Qué hay detrás de la llamada viral de Marta García tras ganar el bronce: "Mi padre dejó de ver el fútbol porque era del Barça"
La atleta castellanoleonesa explica por qué llamó a su madre nada más cruzar la meta.

"Mi padre dejó de ver fútbol porque era del Barça", cuenta Marta García en las entrañas del Estadio Olímpico de Roma donde acaba de ganar la medalla de bronce en los 5.000 metros, la primera de la delegación española, y batir el récord nacional de la distancia en poder de Julia Vaquero desde hace 27 años. Desvela los colores futbolísticos de su padre para explicar por qué ha decidido que, lo primero que tenía que hacer nada más salir del tartán y antes de celebrar, era llamar a su madre para saber todo iba bien.
🥉 Ser bronce europeo y lo primero es... ¡Llamar a tus padres!
— Relevo (@relevo) June 7, 2024
Marta García llamó a su madre de inmediato porque no les vio al acabar la carrera de los 5.000.
💬 "Enhorabuena por haberme parido".
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"Mamá, ¿estáis bien?", decía la fondista nada más escuchar la algarabía del estadio al otro lado del móvil en su entrada a la zona mixta. "Soy Marta, que no os he visto y me he preocupado", proseguía. Y es que la nueva medallista continental está acostumbrada a que su padre, como le pasaba con su equipo de fútbol, se ponga muy nervioso en sus competiciones y no podía imaginar lo que podía haber pasado al ver a su hija remontando de la quinta a la tercera plaza de una final europea.
"Digo 'a mi padre le ha dado un ataque al corazón... o se ha caído por las escaleras'", desvelaba lo que pasaba por su cabeza ya tras dejar atrás la preocupación después de colgar el telefóno, mientras explica que su progenitor es de los sufridores: "Hay veces que no aguanta los nervios y se va". Y es que el padre de Marta García debe de ser de esas personas que sufre y mucho.
Nada más cruzar la línea de meta, cansada hasta la extenuación y con un 'dolor de patas' que espera que le dure varios días, la castellanoleonesa se afanaba por buscar a su familia en la grada. Había logrado su gran éxito, pero la familia siempre es lo primero. ¿Dónde estaban? Tampoco las gradas estaban llenas, pero, fruto de quién sabe qué, no encontró las caras conocidas que buscaba, llevándole la cabeza a lo peor. La llamada, gracias al teléfono prestado por el personal de comunicación de la RFEA, calmó los malos augurios, la sonrisa se afincó en su cara y ya solo quedaba celebrar. "Si no estáis muy cansados y me esperáis a que termine con los medios, el antidoping... nos vemos ahora", expresaba con el teléfono en la oreja ya delante de los periodistas españoles desplazados a la capital italiana, antes de espetar su frase más famosa: "Enhorabuena por haberme parido".
Los últimos años de sinsabores para los culés ha afectado a muchos y el padre de la nueva bronce europeo es uno de ellos, tanto que tuvo que dejar de ver el fútbol para dejar de sufrir. Ahora, la decisión de aparcar el fútbol le ha traído otro tipo de sufrimiento, más familiar y sangre de su sangre, pero lo ocurrido en Roma ha terminado en el sufrimiento con el final más especial.