñas, varía. "Cuando yo hago shows no les cuento los planes a los luchadores hasta minutos antes de salir a luchar. Me gusta mantener la duda. De esta manera cuando el profesional sale al ring también está sorprendida con lo que va a pasar. Por ejemplo, en el show que realicé en El Paso (Texas), en febrero, hubo un campeonato femenino y otro por parejas. No supieron hasta minutos antes quién ganaba. Cuando entraron en escena estaban todavía asimilando la información y eso se transmite al público", afirma Cinta de Oro.

Con alguien por encima que pone las líneas maestras, está claro que todo se rige por intereses, aunque en las grandes corporaciones nadie sabe cuáles son. "Cuando peleaba en WWE le pedí a un directivo que me diese un año en televisión cada semana. Si en ese tiempo no llegaba al punto que él quería, me iría, pero no me dieron la oportunidad. Muchas veces se dice que se deben tener una cualidades especiales para llegar a lo más alto. Lo importante es que te den la confianza", apunta Cinta de Oro.

Lo difícil también es llegar a una gran empresa, aunque eso también ha cambiado. "Estuve meses intentando que alguien pudiese entregar a WWE una cinta de vídeo con mis peleas para que me hiciesen una prueba. Ahora con las redes sociales esa barrera es más sencilla. También lo es en el entrenamiento. Yo aprendí a luchar en un cuarto con moqueta. Ahora hay muchos gimnasios y si, por ejemplo, entras en WWE te llevan al Performance Institute de Orlando. Es un centro de alto rendimiento que te enseñan la técnica, hablar al público, la parte física… te convierten en un deportista de élite desde el primer día", añade el enmascarado.

Cinta de oro habla sobre la actualidad de la lucha libre. RELEVO - Salvador Fenoll

Por último, la última parte fundamental es el reparto de papeles. La lucha libre siempre cuenta con un luchador (o equipo) técnico o babyface, que es el favorito de la gente, y uno rudo o heel, quien hace el papel de malo. "Es más complicado ser el que todos quieren, porque siempre van a esperar mas de ti. Es como levantar un edificio. Es más sencillo destruir que construir. Es más difícil hacer que te quieran, todo el mundo puede conseguir que le odien, aunque una vez ahí es complejo también mantener el chip. Por ejemplo, hoy en día vemos en muchos shows pequeños que el rudo quiere ser técnico y al revés. No puede ser. Si eres rudo quieres que te abucheen, no puedes pedir aplausos al público. Creo que esa esencia se está perdiendo un poco. Hay que saber adaptarse a eso por ejemplo. Tú puedes ser habitualmente un luchador técnico, pero si por ejemplo vas a la ciudad de tu rival sabes que tendrás que desempeñar el papel de rudo", concluye Cinta de Oro.