Así impedirá World Athletics la participación de mujeres 'trans': controles sin previo aviso, un panel de expertos y una declaración firmada
La federación internacional responde a Relevo cómo hará cumplir la nueva normativa.

"Queremos proteger la categoría femenina". Así anunció el pasado jueves Sebastian Coe, presidente de World Athletics (WA), la decisión de prohibir la participación de las mujeres 'trans' que hayan pasado por la pubertad masculina en todas las competiciones bajo su amparo. Un anuncio que ha generado un gigantesco debate internacional sobre su idoneidad, trascendencia y consecuencias, pero también ha dejado grandes preguntas por responder en un nuevo marco normativo (sin mujeres 'trans') que comenzará este 31 de marzo: ¿cómo podrá controlar la federación internacional que una atleta es 'trans' y por lo tanto, no puede competir? ¿Qué solicitará a los atletas para permitir su participación? ¿Quién llevará a cabo el control? Relevo se ha puesto en contacto con el máximo organismo del atletismo internacional y ha recibido un documento de 24 páginas con todas las respuestas.
La primera aclaración importante por parte de WA es negar que todas las mujeres 'trans' tengan prohibido competir en atletismo a partir del próximo mes. Según detalla en sus comunicaciones, resalta que este veto será para atletas que hayan experimentado alguna parte de la pubertad masculina más allá de la 2ª etapa de la escala de Tanner (escala de madurez sexual que realiza una valoración a través del desarrollo físico de los niños, adolescentes y adultos: volumen testicular, desarrollo del vello púbico...) o hayan transicionado después de los 12 años. Evidentemente y por la normativa legal predominante a nivel internacional, serán un porcentaje muy cercano al total de casos.
Con esta puntualización, el documento llamado 'Normas de elegibilidad para atletas transgénero' enumera las condiciones que deben llevar a cabo las atletas que crean que pueden competir, pese a su cambio de género por cumplir las condiciones detalladas. En primer lugar, deberán proporcionar una declaración escrita y firmada afirmando que su identidad es femenina y que deberá ser aceptada por un Gerente Médico, una persona médicamente calificada autorizada por World Athletics.

Seguidamente, la atleta tendrá que sostener la cuestión de no haber superado la pubertad masculina y, en ese caso, haber mantenido de manera continuada la concentración de testosterona en suero por debajo de 2,5 nanomoles por litro. Una medida que deberá ser mantenida durante todo el tiempo que quieran competir, sea en competición o fuera de ella.
Para comprobar y verificar el cumplimiento del nuevo marco normativo, WA anuncia la creación de un Panel de Expertos que será el encargado de revisar los casos, del que formará parte la española Lourdes Ibáñez, experta en endocrinología. Será un organismo encargado de realizar indagaciones e investigaciones que considere necesarias, solicitando información al propio deportista, a sus médicos o a personal externo. Igualmente, en los detalles de la normativa, se exige la ayuda de las federaciones nacionales con cualquier información relevante sobre sus deportistas y se declara responsable al propio atleta de garantizar una información precisa y completa.
¿Y si los atletas o las federaciones mienten?
La aclaración solicitada por parte de Relevo iba destinada a conocer el plan de actuación en posibles trampas o sombras en el futuro sobre posibles atletas (o incluso, federaciones) que puedan intentar saltarse la nueva normativa. ¿Cómo se va a comprobar que una atleta no ha ocultado su proceso de cambio y esté compitiendo? Para ello, WA traslada que ya tiene un plan a seguir para posibles investigaciones de este tipo. En la respuesta de la federación internacional, se destaca que la figura del Gerente Médico tendrá la posibilidad de solicitar una evaluación adicional del panel de expertos cuando se detecte o se intuya una situación.
Los atletas, por esta nueva normativa, están obligados a cooperar plenamente con la investigación proporcionando suero, orina o acudiendo a un examen médico. Si no existe esta cooperación, será suspendido y dejará de poder competir. Además, los atletas deberán cumplir con una normativa de información similar a la utilizada con la lucha antidopaje: facilitando dónde se encuentran en todo momento. En el caso de las federaciones que no hayan garantizado el cumplimiento de los atletas bajo su jurisdicción se podrán tomar medidas contra ellas por parte de WA.
Los programas de control y seguimiento realizados por el Panel de Expertos para comprobar el cumplimiento de la normativa podrán llevarse a cabo en cualquier momento, con o sin previo aviso, ya sea mediante pruebas aleatorias o específicas de los niveles séricos de testosterona del atleta. Unas investigaciones que, según anuncia la propia World Athletics en su respuesta a Relevo, serán financiadas por la propia entidad.
Descalificación y pérdida de medallas
En el caso de encontrar un incumplimiento de la nueva Regulación Transgénero, el organismo que rige el atletismo mundial anuncia que equivaldrá a una violación del Código de Conducta de Integridad y podrá ser enjuiciado ante el Tribunal Disciplinario. También se llevará a cabo la descalificación en los resultados individuales obtenidos, la pérdida de medallas, premios en metálico, puntos de clasificación, récords y otros artículos otorgados. El período de sanción será equiparable a la que habría recibido por el uso intencionado de un esteroide anábolico. Queda la duda de qué ocurrirá en caso de pruebas de relevos si ocurriese un caso de este tipo.
La realidad es que World Athletics presenta este nuevo marco normativo antes de que se genere un debate en una gran competición. Hasta ahora, ninguna atleta 'trans' ha competido en un gran campeonato internacional contra deportistas femeninas y, si las cosas no cambian, parece que ni siquiera llegará a suceder. Parece que la entidad presidida por Coe quiere evitar llegar a las latitudes del escándalo de la doble campeona olímpica y triple oro mundial Caster Semenya (mujer con diferencias en el desarrollo sexual) que provocó, en medio de un gran revuelo, la creación de una normativa para las mujeres con niveles altos de testosterona de manera natural.