España brilla en la última jornada del Europeo: Adrián Ben es campeón de Europa y Adel Mechaal, subcampeón

Tardó en llegar, pero al final España estrenó su medallero. Viendo el calendario del Europeo indoor de atletismo en Estambul ya se podía prever que la mayoría de las mejores opciones españolas de medalla tendrían que esperar hasta la última jornada y así ha sido. La jornada vespertina del domingo ha inaugurado el palmarés español en el Ataköy Spor Salonu con un espectacular Adrián Ben rompiendo todos los pronósticos colgándose la medalla de oro en el 800 metros y un gran Adel Mechaal en la final de los 3000 metros.

De Lugo para Europa. Adrián Ben había mostrado una gran imagen en series y semifinales, pero pocos le ponían en los pronósticos de la medalla de oro. Hasta que, a falta de 200 metros, en un movimiento de maestro pese a su juventud, se puso en disposición de soñar con todo. El finalista olímpico en Tokio 2020 ha sabido rematar la hazaña superando a uno de los grandes favoritos, el francés Robert, en el sprint final por solo un suspiro de dos centésimas.

El 800 metros es, para todos los expertos en atletismo, la prueba más difícil de ganar. Algunos de los mejores del mundo se han quedado eliminados de manera tempranera en grandes campeonatos por la difícil clasificación de la carrera. Pues, con el triunfo de Ben, este mítico evento atlético se pinta con los colores de España a nivel indoor. A día de hoy, Mariano García es el vigente campeón mundo tras su oro en Belgrado 2022 y el lucense es el nuevo oro continental desde hoy en Estambul. Además, el murciano también subió a lo más alto del podio en el Europeo al aire libre en Múnich el pasado verano. Un dominio sin precedentes.

"Es un monstruo, es inhumano". Así definía el catalán al noruego Jakob Ingebrigtsen tras las series del sábado. Seguía en su mente la final de 1.500 metros, donde el nórdico fue capaz de correr en las mejores marcas de sus rivales, sin liebres y liderando la prueba en solitario (3:33.95): "Si entiendes de atletismo, sabes que lo que hizo en la final de 1.500 metros es una auténtica barbaridad". El objetivo en la final del 3000 metros era, por lo tanto, ser el primero de los humanos o, después de su histórico récord nacional de hace tan solo unos días, ser el más mortal de los inhumanos.

Dicho y hecho, el pequeño de los Ingebrigtsen cogió la cabeza de la prueba a los pocos metros del inicio y puso ritmo para ser amo y señor de la carrera. A su espalda, pegado, Adel Mechaal sabiendo cuál era la rueda buena. Y así fue hasta el final. El primer medallista nacional de este Europeo fue el último en aguantar a las espaldas del noruego, pero terminó sucumbiendo en la recta final a su ritmo infernal.

"¿Puedes ganarle en verano?", le preguntaba José María Rubí en las cámaras de TVE. "Por supuesto que sí, ¿por qué no? Vamos a intentar ganarle en su propio juego", ha respondido el atleta. Mechaal ha cambiado su formato de entrenamientos, a manos de su técnico Antonio Serrano, para asimilarse más al que han puesto de moda los noruegos en las últimas temporadas. Según han desvelado varios estudios, este sistema se centra en buscar el límite, acumular muchos kilómetros de fondo y encontrar la misteriosa línea roja particular del umbral de la fatiga.

La medalla de Adel Mechaal ha tenido un sentimiento especial. El atleta español lleva viviendo durante varias semanas al año en Estambul en las últimas temporadas, desde que comenzó su relación con la también atleta y finalista en la prueba femenina, Emine Hatun. Una pareja natural de Antakya, una de las ciudades más afectadas por el fuerte y duro terremoto que asoló esa zona de Turquía en las últimas semanas. Allí, varios familiares de Emine y del entorno cercano de Mechaal perdieron la vida provocando unos días muy duros para el español. Hoy, se ha resarcido con una plata 'en casa'.