Detrás de la 'photo finish' que ha dado la vuelta al mundo: "Los últimos años han sido muy complicados para mí"

Es una de las imágenes que más se recordarán del Europeo de Apeldoorn (Países Bajos) que se ha disputado este pasado fin de semana. No es otra que la photo finish en la que el equipo español de 4x400 metros arrebata la medalla de plata a la selección belga sobre la misma línea y por solo dos milésimas. El protagonista y gran valedor de este subcampeonato continental es Bernat Erta (Lleida, 2001), un tipo tan seguro en relevo que ya se le podría denominar talismán. Solo unas horas después de meter su 'pecho de plata', aterriza en España con una gran sonrisa y habla a Relevo para desvelar su historia, donde los dos últimos años le han arrebatado la continuidad que tanto ansía un atleta, y el 'truco' que hizo subir un puesto más arriba en el podio a los 'Spanish Beatles'. ¡Lo practica en los entrenamientos!

Es difícil (risas). La verdad es que no sabría cómo describirlo. Alguien ha dicho el 'pecho de plata' o la mordida del tiburón y alguna cosa más de ese tipo. Pero bueno, no sé, a mí el movimiento me sale muy instintivo. Incluso, muchas veces hasta entrenando me tiro un poco. Bueno, podría decir hasta bastante para entrenarlo. Y mira, nunca me pensé que iba a ganar una plata de esta forma tan, tan, tan ajustada. Es que fueron dos milésimas al fin y al cabo, eso es nada. Así que yo estoy supercontento, por el equipo y por todos.

Sí. Cuando hago series en los entrenamientos, al ser tan competitivo, pues muchas veces al llegar a meta me tiro. No de esa forma ni de locos, porque me podría hacer daño incluso. Es más, tengo alguna heridilla [se señala su muslo] de haberme caído tras la meta. Pero sí que es verdad que, aunque sea en entrenamientos, tengo mucho el instinto de tirar el pecho hacia adelante cuando hago las series. A este nivel nunca había ganado una carrera así, pero muchas veces ya en España había ganado carreras de una o dos décimas con el pecho.

Yo, es que fue tan, tan apretado que yo no sabía, no tenía claro. Me quedé sentado, bueno, porque caí al cruzar la línea de meta, me tiré tanto que luego caí al suelo y me quedé sentado con Markel Fernández, el que primero había venido a abrazarme como un loco. Llegó supercontento y me quedé abrazado a él. Pero, a la vez, seguía mirando la pantalla para ver en qué puesto habíamos quedado. No sabía si nos iban a dar el bronce o la plata. Mi sensación es de haber llegado muy cerca y claro, cuando te tiras, es lo que esperas. Sabía que lo había adelantado, una vez ya pasada la meta, pero no sabía si podía haber sido antes y lo importante es la línea. Entonces nada, nos quedamos mirando y cuando salió la Foto Finish que éramos segundos... bueno, es que nos volvimos locos.

Bueno, Markel y la mayoría ya estaban celebrando el bronce (risas). Entonces, claro, cuando fue plata entonces ya fue... los ánimos subieron aún más, porque era una proeza muy difícil. Es que lo habíamos hecho saliendo desde la calle 1 [en 400 o 4x400 en pista cubierta, la calle 1 es la peor calle de salida]. Nosotros veníamos al campeonato con unas ganas tremendas de ganar, porque teníamos el mejor equipo de Europa este año, y de los mejores del mundo por marcas.

Claro, es que vimos que habían cambiado el sistema de dar las calles solo para este campeonato. Lógicamente, también para que les beneficiase más a los anfitriones, Países Bajos.

Era un sorteo muy raro. El 50% de los puntos para el sorteo eran de las marcas del aire libre del verano pasado en lugar de los tiempos de esta pista cubierta. O sea, que daba igual lo que hubieses hecho este invierno, totalmente igual. Y luego, el otro 50% era con las mejores marcas del país en cualquier prueba, no solo con las marcas del 400 masculino. Era la cosa más rara que he visto nunca. Por lo tanto, con estas reglas, en el sorteo ya solo optábamos a calles 1 o 2. Hacen el sorteo y nos toca la 1. Por el otro lado, a los holandeses, que terminaron ganando, les podía tocar o la 5 o la 6, y va y les toca la 6. O sea, nos tocaba salir desde la peor calle contra la mejor, y aun así estuvimos súper cerca, lo luchamos muchísimo. Creo que todos mis compañeros hicieron un trabajo excepcional y bueno, creímos hasta el final.

Los dos últimos años sobre todo han sido muy complicados para mí. He tenido muchas lesiones. Al final, esto es atletismo, un deporte muy físico y he sufrido, además, teniendo que pasar por lesiones muy distintas. No es que haya recaído de la misma como le pasa a otros compañeros. He tenido problemas en los isquiotibiales y he ido superándolos. Me enfrenté a una fascitis y terminé superándola. También he tenido una pubalgia. Lo he superado todo y he aprendido de ello. Tanto, que he vuelto a mi mejor nivel de entrenamientos. Pero bueno, ha sido muy duro. Esos dos años sin resultados ni nada, es algo triste. Pero ya este año he entrenado muy bien, he seguido haciendo esto con mucha pasión, como siempre, y al final, pues mira, me ha llegado la recompensa.

Bueno, yo creo que por suerte he estado rodeado de mi familia, que todos han sido atletas. Mi hermano también ha sido atleta y en general, mi círculo muy cercano ha estado mucho en el mundo del deporte. Ellos me han podido ayudar mucho en este tema. Y no, nunca me he visto fuera. Quizás, también la suerte de haber empezado tan jovencito, a veces tiene sus cosas malas, como que al final te llegan las lesiones y quizá te puedes desanimar. Pero, por otra parte, el hecho de haber podido vivir la medalla de plata europea en 2019 en Glasgow o el campeonato del mundo que hicimos en 2022, que quedamos plata también, esas experiencias me han hecho no querer abandonar porque son momentos únicos que en mi vida nunca voy a olvidar y pues han hecho que no me rinda.

Ah, sí. Lo he leído. Eso es curioso también. Es verdad que justamente todas las veces que he corrido en el 4x400, casi siempre además no es que haya medallas, es que siempre es plata. También es verdad que en pista cubierta ha sido todas las veces que he corrido junto a Manu Guijarro, que también es componente del relevo. Pero es raro que siempre sea plata, parece que es un color que me gusta o algo.